Significado de DAMASCO Según La Biblia | Concepto y Definición

DAMASCO Significado Bíblico

¿Qué Es DAMASCO En La Biblia?

Capital de una ciudad estado importante de Siria vinculada históricamente con Israel. Aparentemente, Damasco ha estado habitada en forma continua por un período de tiempo superior a cualquier otra ciudad del mundo, y puede por lo tanto considerarse la ciudad más antigua de la tierra.
Ubicación
La ubicación geográfica de Damasco le permitió convertirse en un importante centro comercial y de transporte. Ubicada a 760 m (2300 pies) sobre el nivel del mar, se encontraba al noreste del Monte Hermón y aprox. a 95 km (60 millas) al este de Sidón, ciudad portuaria del Mediterráneo. Por Damasco pasaban las dos rutas internacionales más importantes: La Vía Maris desde la Mesopotamia en el este cruzaba Damasco y el Valle de Jezreel hacia la llanura de Sarón y la costa del Mediterráneo, luego al sur hacia Egipto; y el Camino del Rey desde Damasco hacia el sur a través de Astarot, Rabat-Amón, y Bosra hacia Elat en el Mar Rojo y hacia Arabia. Por esa misma condición, Damasco vio la marcha de los ejércitos a lo largo de sus rutas debido a que con frecuencia usaban la ciudad como escenario central.
Historia
La arqueología no puede hacer una gran contribución para el estudio de Damasco debido a que la existencia continuada de la ciudad hace que la excavación resulte difícil, si no imposible. Las exploraciones indican con certeza que hubo asentamientos anteriores al año 3000 a.c. Las tablillas del centro sirio de Ebla mencionan Damasco a partir del año 2300 a.c. Tutmosis III de Egipto afirmó que había conquistado Damasco aprox. en el 1475 a.c. Los hititas batallaron contra Egipto por el control de Damasco hasta que fueron vencidos por los pueblos del mar aprox. en el 1200 a.c. En ese tiempo los arameos del desierto cercano entraron y tomaron control de una Damasco independiente, tras lo cual en forma gradual establecieron una base de poder político.
En la Biblia
Abraham persiguió a los reyes invasores hacia el norte de Damasco para rescatar a Lot, quien había sido tomado cautivo (Gén 14:15). Eliezer, el siervo de Abraham, aparentemente provenía de Damasco (Gén 15:2).
Los soldados de Damasco intentaron defender del rey David a Hadad-ezer, rey de Soba, otra ciudad estado siria. David venció y ocupó Damasco (2Sa 8:5-6). La debilidad de Soba alentó a Rezón a organizar una banda de renegados, semejante a la liderada por David cuando se oponía a Saúl (1Sa 22:2). Rezón se convirtió en líder de Siria acuartelado en Damasco (1Re 11:23-25). Dios lo usó para hostigar a Salomón.
A medida que Asiria creció en poder, la nueva ciudad estado siria tuvo que hacer frente a un poderoso oponente del este. Ben-adad fortaleció Damasco al punto que Asa, rey de Judá, (910–869), le pagó tributo para atacar a Baasa, rey de Israel, y aliviar a Judá de la presión (1Re 15:16-23). Esto le dio motivo a Damasco para interferir repetidamente en asuntos políticos de Palestina.
En 1Re 20:1-43 también se describe a Ben-adad de Damasco y hace suponer que Ben-adad (literalmente, “hijo de Adad”) era un título real en Siria e identifica al rey de Damasco como adorador del dios Adad, otro nombre para referirse a Baal. El rey sirio atacó Samaria durante el reinado de Acab, rey de Israel (874–853). Un profeta reveló el camino hacia la victoria para Acab sobre un embriagado Ben-adad. El rey sirio decidió que el Dios de Israel controlaba los montes pero no las llanuras, y por ese motivo atacó en Afec (1Re 20:26). Nuevamente un profeta indicó el camino para la victoria de Israel. Acab accedió a efectuar un pacto con el vencido rey de Siria, por lo cual debió enfrentar un fuerte juicio de parte del profeta (1Re 20:35-43).
Naamán, un oficial sirio, buscó la ayuda de Eliseo para curarse de su enfermedad de la piel, pero consideró que Abana y Farfar, los grandes ríos de Damasco, ofrecían una ayuda más efectiva que la del Río Jordán (2Re 5:12). Estos ríos hacían de Damasco un oasis en medio del desierto. Eliseo ayudó a liberar a Samaria cuando Ben-adad la asedió (2Re 6:1-33; 2Re 7:1-20). Eliseo también profetizó un cambio de dinastía en Damasco y nombró a Hazael como nuevo rey (2Re 8:7-15). Salmanasar III, rey de Asiria (858–824), declaró haber vencido tanto a Ben-adad como a Hazael. La primera batalla importante tuvo lugar en Qarqar en el 853 a.c. Ocozías, rey de Judá (841), se unió a Joram, rey de Israel (852–841), en batalla contra Hazael, en la que Joram resultó herido. Jehú tomó ventaja sobre el rey herido y lo mató (2Re 8:25-29; 2Re 9:1-24).
Salmanasar III, rey de Asiria, debilitó gravemente a Damasco luego de pelear contra esta ciudad en campañas realizadas en los años 853, 849, 848 y 845; la sitió en el 841 y recibió tributo nuevamente en el 838. Luego, Hazael, rey de Damasco, ejerció una fuerte presión y ganó influencia en Israel, Judá y Filistea (2Re 10:32-33). Ben-adad, su hijo, mantuvo la fortaleza de Damasco (2Re 13:3-25). Finalmente Joás, rey de Israel (798–782), recuperó algunas ciudades que Hazael, rey de Damasco, había tomado (2Re 13:25). Jeroboam II, rey de Israel (793–753), expandió la influencia israelita y obtuvo el control de Damasco (2Re 14:28). Esto fue posible debido a que Asiria amenazó nuevamente a Siria, cuando Adad-nirari III, rey de Asiria (810–783), invadió Siria desde el 805 al 802 y nuevamente en el 796. En el 760 a.c. aprox., el profeta Amós condenó a Damasco y a sus reyes Hazael y Ben-adad (Amó 1:3-5).
Tiglat-pileser III, rey de Asiria (744–727), amenazó una vez más a Damasco. El rey Rezín de Damasco se unió a Peka, rey de Israel, aprox. en el 734 a.c. en un esfuerzo para detener a los asirios. Marcharon a Jerusalén y trataron de forzar a Acaz, rey de Judá, para que se uniera a ellos en la lucha contra Siria (2Re 16:5). El profeta Isaías advirtió a Acaz que no se aliara con Siria e Israel (Isa 7:1-25). También profetizó que Asiria destruiría Damasco (Isa 8:4; comp. cap. Isa 17:1-14). Si bien Rezín, rey de Damasco, hasta cierto punto tuvo éxito militar (2Re 16:5), no pudo lograr que Acaz, rey de Judá, cooperara con él. Tampoco pudo Isaías. En su lugar, Acaz envió dinero a Tiglat-pileser y le pidió que rescatara a Judá de manos de Israel y Damasco. Los asirios respondieron rápidamente, capturaron Damasco en el 732 a.c. y enviaron al exilio a los líderes de la ciudad (2Re 16:7-9). Damasco tuvo una última influencia sobre Judá porque cuando Acaz fue a Damasco a pagar tributo a Tiglat-pileser, le gustó el altar en ese lugar y mandó hacer una copia para el templo de Jerusalén (2Re 16:10-16). En los años 727 y 720 Damasco luchó contra Asiria para obtener independencia, pero sin éxito. De ese modo, se convirtió en un estado cautivo primero de los asirios, luego de los babilonios, persas, griegos, ptolomeos y seléucidas. Finalmente, Roma tomó el control bajo el gobierno de Pompeyo en el 64 a.c. Los judíos comenzaron a emigrar a Damasco y establecer sinagogas en esa ciudad. Por lo tanto, Saulo fue a Damasco para determinar si había creyentes en Cristo que estuvieran adheridos a las sinagogas a fin de perseguirlos (Hch 9:1-43), y el camino a Damasco se transformó en el lugar donde Saulo se convirtió y fue presentado a la iglesia pero tuvo que escapar de allí escondido en un canasto para comenzar su ministerio (2Co 11:32-33). Damasco ganó importancia y finalmente se convirtió en colonia romana. Ver Baal; Ben-adad; Hadad; Siria.

 

Trent c. Butler

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