Significado de EL FIN DE LOS TIEMPOS, DISCURSO Según La Biblia | Concepto y Definición

EL FIN DE LOS TIEMPOS, DISCURSO Significado Bíblico

¿Qué Es EL FIN DE LOS TIEMPOS, DISCURSO En La Biblia?

Sermón importante que predicó Jesús en el Monte de los Olivos; dio instrucciones sobre el fin de los tiempos y la destrucción de Jerusalén. El discurso (Mat 24:1-51; Mat 25:1-46; Mar 13:1-37) es parcialmente apocalíptico porque emplea lenguaje simbólico y futurista que lo hace difícil de comprender. Partes de este discurso aparecen dispersas a través de Luc 12:1-59; Luc 13:1-35; Luc 14:1-35; Luc 15:1-32; Luc 16:1-31; Luc 17:1-37; Luc 18:1-43; Luc 19:1-48; Luc 20:1-47; Luc 21:1-38.
Significado de las señales (Mat 24:4-8)
Las declaraciones iniciales advierten contra la creencia errónea en señales engañosas que de ningún modo indican el fin del mundo. Estas señales se produjeron en la época de Jesús y precedieron la destrucción de Jerusalén, el acontecimiento que predominaba en la mente del Señor y para el cual procuraba preparar a Sus discípulos. Estos sucesos están vigentes aún después de 2000 años, evidencia adicional de que no anunciaban el fin de los tiempos.
Tiempo de persecución (Mat 24:9-14)
Estos versículos sugieren la existencia de un período de tremenda angustia. Muchos dirían que es una referencia a un tiempo de sufrimiento final inmediatamente previo a la parousia (el retorno o segunda venida de Cristo; Mat 24:14). La afirmación de Jesús de que se debe predicar el evangelio en todo el mundo parece fortalecer esta opinión. “Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo” (Mat 24:13) podría aludir al período inmediatamente antes de la parousia. También podría vincularse con el final de algún otro suceso, como la destrucción de Jerusalén. La opresión de los cristianos y la traición familiar eran comunes. Los cristianos despreciados y sujetos a grandes padecimientos describen de manera precisa la situación de Judea antes de la guerra judía, 66–70 d.c. , cuando Tito destruyó la ciudad.
La abominación desoladora (Mat 24:15-22)
Historias extrabíblicas describen la profanación del templo de Jerusalén en el 167 a.c. a manos de Antíoco Epífanes, que edificó allí un altar a Zeus. Ese acontecimiento generalmente se considera como el cumplimiento de la profecía de Daniel (Dan 11:31). No obstante, Jesús aplicó esa profecía a un futuro derrocamiento de Jerusalén llevado a cabo por los ejércitos de Tito. El horror de este sitio no tuvo precedentes. El templo y la ciudad fueron completamente destruidos. Ver Intertestamentario, Período.
La segunda venida de Cristo (Mat 24:26-51; Mat 25:1-46)
Jesús habló en lenguaje simbólico acerca de Su venida. En los escritos apocalípticos se empleaban comúnmente sucesos sobrenaturales desencadenados en los cielos a fin de describir lo indescriptible, pero también para ocultar aquellas cosas que debían permanecer ocultas. Gran parte de los planes de Dios constituyen un misterio, pero Jesús reveló lo necesario. La venida del Hijo del Hombre será totalmente visible a todos y “a la hora que no pensáis” (Mat 24:44). Él vendrá en las nubes con gran poder (Hch 1:9-11). La señal de Su parousia tiene un significado poco claro. El sermón se interrumpe con la declaración: “no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca” (Mat 24:34). Jesús no estaba confundido ni equivocado en cuanto a estos eventos. Él aludió a la destrucción de Jerusalén que se produjo durante esa generación como un anticipo de Su venida definitiva. Las parábolas con las que concluye enseñan sobre la necesidad de permanecer alerta. El discurso termina con una descripción del juicio final. Su mensaje esencial es un llamado a estar preparados cuando Jesús regrese.

Diane Cross

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