Significado de CRÓNICAS, LIBROS DE Según La Biblia | Concepto y Definición

CRÓNICAS, LIBROS DE Significado Bíblico

¿Qué Es CRÓNICAS, LIBROS DE En La Biblia?

Los libros de 1 y 2 Crónicas son el primer y el segundo libro de una serie de cuatro que incluye Esdras y Nehemías. Estos cuatro libros proporcionan una historia amanuense (sacerdotal) de Israel desde la época de Adán (1Cr 1:1) hasta la reconstrucción de la casa de Dios y de los muros de Jerusalén, y la restauración del pueblo en la adoración a Dios conforme a la ley de Moisés (Neh 13:31). El énfasis especial está en la bendición de la casa de Dios en Jerusalén sobre la cual Dios había establecido Su nombre para siempre (2Cr 7:16). David halló que Israel era como ovejas dispersas. En su condición de pastor escogido por Dios y linaje a través del cual Dios iba a edificar su casa, David procuró ordenar la vida de Israel en torno a la adoración a Dios. Bajo dirección divina, convirtió a Jerusalén en su capital (1Cr 11:4-9), trasladó el arca a la ciudad (1Cr 16:1) y comenzó los preparativos para la construcción del templo (1Cr 22:1-2). Su hijo Salomón edificó el templo (2Cr 2:1), y Zorobabel, su hijo en generaciones subsiguientes, lo reedificó (Esd 3:8). Los “hijos” intermedios de David que se desempeñaron como reyes de Judá fueron juzgados en función de su fidelidad a Dios y a Su casa. Comparar, por ejemplo, el reinado del malvado Acaz con el del buen rey Ezequías (2Cr 28:1-4; 2Cr 29:1-11).
Significado del título
Los dos libros que en nuestro tiempo se denominan 1 y 2 Crónicas originariamente formaban uno solo. La división en dos después del 300 a.c. la realizaron los ancianos judíos que tradujeron por primera vez el AT hebreo al griego, lo que produjo como resultado la LXX. La razón para convertir Crónicas en dos libros es bastante simple. El manuscrito hebreo, que generalmente no contenía vocales, se podía escribir en un solo y extenso rollo. No obstante, la traducción griega con sus vocales requería casi el doble de espacio. La división parece bastante apropiada al concluir 1 Crónicas con el reinado de David y comenzar 2 Crónicas con el reinado de Salomón.
El título español “Crónicas” deriva del latín chronicon que Jerónimo le aplicó a estos escritos. Él describió estos materiales como “una crónica de toda la historia sagrada”. El título de la LXX (griega) es Paraleipomena, que significa “cosas omitidas”. Ese título refleja la idea de que Crónicas se consideraba un suplemento del material en Samuel y Reyes, aunque esto ciertamente no es el caso.
El título hebreo se halla más cercano a la esencia. Significa “acciones o hechos de la época o los tiempos”. No obstante, los libros hacen más que relatar las diversas acciones de las personas de aquella época. Crónicas se centra en los hechos más importantes de aquellos tiempos o, en realidad, de cualquier época, es decir, la edificación de la casa de Dios. Esta era, desde luego, el templo de Jerusalén. Pero la casa de Dios trasciende aquel edificio. La expresión de David, “en la casa de Jehová moraré por largos días” (Sal 23:6) se refiere a morar para siempre con Dios y Su pueblo en la morada de Dios. En sentido definitivo podríamos equiparar la casa de Dios con Su reino. En conformidad con esto, el escritor (o escritores) de Crónicas nos recuerda que las acciones más importantes son aquellas mediante las cuales el reino de Dios se edifica en el corazón de las personas.
Importancia del lugar que ocupa Crónicas en el canon
Crónicas, Esdras y Nehemías se encuentran dentro de la Hagiógrafa, que significa “escritos santos”, que constituyen la tercera división del AT. El orden de las versiones españolas que ubican Crónicas, Esdras y Nehemías después de Samuel y Reyes se remonta a la LXX.
La Biblia hebrea coloca Crónicas como el último libro del AT inclusive después de Esdras y Nehemías. Es indudable que Crónicas ya ocupaba este lugar en la época de Cristo ya que Él citó a Zacarías como el último profeta mencionado, quien padeció una muerte violenta (2Cr 24:20-22; Mat 23:35; Luc 11:51).
