Significado de DIOS, NOMBRES DE Según La Biblia | Concepto y Definición

DIOS, NOMBRES DE Significado Bíblico

¿Qué Es DIOS, NOMBRES DE En La Biblia?

El nombre de Dios encierra una clave importante para la comprensión de las doctrinas divinas y de la revelación. El nombre de Dios es una manifestación personal y revela la relación de Él con Su pueblo. Su nombre se conoce porque Dios decide darlo a conocer. Para el pensamiento hebreo, Dios se hallaba al mismo tiempo escondido y revelado, y era trascendente e inmanente. Aunque era misterioso, alto e inaccesible, mediante la revelación de Su nombre hizo desaparecer la brecha que lo separaba de la humanidad. Ver Nombres.

 

La verdad del carácter de Dios se centra en Su nombre. El nombre divino revela el poder, la autoridad y la santidad de Dios. Esto explica la gran reverencia de Israel hacia el nombre de Dios. Los Diez Mandamientos prohíben violar el nombre divino (Éxo 20:7; Deu 5:11). Cuando los profetas pronunciaban el nombre de Dios hablaban con autoridad. Los votos que se efectuaban en el nombre de Dios eran vinculantes, y las batallas que se peleaban en Su nombre eran victoriosas. Las otras naciones no le temían a Israel por ser una nación poderosa sino porque se apoyaba en el nombre del Señor. En el NT, el nombre de Dios tiene su máxima expresión en Jesucristo. A Él se lo denomina “el Verbo” (Jua 1:1), y Jesús mismo declara haber revelado el nombre de Dios (Jua 17:6). El nombre divino es la promesa que Él hizo de habitar con Su pueblo.
Dios de los padres
Antes de que Moisés se encontrara con Dios en el Desierto de Madián, la divinidad era comúnmente conocida como Dios de los padres. En este concepto se empleaban diversos nombres para Dios, muchos de los cuales estaban asociados con la antigua palabra semítica El.
El es un término genérico para Dios o deidad. Aparece en otros idiomas antiguos aparte del hebreo. Se pueden observar similitudes con la actual palabra árabe para Dios, Al o Alá. El alude a un poder asombroso que instila en la humanidad temor o reverencia misteriosos.
Si bien El era un término que las religiones paganas o politeístas empleaban para referirse a Dios, no es una designación para una fuerza impersonal como sucede en el animismo. Los paganos adoraban a El como un Dios alto y elevado. Era el Dios principal del panteón cananeo. Ver Canaán.

 

En la Biblia, el nombre El suele referirse a la deidad en contraposición a la revelación histórica particular que se asocia con el nombre “Yahvéh” (ver más abajo). No obstante, en la mayoría de los casos se emplea indistintamente como sinónimo de Yahvéh, el Dios de Israel, y se traduce “Dios”.
Uno de los usos más interesantes de El se presenta cuando se lo une a otros términos a fin de revelar el carácter de Dios. Estas son algunas de las combinaciones:
El-Shaddai
“Dios de los montes” o “El Dios Todopoderoso”. Este término se relaciona más íntimamente con el período patriarcal y se halla con más frecuencia en los libros de Génesis y Job. Éxo 6:3 señala El-Shaddai como el nombre revelado a los patriarcas. Dios lo empleó para establecer Su pacto con Abraham (Gén 17:1-2).
El-Elyon
“El Dios Altísimo” o “El Exaltado” (Núm 24:16; 2Sa 22:14; Sal 18:13). Melquisedec era sacerdote de El-Elyon y bendijo a Abraham en ese nombre (Gén 14:19-20) al decir “creador de los cielos y de la tierra”. Los cananeos de Ugarit también adoraban a Dios como El-Elyon. Pareciera que El-Elyon se hallaba íntimamente vinculado con Jerusalén.
El-Olam
“Dios de la eternidad” o “Dios eterno” (Gén 21:33; Isa 26:4; Sal 90:2). La soberanía divina se extiende más allá del tiempo y de nuestra capacidad para ver o entender.
El-Berit
El “Dios del pacto” (Jue 9:46) transforma al Baal-berit cananeo (Jue 8:33) a fin de demostrar que solo Dios establece y guarda el pacto.
El-Roi
“Dios que me ve” o “Dios de visión” (Gén 16:13). Dios ve las necesidades de Su pueblo y responde.

 

Elohim
Forma plural de la deidad. Término utilizado con frecuencia y que constituye la más amplia de las combinaciones correspondientes a “El”. La pluralidad de esta palabra no alude al politeísmo. Es un plural de majestad. Es una revelación de la naturaleza infinita de Dios. En el relato de la creación leemos: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen” (Gén 1:26). Este nombre sugiere que existe un misterio en cuanto al Dios Creador que la humanidad no puede comprender en plenitud. Dios es Señor absoluto e infinito sobre la creación y la historia. El creyente observa en este término un indicativo de la realidad trinitaria de la creación.
Otros usos
El nombre El se combina a menudo con otros sustantivos o adjetivos. Algunos ejemplos: Isra-el (alguien gobernado por Dios); Bet-el (casa de Dios), Peni-el (rostro de Dios). En el relato de la crucifixión (Mar 15:34), Jesús empleó una forma de El cuando citó el Sal 22:1-31 al exclamar desde la cruz, “Eloi, Eloi”, “Dios mío, Dios mío”.
Nombre de Dios para el pacto
El nombre de Dios en el pacto fue “Yahvéh”. La fe de Israel constituía una nueva respuesta a Dios en función de esta manifestación. Este nombre era tan exclusivo y poderoso que Dios estableció un pacto con Su pueblo sobre la base de Su propia revelación. Los títulos de Yahvéh aparecen en algunas traducciones españolas como Jehová. Ver YHWH, YHVH.

 

Yahvéh-Jireh
“Jehová proveerá” (Gén 22:14). Este es el nombre del sitio donde Dios proveyó un carnero para que Abraham sacrificara en lugar de Isaac. Este nombre es un testimonio de la liberación que otorga Dios.
Yahvéh-Nissi
“Jehová es mi estandarte” (Éxo 17:15). Moisés le atribuyó este nombre a Dios después de la victoria sobre los amalecitas. El nombre de Dios se consideraba un estandarte bajo el cual Israel podía salir para alcanzar la victoria. El nombre del Señor era el grito de batalla.
Yahvéh-Mekaddesh
“El Señor santifica” (Éxo 31:13). La santidad es la revelación esencial del carácter de Dios y Él llama a un pueblo que es colocado aparte, separado.
Yahvéh-Shalom
“Jehová es paz” (Jue 6:24). Este fue el nombre del altar que Gedeón edificó en Ofra para expresar que Dios le concede bienestar a Su pueblo y no muerte.

 

Yahvéh-Sabaot
“Jehová de los ejércitos” (1Sa 1:3; Jer 11:20; comp. 1Sa 17:45). También se puede traducir “Señor Todopoderoso”. Representa el poder de Dios sobre las naciones y estaba íntimamente relacionado con Silo, con el arca del pacto y con la profecía. El título designa a Dios como rey y gobernante de Israel, de sus ejércitos, de su templo y del universo en pleno.
Yahvéh-Rohi
“Jehová es mi pastor” (Sal 23:1). Dios proporciona cuidado amoroso hacia Su pueblo.
Yahvéh-Tsidkenu
“Jehová, justicia nuestra” (Jer 23:5-6; Jer 33:16). Este es el nombre que Jeremías le dio a Dios, el Rey justo que gobernaría sobre Israel después de regresar del cautiverio. Él iba a establecer un nuevo reino de justicia.
Yahvéh-Shammah
“El Señor está presente” (Eze 48:35). Es el nombre divino que se vincula con la restauración de Jerusalén, el lugar de la morada de Dios.
Otros nombres
Baal
Este era el dios principal del panteón cananeo. En algunas religiones antiguas, Baal y El se podían utilizar de manera indistinta. En Israel existían tendencias a identificar a Baal con Yahvéh, pero la adoración a Baal era incompatible con el monoteísmo hebreo. Los profetas, tal como sucedió en el caso de Elías y Oseas, invocaban al pueblo para que se alejara de dichas tendencias y regresara al pacto.
Adon o Adonai
Es un título de autoridad y honor. Se puede traducir “Señor”. No es un título exclusivo de la deidad porque se empleaba también para dirigirse a un superior, como en el caso de un rey o un amo. En este sentido se lo utiliza para atribuirle a Dios la honra y la adoración más elevadas. Adon o Adonai se usaba a menudo en combinación con Yahvéh. Con el paso del tiempo, Adonai sustituyó a Yahvéh. En el período posexílico adoptó una connotación referente al señorío absoluto de Dios.
Títulos simbólicos
Una característica sobresaliente en las Escrituras es el uso de lenguaje figurativo. Muchos de los nombres de Dios son simbólicos, ilustrativos o figurativos.
Anciano de días
(Dan 7:9; Dan 7:13; Dan 7:22) El cuadro corresponde a un hombre viejo que ha vivido muchos años. Desde luego, esta no es una descripción literal de Dios sino una confesión de que Él vive para siempre y que Su reino es eterno. Su reinado abarca toda la extensión de las edades. A diferencia de la descripción que hacen otras religiones, donde los dioses se hallan limitados al tiempo, Yahvéh está activo en el tiempo y la historia. Él le confiere sentido a la historia y la conduce hacia un fin. Él es “desde el siglo y hasta el siglo” (Sal 90:2).
Roca
(Deu 32:18; Sal 19:14) Dios es fuerte y permanente. En ocasiones, a Yahvéh se lo identifica como “la Roca de Israel”.
Refugio
(Sal 9:9; Jer 17:17) Dios es asilo frente al enemigo.
Fortaleza
(Sal 18:2; Nah 1:7) Dios es defensa (fuerte) contra el enemigo.
Escudo
(Gén 15:1; Sal 84:11) Dios es protección.
Sol
(Sal 84:11) Dios es fuente de luz y vida.
Refinador
(Mal 3:2-3) Dios es purificador.
Nombres con connotación política
Muchas descripciones de Dios surgen de la vida política.
Rey
En el antiguo Oriente era común dirigirse a los dioses como rey. A Yahvéh también se le atribuía el reinado. El pueblo del pacto lo tenía que obedecer como Soberano. Este título es la clave para entender el concepto del reino de Dios, que es el que más se utiliza en las Escrituras para describir el gobierno divino.
Juez
El juez constituía el gobernante político durante la época de la confederación tribal. Yahvéh era el juez que mediaba en las disputas, ordenaba las cosas e intervenía a favor de Israel durante las campañas militares.
Pastor
A Dios se lo suele describir como pastor. Este era un término que encierra los conceptos de protección y alimentación para describir el cuidado de Dios hacia Su pueblo escogido. También tenía implicancias políticas o gubernamentales. Yahvéh es el Rey Pastor (Eze 34:1-31). En el NT, la imagen de Dios como pastor se sigue utilizando en parábolas (Luc 15:4-7) y en el Evangelio de Juan donde Jesús mismo hace una descripción de Cristo como buen pastor (Jua 10:1-18).
Dios el Padre
En el AT, la palabra “padre” se emplea en referencia a Dios a fin de describir el íntimo reinado que Él disfruta con los que lo adoran. Hay muchas alusiones figuradas a la paternidad de Dios. “Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen” (Sal 103:13). Dios es un padre para Israel (Jer 31:9) y se habla de Israel como Su “hijo” (Éxo 4:22; Ose 11:1).
Padre es el título distintivo de Dios en el NT. Jesús les enseñó a Sus discípulos a emplear la forma aramea Abba, término afectivo que se aproxima a nuestra palabra “Papi”, para dirigirse al Padre celestial. Ver Abba.

 

Padre adquiere mayor significado cuando se lo asocia con otras designaciones:
Padre nuestro (Jesús les enseñó a Sus discípulos a dirigirse a Dios de este modo cuando oraran; Mat 6:9);
Padre de misericordias (2Co 1:3);
Padre de las luces (Stg 1:17);
Padre de gloria (Efe 1:17);
Cuando el título Padre se yuxtapone a la palabra “Hijo” se entiende el significado del nombre de Dios en relación con Jesucristo. La declaración de Cristo en cuanto a haber venido en nombre del Padre revela que era el único representante de Dios (Jua 5:43). Él comparte la autoridad inherente del Padre, y las obras realizadas en el nombre de Su Padre dan testimonio de esta relación especial (Jua 10:25). Cristo proporcionó una revelación plena de Dios porque declaró claramente Su nombre (Jua 12:28; Jua 17:6). Ver Jehová; Yahvéh.

 

Brad Creed

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