Significado de CITAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO EN EL NUEVO TESTAMENTO Según La Biblia | Concepto y Definición

CITAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO EN EL NUEVO TESTAMENTO Significado Bíblico

¿Qué Es CITAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO EN EL NUEVO TESTAMENTO En La Biblia?

La influencia del AT se observa a lo largo de todo el NT, cuyos escritores incluyeron aprox. 250 citas expresas del AT, y si se incluyen las indirectas o parciales, el número asciende a más de 1000. Es evidente que los escritores del NT tenían interés en demostrar la continuidad entre las Escrituras del AT y la fe que ellos proclamaban. Estaban convencidos de que las promesas del AT se habían cumplido en Jesús.
Tipos de citas
Citas a manera de fórmula
Estas se presentan mediante una fórmula introductoria típica que, por lo general, emplea formas verbales derivadas de “decir” o “escribir”. Las fórmulas introductorias más comunes son: “como dice la Escritura” (Jua 7:38); “¿qué dice la Escritura?” (Gál 4:30); “como está escrito”, lo cual enfatiza la permanente validez de la revelación del AT (Mar 1:2; Rom 1:17; Rom 3:10); “para que se cumpliese lo dicho”, donde se resalta el cumplimiento de las profecías del AT (Mat 4:14; Mat 12:17; Mat 21:4); “como dijo Dios”, “Él también dice”, “el Espíritu Santo dice”, lo cual personifica las Escrituras y revela su dimensión divina (Rom 9:25; 2Co 6:16; Heb 3:7); “Moisés”, “David” o “Isaías” dice, donde el énfasis se coloca en el elemento humano de las Escrituras (Rom 10:16; Rom 10:19-20; Heb 4:7).
Citas compuestas
Este tipo de citas combina dos o más textos del Antiguo Testamento tomados de una o más secciones del canon del AT hebreo (Ley, Profetas y Escritos). Por ejemplo, Rom 11:8-10 cita de la Ley (Deu 29:4), de los Profetas (Isa 29:10) y de los Escritos (Sal 69:22-23). En algunos casos, una serie de textos del AT se puede emplear a manera de comentario como en el caso de Jua 12:38-40 y Rom 9:1-33; Rom 10:1-21; Rom 11:1-36. Las citas compuestas se suelen organizar en función de énfasis temático o un eslogan como comúnmente se acostumbraba en el judaísmo según una noción desarrollada en Deu 19:15 que establecía la necesidad de dos o tres testigos para determinar una cuestión. El tema de la “piedra de tropiezo” que aparece en Rom 9:33 (Isa 8:14; Isa 28:16) y en 1Pe 2:6-9 (Isa 8:14; Isa 28:16; Sal 118:22) es un buen ejemplo de este método.
Citas no reconocidas
Estas a menudo se entremezclan en la trama del NT sin ningún reconocimiento ni presentación. Por ejemplo, Pablo citó Gén 15:6 en su exposición sobre Abraham (Gál 3:6) y Gén 12:3 (Gál 3:8) sin aplicar ninguna fórmula de reconocimiento ni introductoria.
Citas indirectas o alusiones
Estas conforman la clase más difícil de identificar entre las citas del AT. La transición entre cita y alusión quizás sea casi imperceptible. Una alusión puede ser simplemente una cláusula, frase o incluso una palabra tomada del texto del AT que el lector fácilmente podría pasar por alto. Por ejemplo, sería probable que el lector no se diera cuenta de que las palabras pronunciadas en la transfiguración de Jesús, tal como se registran en Mat 17:5, combinan tres textos diferentes del AT: “Este es mi Hijo amado” (Sal 2:7), “en quien tengo complacencia” (Isa 42:1), y “a él oíd” (Deu 18:15).
Fuentes de las citas del AT
Puesto que el NT se escribió en griego para lectores predominantemente de nacionalidad griega, no es extraño que gran parte de las citas del AT en el NT se hayan tomado de la traducción griega del AT conocida como LXX (Septuaginta). De las 93 citas de Pablo, 51 son de la LXX o están virtualmente de acuerdo con esta versión, mientras que solo 4 concuerdan con el texto hebreo. Esto significa que 38 citas difieren de todos los textos griegos y hebreos conocidos. De las 43 citas de Mateo y 11 concuerdan con la LXX, en tanto que las otras 32 difieren de todas las fuentes conocidas. ¿Cómo, pues, se deben explicar estas citas? Los escritores del NT tal vez hayan empleado una versión del AT que nosotros desconocemos o lo hayan citado de memoria. También es posible que los escritores del NT estuvieran más interesados en el significado y la interpretación. También se ha sugerido que las citas del AT quizás se tomaron de “libros de testimonio”, colecciones de textos del AT seleccionados, combinados e interpretados que la comunidad cristiana primitiva recopiló para emplear en la predicación y la apologética. El uso frecuente de ciertos textos del AT, tales como Sal 110:1-7, Isa 43:1-28, etc., en la predicación y en los escritos de la iglesia primitiva junto con el descubrimiento de dichas colecciones en Qumrán, parecen sustentar dicha posibilidad.
Usos de las citas del AT
Los escritores del NT emplearon citas del AT por lo menos por cuatro razones:
(1) para demostrar que Jesús es el cumplimiento de los propósitos de Dios y del testimonio profético de las Escrituras del AT (Rom 1:2; Mat 4:14; Mat 12:17-21; Mat 21:4-5);
(2) como fuente de instrucción ética y de edificación para la iglesia (Rom 13:8-10; 2Co 13:1);
(3) para interpretar sucesos de la época (Rom 9:1-33; Rom 10:1-21; Rom 11:1-36; Rom 15:8-12);
(4) para comprobar la afirmación de que la Escritura es Palabra de Dios (1Co 10:26; 1Co 14:21; 1Co 15:55). Las técnicas empleadas en el uso del AT son un reflejo del judaísmo del siglo I, tal como lo describen los Rollos del Mar Muerto, Filón de Alejandría y el judaísmo rabínico de épocas posteriores. Algunas citas del AT se utilizan en el sentido histórico literal que poseían y, por esa razón, tienen en el NT el mismo significado que tenían bajo el antiguo pacto. La cita de Sal 78:24 y Jua 6:31 es ejemplo de dicho uso. Algunas citas reflejan un enfoque típico que empleaba el judaísmo del siglo I para interpretar el AT y que se conoce como midrás, que consiste en la exposición de un texto cuyo objetivo es poner de manifiesto su relevancia contemporánea. El texto del AT se cita y se explica como para aplicarlo a una situación del momento o para que resulte significativo. El uso de Gén 15:6 en Rom 4:3-25 y de Sal 78:24 en Jua 6:31-58 refleja esta técnica.
Algunos textos del AT se interpretan en sentido tipológico. En este enfoque, el escritor del NT observa una relación entre personas, acontecimientos o cosas del AT con elementos correspondientes de su contexto contemporáneo. La correspondencia con el pasado no se halla en el texto escrito sino en el suceso histórico. El fundamento de la tipología lo constituye la convicción de que ciertos acontecimientos de la historia pasada de Israel, tal como se registran en las Escrituras primitivas, revelaban en sentido simbólico los métodos y propósitos de Dios para con las personas. La forma en que Mateo emplea Ose 11:1 (Mat 2:15) sugiere que el escritor de este Evangelio observaba una correspondencia entre el viaje de Jesús a Egipto y el del pueblo de Israel. Jesús recapituló o reexperimentó la historia sagrada de Israel. Los propósitos redentores de Dios exhibidos en el éxodo (que refleja el profeta Oseas) se estaban demostrando en la vida de Jesús. A veces, la comprensión y la aplicación de la cita del AT dependen del conocimiento del contexto más amplio en que aparece en el AT. Mediante el uso de la cita se trata de captar la atención del lector hacia el contexto o tema más amplio del AT; esto se puede denominar “cita indicadora”. La costumbre dentro del judaísmo del siglo I, donde grandes porciones de las Escrituras se sabían de memoria, era citar solo el comienzo de un pasaje aun cuando había que tener presente el resto. En Rom 1:1-32; Rom 2:1-29; Rom 3:1-31 se puede observar un buen ejemplo. Pablo había hecho una exposición sobre la fidelidad de Dios y la pecaminosidad del hombre. En Rom 3:4, Pablo citó Sal 51:4 a fin de respaldar el primer concepto. Continuó su argumento haciendo una referencia adicional a la maldad humana que, ciertamente, es el tema del Sal 51:5. Pero no sintió necesidad de citar dicho versículo dado que ya se lo había sugerido a aquellos que estaban familiarizados con el texto bíblico. Finalmente, existe un limitado uso alegórico de la Escritura del AT donde el texto se considera como una especie de código con dos significados: un nivel de significado literal y superficial y otro más profundo o subyacente, como en Gál 4:22-31. No obstante las similitudes con el uso judío contemporáneo del AT, los escritores del NT interpretaron las Escrituras de manera radicalmente novedosa. Deliberadamente emplearon el mismo método exegético. Escribieron desde una perspectiva teológica diferente. Estos escritores estaban convencidos de que el verdadero significado del AT es Jesucristo y que solo Él provee los medios para entenderlo. La interpretación auténtica del AT se logra mediante la lectura de pasajes e incidentes del AT a la luz de la vida de Cristo. En tanto que muchos de los textos del AT citados en el NT ya se habían aceptado como mesiánicos (por ej., Sal 110:1) o se podía declarar que lo eran a la luz de la vida de Jesús (Sal 22:1-31; Isa 53:1-12), para los primeros cristianos toda la Escritura se debía interpretar en función de la realidad de Cristo ya que las Escrituras del AT lo señalan a Él (Jua 5:39). En resumen, el escritor del NT citó o aludió al AT para demostrar cómo los propósitos de Dios se cumplieron y se cumplen en Jesús.

Hulitt Gloer

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