Existen tres enfoques que tratan de explicar por qué los hebreos concluyeron el AT con Crónicas. La primera es la opinión de que Crónicas fue el último libro que se aceptó dentro del canon veterotestamentario. La segunda es que el autor (o autores) escribió primero Esdras y Nehemías, y después Crónicas. La tercera y más probable es que el AT concluya con el control providencial de Dios sobre la historia a fin de construir (reconstruir) Su casa en Jerusalén. La amonestación final del AT hebreo es, pues, para que el pueblo de Dios suba a Jerusalén a edificar la casa de Dios (2Cr 36:23). Además, la promesa final de Dios es bendecir con Su presencia a aquellos que verdaderamente ascienden para edificar (2Cr 36:23).
Autoría, fecha y fuentes
No sabemos con seguridad quién escribió Crónicas. Tal como se ha señalado, la tradición menciona a Esdras, el “escriba diligente”, sacerdote descendiente de Sadoc y de Finees (Esd 7:1-6) como autor de Crónicas, Esdras y Nehemías. Esta tradición no se puede comprobar pero no existen objeciones válidas en su contra. Si él no lo hizo, se desconoce quién fue. La ubicación de estos libros en la Hagiógrafa indica que el autor no era profeta. Más aún, el énfasis en los sacerdotes y levitas sugiere que el autor fue alguien como Esdras, que era uno de ellos. Además, Artajerjes Longímano, el rey persa desde el 465 al 425 a.c. , en el séptimo año de su reinado envió a Esdras a Jerusalén para que ordenara la vida civil y religiosa de los judíos conforme a la ley de Moisés (Esd 7:8; Esd 7:14). Por consiguiente, Esdras fue el líder del esfuerzo de restauración espiritual, algo que se pretendía lograr a través de estos libros. El material que se extiende más allá de la época de Esdras puede ser atribuido a un editor o editores.
La utilización de fuentes por parte del autor o autores es evidente. Gran parte del material provino de los libros bíblicos de Samuel y Reyes. No obstante, también se usaron otras fuentes tales como crónicas oficiales (1Cr 27:24), escritos de los profetas (1Cr 29:29) y comentarios sobre los acontecimientos de aquellos tiempos (1Cr 24:27). Las genealogías reflejan registros cuidadosos por parte de los levitas. Las fuentes para los materiales del templo incluyen “las palabras de David y de Asaf” (2Cr 29:30) y el “diseño” dado por Dios (1Cr 28:19).
Propósitos y valor trascendente
El propósito principal de 1 y 2 Crónicas es demostrar el control que Dios tiene de la historia a fin de concretar el deseo divino de morar en medio de Su pueblo en una relación perfecta de santidad en la que Dios es Dios y los redimidos son Su pueblo. Dios compartió primeramente Su deseo con Moisés (Éxo 25:8). El tabernáculo y el templo simbolizan ese deseo. Dios está cumpliendo Su deseo por medio del Señor Jesucristo, el hijo de David. Cuando Cristo haya completado Su obra redentora, “el tabernáculo de Dios” estará “con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como Su Dios” (Apo 21:3). Las Crónicas demuestran cómo obró Dios desde la época de Adán, pero particularmente en los tiempos de David, Esdras y Nehemías a fin de llevar a cabo Su anhelo de morar en santidad con Su pueblo.
Un segundo propósito es mostrar la elección que Dios hizo de una persona y de un pueblo para que edificaran Su casa. La persona es el hijo de David, el Mesías. Salomón edificó el templo en Jerusalén, pero el Hijo que está edificando y que edificará hasta completar la verdadera casa de Dios, y el Hijo cuyo reinado Dios establecerá para siempre es el Señor Jesucristo (1Cr 17:12; Luc 1:31-33; Hch 15:14-16). Las personas son aquellas que tuvieron fe y cuyos linajes se remontan hasta Adán pasando por Set hasta Sem y de allí hasta Abraham (1Cr 1:1; 1Cr 1:17; 1Cr 1:28), a quienes Dios les hizo la promesa de la simiente (el Cristo) por cuyo medio bendeciría a todas las naciones (Gén 12:1-4; Gén 15:4-6; Gén 17:7; Gén 22:16-18; Gál 3:16). Su pueblo son aquellos que pertenecen a Israel y ciertamente todas las naciones que colocan su confianza en Él.
Un tercer propósito es mostrar conforme a la ley que Él le dio a Moisés que es necesario acercarse al Dios que mora en santidad. Mientras procuraba reunir a su pueblo alrededor de la presencia de Dios, David descubrió que había que buscar a Dios de la manera apropiada (1Cr 15:13). Es fundamental acercarse a Dios mediante el altar del sacrificio, tal como lo practicaba el sacerdocio levítico. Dios, en Su perdón misericordioso hacia David, reveló que el lugar para el altar del sacrificio estaba en Jerusalén en la era de Ornán (Arauna) (1Cr 21:18-30; 1Cr 22:1). David erigió allí el altar y edificó el templo conforme a las instrucciones de Dios. Pero lo más importante es que allí fue donde el Hijo de Dios, nuestro gran Sumo Sacerdote, se sacrificó en la cruz en nuestro lugar a fin de conducir a Su pueblo a la presencia gloriosa de Dios (Heb 2:17; Heb 5:1-10).
Un cuarto propósito de las Crónicas es alentar al pueblo de Dios a trabajar junto con Él y los demás con el fin de edificar la casa de Dios. El autor (o autores) le compartió al pueblo el desafío divino por medio del rey Ciro en cuanto a subir a Jerusalén a edificar la casa de Dios. Crónicas le recuerda al pueblo la historia de la fidelidad de Dios para con Su pueblo y Su casa. Dios prometió bendecir la obediencia de ellos (2Cr 36:23), y advirtió sobre el juicio a los que fueran negligentes, a los que frustraran la edificación o profanaran la casa de Dios.
Bosquejo de 1 y 2 Crónicas: Bendiciones por edificar la casa de Dios
I. Israel, pueblo de la fe (1Cr 1:1-54; 1Cr 2:1-55; 1Cr 3:1-24; 1Cr 4:1-43; 1Cr 5:1-26; 1Cr 6:1-81; 1Cr 7:1-40; 1Cr 8:1-40; 1Cr 9:1-44)
A. Linaje piadoso de Adán (1Cr 1:1-4)
B. Hijos de Noé con enfoque en Sem (1Cr 1:5-27)
C. Hijos de Abraham con enfoque en Isaac (1Cr 1:28-34 a)
D. Hijos de Isaac con enfoque en Israel (1Cr 1:34 a – 1Cr 1:35-54)
E. Hijos de Israel con enfoque en Judá y Leví (1Cr 2:1-55; 1Cr 3:1-24; 1Cr 4:1-43; 1Cr 5:1-26; 1Cr 6:1-81; 1Cr 7:1-40; 1Cr 8:1-40; 1Cr 9:1-44)
II. Aprendizaje de David sobre la obediencia (1Cr 10:1-14; 1Cr 11:1-47; 1Cr 12:1-40; 1Cr 13:1-14; 1Cr 14:1-17; 1Cr 15:1-29; 1Cr 16:1-43; 1Cr 17:1-27; 1Cr 18:1-17; 1Cr 19:1-19; 1Cr 20:1-8; 1Cr 21:1-30; 1Cr 22:1)
A. Dios remplaza al rebelde Saúl con David (1Cr 10:1-14)
B. Dios coloca a David en el poder (1Cr 11:1-47; 1Cr 12:1-40)
C. David lleva el arca de regreso a Jerusalén y pide edificar el templo (1Cr 13:1-14; 1Cr 14:1-17; 1Cr 15:1-29; 1Cr 16:1-43; 1Cr 17:1-27)
D. Mediante su pecado David echa a perder sus victorias (1Cr 18:1-17; 1Cr 19:1-19; 1Cr 20:1-8; 1Cr 21:1-17)
E. En Su misericordia Dios revela el lugar del templo y del altar del sacrificio (1Cr 21:18-30; 1Cr 22:1)
III. Preparativos de David para edificar la casa de Dios (1Cr 22:2-19; 1Cr 23:1-32; 1Cr 24:1-31; 1Cr 25:1-31; 1Cr 26:1-32; 1Cr 27:1-34; 1Cr 28:1-21; 1Cr 29:1-30)
A. Preparación de obreros y materiales (1Cr 22:2-5)
