Significado de CÁRCEL, PRISIONEROS Según La Biblia | Concepto y Definición

CÁRCEL, PRISIONEROS Significado Bíblico

¿Qué Es CÁRCEL, PRISIONEROS En La Biblia?

Cualquier lugar donde se confina a personas acusadas y/o condenadas por actividades delictivas y a las capturadas en guerra.
Antiguo Testamento
El encarcelamiento como castigo legal no es una característica de los antiguos códigos de leyes. La ley mosaica otorgaba un lugar de custodia hasta que el caso se decidiera (Lev 24:12; Núm 15:34) pero, recién al comenzar el período persa, la Biblia menciona el encarcelamiento como castigo por quebrantar las leyes religiosas (Esd 7:26).
Las prisiones mencionadas en el AT estaban bajo control de la corona. A José lo pusieron en una prisión real en Egipto (Gén 39:20), aparentemente adjunta a la casa del capitán de la guardia (Gén 40:3). Asa de Judá (2Cr 16:10) y Acab de Israel (1Re 22:26-27) utilizaron prisiones, probablemente asociadas con el palacio. Sin embargo, la experiencia de Jeremías proporciona conceptos más interesantes de las prisiones y de la vida en prisión. Aparentemente, las prisiones reales no eran grandes, ya que aquella donde pusieron inicialmente a Jeremías era una casa particular modificada (Jer 37:15). Lo confinaron a un sótano subterráneo (Jer 37:16), tal vez una cisterna trasformada. Más tarde, lo pusieron bajo arresto domiciliario en el “patio de la cárcel” (Jer 37:20-21). Allí estaba disponible para que el rey lo consultara (Jer 38:14; Jer 38:28), podía llevar a cabo negocios (Jer 32:2-3; Jer 32:6-12) y tenía la posibilidad de hablar con libertad (Jer 38:1-4). Como esto último enfureció a los príncipes, lo confinaron por un tiempo a una cisterna enlodada en el “patio de la cárcel” (Jer 38:4-13).
A las personas se las confinaba en las prisiones reales por ofender al rey (Gén 40:1-3), probablemente por conspiraciones políticas. Israel encarcelaba a los profetas por denunciar las políticas reales (2Cr 16:10), por predecirle males al rey (1Re 22:26-27), y por sospechar que colaboraban con el enemigo (Jer 37:11-15). Los prisioneros políticos de Asiria y Babilonia incluían a antiguos reyes de naciones rebeldes (2Re 17:4; 2Re 24:15; 2Re 25:27; Jer 52:11). Sansón se convirtió en prisionero en una cárcel filistea (Jue 16:21). Por lo general, a los prisioneros de guerra los mataban o los esclavizaban.
La suerte de los prisioneros era lamentable; a veces consistía en raciones magras (1Re 22:27) y trabajo arduo (Jue 16:21). En algunos casos, se los sujetaba y torturaba en el cepo (2Cr 16:10; Jer 29:26). A Joaquín lo vistieron con ropas especiales de prisión en Babilonia (2Re 25:29). La vida en prisión se convirtió en símbolo de opresión y sufrimiento (Sal 79:11), y la liberación de la cárcel proporcionaba un cuadro de restauración o salvación (Sal 102:20; Sal 142:7; Sal 146:7; Isa 61:1, Zac 9:11-12).
Nuevo Testamento
En los tiempos del NT, las personas podían ir a prisión por no pagar una deuda (Mat 5:25-26; Luc 12:58-59), por insurrección política y por acciones criminales (Luc 23:19; Luc 23:25), como así también por ciertas prácticas religiosas (Luc 21:12; Hch 8:3). Para algunas de estas ofensas, también se usaban las prisiones públicas (Hch 5:18-19). A Juan el Bautista lo arrestaron por criticar al rey (Luc 3:19-20) y pareciera que fue confinado a una prisión real adjunta al palacio (Mar 6:17-29). Tiempo después, a Pedro lo arrestaron bajo estricta seguridad, lo cual consistía en sujetarlo con cadenas, rodearlo de gran cantidad de guardias y colocarlo tras puertas de hierro (Hch 12:5-11).
Pablo mismo, que apresó a otros (Hch 8:3; Hch 22:4; Hch 26:10), estuvo muchas veces en la cárcel (2Co 11:23). Sus experiencias proporcionan los detalles mayores sobre las prisiones en el mundo del NT. En Filipos, él y Silas quedaron a cargo de un solo carcelero que los puso “en el calabozo interior y les sujetó los pies en el cepo” (Hch 16:23-24). Excavaciones realizadas en Filipos han descubierto una cripta que los cristianos primitivos veneraban como la prisión y que estaba adornada con frescos que representaban a Pablo y a Silas en Filipos. Si la identificación es correcta, el tamaño pequeño de la cripta elimina cualquier duda de que, cuando Pablo y Silas cantaban himnos, “los otros presos los escuchaban” (Hch 16:25). Tal vez la cripta, que originalmente era una cisterna, servía solo como “calabozo interior” (Hch 16:24) para máxima seguridad o confinamiento solitario. En Jerusalén, Pablo estuvo detenido en las barracas de un cohorte romano (Hch 23:16-18). Luego de trasladarlo a Cesarea, lo encerraron con cierta libertad en el cuartel general de los procuradores romanos y le permitieron recibir visitas (Hch 23:35; Hch 24:23). Cuando a él y a los otros prisioneros los transfirieron a Roma en barco, Pablo volvió a recibir cierta libertad (Hch 27:1; Hch 27:3), pero cuando el naufragio parecía inminente, los soldados decidieron matarlos a todos para que no escaparan (Hch 27:42-43). Mientras esperaba el juicio en Roma, Pablo permaneció bajo custodia constante en una especie de casa de arresto (Hch 28:16-17; Hch 28:30), se encargaba de sus propios gastos, y tenía libertad para recibir visitas y predicar el evangelio “sin impedimento y sin temor alguno” (Hch 28:31). Pablo consideraba que su encarcelamiento era como para Cristo (Efe 3:1; Efe 4:1; Flp 1:13-14; Flm 1:1; Flm 1:9).
La situación de los prisioneros siguió siendo sombría en los tiempos neotestamentarios, y el interés en tales personas era una virtud que Cristo esperaba de cada discípulo (Mat 25:36; Mat 25:39; Mat 25:43-44). Satanás estará encarcelado durante el milenio (Apo 20:1-3; Apo 20:7).

Daniel c. Browning (h)

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí