Significado de EFESIOS, CARTA A LOS Según La Biblia | Concepto y Definición

EFESIOS, CARTA A LOS Significado Bíblico

¿Qué Es EFESIOS, CARTA A LOS En La Biblia?

Si bien no es la más larga de las epístolas paulinas, es la que mejor expone los conceptos básicos de la fe cristiana.
Pablo y los efesios
No se ha encontrado información precisa sobre la introducción del cristianismo a Éfeso. A partir de Hch 13:1 a Hch 14:28 sabemos que el cristianismo fue llevado a la península asiática desde temprano. Pablo y Bernabé, durante el primer viaje misionero alrededor del 45–48 d.c. , llevaron el cristianismo a Cilicia, Panfilia y Frigia. La religión recientemente establecida se desplazó inevitablemente hacia el oeste, a la costa de la floreciente ciudad de Éfeso, una ciudad de múltiples religiones, dioses y diosas.
Al final del segundo viaje misionero, alrededor del 49–52 d.c. , Pablo dejó Acaya (Grecia) y llevó consigo a Aquila y a Priscila. Se detuvieron en Éfeso y observaron la situación de aquella ciudad donde florecían tantas religiones. Los efesios le insistieron a Pablo para que se quedara allí pero no aceptó. Partió por mar hacia Antioquía y dejó allí a Aquila, a Priscila, y quizás a Timoteo, para que difundieran el testimonio cristiano (Hch 18:1-28; Hch 19:1-41; Hch 20:1-38; Hch 21:1-40). Regresó a Éfeso durante el tercer viaje misionero y experimentó el triunfo tanto sobre el reto constituido por los líderes religiosos judíos, como también sobre las religiones grecorromanas representadas en el culto a la diosa griega Artemisa (nombre romano: Diana; Hch 19:24).
Su ministerio en Éfeso duró tres años. De allí viajó a Jerusalén, donde fue arrestado por los judíos y entregado a las autoridades romanas. Fue retenido en la prisión de Cesarea por dos años (Hch 21:15-40; Hch 22:1-30; Hch 23:1-35; Hch 24:1-27; Hch 25:1-27; Hch 26:1-32). Luego lo enviaron a Roma, donde lo pusieron nuevamente en prisión por dos años más (Hch 27:1-44; Hch 28:1-31).
Los intérpretes tienen opiniones divididas acerca de cuándo y dónde fue escrita la Carta a los Efesios. Estos dos arrestos de Pablo son los únicos casos de importancia para esclarecer cuándo y dónde se escribieron las Epístolas de la Prisión. En estas cuatro epístolas, Pablo declara estar en la cárcel.
Otra pregunta relacionada e igualmente debatida es el año y el lugar en que Pablo escribió cada una de las epístolas. Por lo que sabemos, solo dos opciones parecen viables: Cesarea y Roma. La opinión mayoritaria a través de la historia cristiana ha favorecido a Roma. Una pequeña minoría de intérpretes afirma que escribió desde Cesarea.
Ha surgido una tercera opinión a partir de Col 4:16, donde Pablo insta a la iglesia de Colosas a intercambiar cartas con la vecina iglesia de Laodicea para que las dos obtengan el beneficio de ambas epístolas. Esta opinión, que nunca tuvo gran aceptación, se apoya en la idea de que Pablo escribía desde una prisión en Éfeso y que la carta a los “laodicenses” es la que tenemos en la Biblia como Efesios.
Una revisión de este tema extremadamente complejo y extenso nos deja con la impresión subjetiva de que las cuatro Epístolas de la Prisión se escribieron durante su encarcelamiento en Roma alrededor del 61–62 d.c. Igualmente subjetiva es la opinión de que fueron escritas en este orden: Efesios, 61 d.c. ; Colosenses, 61 d.c. ; Filemón, 61 d.c. ; Filipenses, 62 d.c.
Introducción a la epístola
La motivación de Pablo para escribir esta carta fue el reto que enfrentaba el cristianismo ante otras religiones y filosofías de la época. Él estaba convencido de que la religión que proclamaba era la única forma de redención del pecado y de llegar a ser hijos de Dios.
El desafío era la lucha de la mente humana en su búsqueda de la “buena vida”. Aun en el judaísmo, la cuna del cristianismo, esta fe enfrentó esa agresiva disputa.
Pablo se oponía a un judaísmo que consideraba transformado en una religión de logros humanos, que cumplía con las obras de la ley como medio para estar bien con Dios. Él proponía al cristianismo como una religión de provisión divina; la salvación por medio de la fe es la provisión por parte de Dios de aquello que los seres humanos nunca podrían obtener por sí mismos.
Esta distinción fue también lo que produjo el conflicto entre el cristianismo y la filosofía griega y las religiones naturales grecorromanas. El punto de vista cristiano es que la “vida buena” llega a través de la fe y no mediante procesos intelectuales, especulaciones y reglas de conducta en la integración de la personalidad.
Análisis de la epístola: Teología y ética
Siguiendo el modelo de todas sus epístolas, Pablo se presentó como apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios; ni por voluntad humana ni aun por la suya, sino por voluntad de Dios. Esa era la fuerza motivadora de su vida.
La expresión “en Éfeso” no aparece en los manuscritos más antiguos de Efesios pero sí en muchos de los más confiables. Esta omisión condujo a especular que, al escribir la epístola, Pablo dejó un espacio en blanco para que esta sirviera como carta circular dirigida a varias iglesias. Cuando la epístola se leía en una iglesia, la persona que leía insertaba el nombre de esta, por ej. en Laodicea, en Hierápolis, en Colosas, etc. Es más, un manuscrito de mediados del siglo II llevaba en ese espacio la inscripción “en Laodicea”.
“Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo” (Efe 1:2) está en todas las epístolas de Pablo. Siempre está en ese orden, gracia y paz. La gracia es la obra del Padre mediante la cual se obtiene la salvación del pecado. La paz es el estado del alma del creyente después de que la gracia ha obrado. Están en ese orden porque no puede haber paz en el corazón hasta tanto la gracia haya hecho su obra.
Siguiendo un modelo usado frecuentemente en las epístolas de Pablo, se desarrollan dos temas fundamentales. Primero hay una sección principal sobre algún tema teológico. Después sigue una sección importante sobre ética que surge del tema teológico. En el NT, la teología y la ética están inseparablemente unidas; no deben separarse nunca.
En la sección teológica (Efe 1:3-23; Efe 2:1-22; Efe 3:1-21), Pablo centró la atención en el plan y la propagación de la redención. Comenzó con un modelo literario de poema o himno de alabanza a Dios por lo que Él hizo al brindar salvación a la humanidad pecadora. La provisión de la redención se presenta como obra de la Trinidad: el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. La expresión “para alabanza de la gloria de su gracia” se repite al final de cada sección con una leve variación.
Pablo pasó al agradecimiento a fin de mostrar las bendiciones de la redención (Efe 1:15-23; Efe 2:1-10). Quería que sus lectores conocieran mejor a Cristo, el Cristo que permite que los creyentes tengan el poder incomparable que lo resucitó a Él y que gobierna en esta era y en la que vendrá. Este poder puede llegarles a personas que estaban muertas en pecado pero que son salvas por la gracia y resucitadas con Cristo para participar en Su gobierno, pero también para vivir por gracia en las buenas obras que Dios ha preparado para que realice Su pueblo.
Pablo acudió al lenguaje imperativo para explicar cómo se propaga la redención (Efe 2:11-22; Efe 3:1-21). Un pueblo sin esperanza, separado del pueblo del pacto, ha experimentado salvación por medio de la sangre de Cristo. Así, la unidad de todas las razas se logra por medio de Él. En la cruz trajo paz y proveyó el acceso a Dios por medio del Espíritu Santo. La iglesia de Cristo, construida sobre el fundamento de los apóstoles y que sirve como morada del Espíritu de Dios, los reúne a todos. Esta buena noticia es un misterio, un misterio que Dios invita a Su pueblo a compartir con otras personas por medio de la gracia divina, y un misterio que permite que todas las personas se acerquen a Dios con confianza y libertad. Pablo pasó a la oración para concluir esta sección y revelar la meta de la redención (Efe 3:14-21). Su oración pedía que Cristo habitara en los creyentes para que estuvieran arraigados en el amor y pudieran aprehender la maravillosa grandeza de ese amor.
En la sección sobre ética (Efe 4:1-32; Efe 5:1-33; Efe 6:1-24), Pablo se ocupó de la aplicación de la redención a la iglesia, a la vida personal y al quehacer cotidiano. Los imperativos éticos dominan la sección. Buscaba la unidad en el Espíritu, es decir, un cuerpo, un Espíritu, una esperanza, un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre. Dentro de la unidad elogiaba la diversidad de los individuos en el seno de la iglesia, una diversidad originada en los diferentes dones que da Cristo. El uso de los dones dentro de la iglesia conduce a la madurez de la iglesia y de sus miembros. La madurez supone crecer en Cristo, en Su amor, mientras cada uno hace las obras que Dios le encomendó y sin tratar de hacer lo que se les asignó a otros.
Esto trae consecuencias en la vida personal y requiere una transformación total del estilo de vida de los incrédulos. Sin fe, la persona está condenada a una vida de pasiones egoístas y de disipación mundana. El creyente adquiere las características de Dios en santidad, pureza y rectitud. Un elemento central de esto se halla en el lenguaje humano, que declara la verdad y dice aquello que ayuda a edificar a los demás. El enojo y la malicia deben transformarse en amor, compasión y perdón. Andar en la luz significa agradar a Dios y mostrar lo pecaminoso de las acciones impías. Esta es la senda sabia que evita los espíritus embriagadores y va al único Espíritu que conduce a la alabanza y la adoración. Esto cambia nuestro papel en el hogar. La sumisión mutua es clave, una sumisión motivada por la lealtad a Cristo y el amor hacia el cónyuge. Ese amor sigue el ejemplo del amor de Cristo por Su iglesia. Los padres esperan respeto de parte de los hijos mientras los entrenan en el camino de amor del Señor. Asimismo, los amos y los siervos se respetan y ayudan mutuamente. Para completar su carta, Pablo instó a sus lectores a colocarse la armadura del Señor para evitar las tentaciones de Satanás. Esto conducirá a una vida de oración por uno mismo y por los otros siervos de Dios. Esto llevará a interesarse en los demás creyentes y recibir aliento de parte de ellos. Como de costumbre, Pablo concluyó su carta con una bendición, pidiendo paz, amor, fe y gracia para sus amados lectores.
Bosquejo
I. Salutación: el apóstol saluda a la iglesia (Efe 1:1-2)
II. Teología: el plan de redención conduce a la propagación de la redención (Efe 1:3-23; Efe 2:1-22; Efe 3:1-21)
A. El plan de la redención (Efe 1:3-14)
1. La obra del Padre: Él nos ha elegido y nos ha bendecido en Cristo, predestinándonos para ser sus hijos (Efe 1:3-6)
2. La obra del Hijo: Él brinda redención y perdón de pecados por medio de Su sangre (Efe 1:7-12)
3. La obra del Espíritu: nos sella como posesión preciada de Dios (Efe 1:13-14)
B. Las bendiciones de la redención (Efe 1:15-23; Efe 2:1-10)
1. Una clara comprensión de la naturaleza de la redención (Efe 1:15-19)
2. Una comprensión completa de la naturaleza de Cristo (Efe 1:20-23)
3. Una transición de la muerte espiritual a la vida espiritual (Efe 2:1-9)
4. Una vida de buenas obras (Efe 2:10)
C. La propagación de la redención (Efe 2:11-22; Efe 3:1-21)
1. La redención es para todos, al margen de la raza (Efe 2:11-13)
2. La redención hace que todos sean uno en Cristo (Efe 2:14-22)
3. La redención debe ser revelada a la gente por medio de personas (Efe 3:1-13)
4. La redención tiene un objetivo: la revelación de la naturaleza del amor de Dios por medio de Cristo (Efe 3:14-21)
III. Ética: La redención es aplicada a la vida de la iglesia, a la personal y a la doméstica (Efe 4:1-32; Efe 5:1-33; Efe 6:1-24)
A. La aplicación de la redención a la vida de la iglesia (Efe 4:1-16)
1. El Espíritu Santo produce unidad (Efe 4:1-6)
2. Cristo provee diversidad de dones (Efe 4:7-11)
3. La unidad en el Espíritu y los dones de Cristo producen madurez (Efe 4:12-16)
B. La aplicación de la redención a la vida personal (Efe 4:17-32; Efe 5:1-21)
1. Los deseos y las prácticas de la antigua manera de vivir se terminan (Efe 4:17-32)
2. En la nueva manera de vivir, los redimidos aprenden a andar en amor (Efe 5:1-5)
3. En la nueva manera de vivir, los redimidos aprenden a andar en la luz (Efe 5:6-14)
4. En la nueva manera de vivir, los redimidos aprenden a andar con sabiduría (Efe 5:15-21)
C. La aplicación de la redención a la vida doméstica (Efe 5:22-33; Efe 6:1-9)
1. Los deberes mutuos entre esposos (Efe 5:22-23)
2. Los deberes mutuos entre padres e hijos (Efe 6:1-4)
3. Los deberes mutuos entre amos y siervos (Efe 6:5-9)
IV. Conclusión: Preparación para el conflicto espiritual en la vida (Efe 6:10-24)
A. Saber que Dios es nuestro aliado y Satanás nuestro enemigo (Efe 6:10-12)
B. Ponerse la armadura que Dios provee (Efe 6:13-17)
C. Orar para que los líderes cristianos tengan valor (Efe 6:18-20)
D. Comunicarse con otros y alentarse mutuamente (Efe 6:21-22)
E. Vivir bajo la bendición de la paz, el amor, la fe y la gracia de Dios (Efe 6:23-24)

Ray Summers

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