B. Preparación de Salomón para edificar (1Cr 22:6-16)
C. Se les encarga a los príncipes que ayuden a Salomón (1Cr 22:17-19)
D. Salomón se convierte en rey (1Cr 23:1)
E. Se dedica a sacerdotes, levitas y príncipes para el servicio (1Cr 23:2-32; 1Cr 24:1-31; 1Cr 25:1-31; 1Cr 26:1-32; 1Cr 27:1-34)
F. Encargos a Salomón y al pueblo (1Cr 28:1-21)
G. Presentes inspiradores para la edificación (1Cr 29:1-9)
H. Adoración a Dios y entronización de Salomón (1Cr 29:10-25)
I. Resumen del reinado de David (1Cr 29:26-30)
IV. Salomón edifica la casa de Dios (2Cr 1:1-17; 2Cr 2:1-18; 2Cr 3:1-17; 2Cr 4:1-22; 2Cr 5:1-14; 2Cr 6:1-42; 2Cr 7:1-22; 2Cr 8:1-18; 2Cr 9:1-31)
A. Dios bendice a Salomón para la edificación (2Cr 1:1-17)
B. Construcción y consagración (2Cr 2:1-18; 2Cr 3:1-17; 2Cr 4:1-22; 2Cr 5:1-14; 2Cr 6:1-42; 2Cr 7:1-22)
C. Otros logros de Salomón (2Cr 8:1-18)
D. Sabiduría, riqueza y fama de Salomón (2Cr 9:1-28)
E. Finalización del reinado de Salomón (2Cr 9:29-31)
V. Dios juzga a los reyes de Judá según la fidelidad de ellos a la casa de Dios (2Cr 10:1-19; 2Cr 11:1-23; 2Cr 12:1-16; 2Cr 13:1-22; 2Cr 14:1-15; 2Cr 15:1-19; 2Cr 16:1-14; 2Cr 17:1-19; 2Cr 18:1-34; 2Cr 19:1-11; 2Cr 20:1-37; 2Cr 21:1-20; 2Cr 22:1-12; 2Cr 23:1-21; 2Cr 24:1-27; 2Cr 25:1-28; 2Cr 26:1-23; 2Cr 27:1-9; 2Cr 28:1-27; 2Cr 29:1-36; 2Cr 30:1-27; 2Cr 31:1-21; 2Cr 32:1-33; 2Cr 33:1-25; 2Cr 34:1-33; 2Cr 35:1-27; 2Cr 36:1-21)
A. El reinado malvado de Roboam (2Cr 10:1-19; 2Cr 11:1-23; 2Cr 12:1-16)
B. El reinado malvado de Abías (2Cr 13:1-22)
C. El reinado arruinado por el pecado del buen rey Asa (2Cr 14:1-15; 2Cr 15:1-19; 2Cr 16:1-14)
D. El reinado piadoso de Josafat (2Cr 17:1-19; 2Cr 18:1-34; 2Cr 19:1-11; 2Cr 20:1-37; 2Cr 21:1)
E. El reinado malvado de Joram (2Cr 21:2-20)
F. El reinado malvado de Ocozías (2Cr 22:1-9)
G. El reinado malvado de Atalía (2Cr 22:10-12; 2Cr 23:1-21)
H. El reinado piadoso de Joás (2Cr 24:1-27)
I. La devoción imperfecta de Amasías (2Cr 25:1-28)
J. La violación de Uzías del oficio sacerdotal (2Cr 26:1-23)
K. El reinado bueno pero imperfecto de Jotam (2Cr 27:1-9)
L. El reinado malvado de Acaz (2Cr 28:1-27)
M. El reinado bueno pero descalificado de Ezequías (2Cr 29:1-36; 2Cr 30:1-27; 2Cr 31:1-21; 2Cr 32:1-33)
N. La conversión del malvado rey Manasés (2Cr 33:1-20)
O. El reinado malvado de Amón (2Cr 33:21-25)
P. El reinado bueno pero descalificado de Josías (2Cr 34:1-33; 2Cr 35:1-27)
Q. Reinados malvados de Joacaz y Joaquín: comienzo del exilio (2Cr 36:1-8)
R. Reinados malvados de Joacim y Sedequías: etapa final del exilio (2Cr 36:9-21)
VI. Decreto providencial para reedificar la casa de Dios (2Cr 36:22-23)
A. Fecha y origen del decreto (v. 2Cr 36:22 a)
B. Propósito del decreto (v. 2Cr 36:22 b)
C. Fuerza motivadora del decreto (v. 2Cr 36:23)
D. Contenido del decreto (v. 2Cr 36:23)

John h. Taylor (h)

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí