Significado de GOBIERNO Según La Biblia | Concepto y Definición

GOBIERNO Significado Bíblico

¿Qué Es GOBIERNO En La Biblia?

Se define de dos maneras generales, ya sea en término de los oficiales o de las instituciones. En lo relativo a los oficiales, el término gobierno hace referencia a la autoridad soberana que rige sobre un pueblo. En cuanto a las instituciones, gobierno se relaciona con las costumbres, las tradiciones, las leyes y las organizaciones.
Muchas definiciones corrientes del término civilización incluyen la presencia de un gobierno fuerte y centralizado como elemento constitutivo. El surgimiento de los primeros imperios al principio de la Edad de Bronce temprana se relaciona en parte con la aparición de gobiernos centralizados. Esa forma de gobierno era necesaria para la construcción y el mantenimiento de canales que se empleaban para la irrigación en la Mesopotamia. También era necesaria para la formación de un ejército permanente. El amplio comercio internacional requería un poder gubernamental sobre las instituciones económicas.
Para entender el punto de vista bíblico sobre el gobierno es necesario recordar que la teología bíblica presenta al pueblo de Israel de la antigüedad como una teocracia, es decir, que Dios era el rey y el que gobernaba (Jue 8:22-23; 1Sa 8:7-9; Sal 93:1-5; Sal 94:1-23; Sal 95:1-11; Sal 96:1-13; Sal 97:1-12; Sal 98:1-9; Sal 99:1-9; Rom 13:1-4). La autoridad suprema reside en Dios y solo en Él. Por lo tanto, la voluntad de Dios limita y condiciona el gobierno humano. El mejor gobernante será quien mejor se ajuste a los designios de Dios para un gobierno justo.
Estructuras de gobierno de los hebreos de la antigüedad
Para comprender la estructura de gobierno bíblico es necesario comenzar con el período de los patriarcas. Durante esta época, los hebreos no tenían un gobierno centralizado. La unidad más importante era la familia completa, o en un plano más amplio, la tribu. El gobierno se basaba en la familia. La primera unidad de autoridad o gobierno era la familia o la casa del padre. Esta unidad de la sociedad se adecúa mejor a nuestra designación de la familia más amplia, que generalmente incluía dos o más generaciones que vivían juntas. El hombre más anciano era, por lo general, el líder de la familia, el patriarca. Por lo tanto era el jefe oficial de la familia y del gobierno. El clan componía el nivel siguiente de organización social, generalmente el AT lo llama familia (heb. mishpahah). El clan se componía de numerosos círculos familiares relacionados entre sí. Se designaba a un individuo como jefe o líder de cada clan. La tribu conformaba el siguiente nivel social (heb. shevet), compuesta por numerosos clanes. Una tribu podía tener como líder a un jefe o incluso un príncipe. Finalmente, un grupo de tribus podía conocerse como pueblo (heb. ‘am). La tribu era la unidad social que se mencionaba con mayor frecuencia aparte de la familia o el círculo familiar más amplio. Las tribus no eran necesariamente demasiado grandes sino más bien grupos pequeños y aislados, en especial antes de la época de Saúl y David. Ver Familia.
En épocas recientes se ha establecido un debate en cuanto a que la estructura de las tribus y los clanes no se basaba en el parentesco sino que se agrupaban para defenderse mutuamente. Por lo tanto, dos o tres aldeas que se unían podían constituir un clan, y una tribu se podía formar con dos o tres clanes. Esto sucedió en el período posterior a la conquista de Canaán. Por lo tanto, muchos eruditos argumentan que el canto de Débora (Jue 5:1-31) hace referencia a que los guerreros pertenecían a una estructura de gobierno tribal y no a un grupo familiar.
Generalmente se da por sentado que la sociedad patriarcal era nómada o seminómada. Si se tiene en cuenta la estructura de las tribus nómadas modernas que se basan en una organización patriarcal, es probable que la sociedad hebrea haya sido democrática. La tribu tomaba decisiones en base a la discusión entre todos los hombres adultos. No todos ellos tenían la misma autoridad. Los más ancianos tenían mayor autoridad tanto durante ese período como en los posteriores.
Probablemente, los ancianos que lideraban un clan eran los líderes de las familias que lo componían. Es posible que los ancianos que lideraban una tribu fueran los líderes de las familias o los ancianos escogidos de cada clan. Por lo tanto, los ancianos eran los líderes de la comunidad local. Tenían la responsabilidad de decidir sobre asuntos religiosos y judiciales de la vida diaria. Los ancianos representaban a la comunidad en general en temas religiosos y militares. Generalmente acompañaban al líder. Podían hacer un pacto (2Sa 5:3) o tratado en representación del pueblo. Los ancianos regularmente impartían justicia en la puerta de la ciudad (Deu 21:19), y cumplían la función de cuerpo de gobierno en el período de la monarquía. Ver Anciano.
A partir del Éxodo, el AT presenta a Israel como un pueblo compuesto por numerosas tribus pero con un solo líder. Josué sucedió a Moisés como líder, y a él lo sucedieron los jueces. Aunque se describe a un líder principal, no hay indicación de un gobierno centralizado. Es cierto que el líder tenía gran autoridad, pero no lo respaldaba ninguna estructura de gobierno centralizado. Durante ese período existía una confederación de tribus. Luego del período de Moisés y Josué, Israel contó con el cargo de juez además del anciano. El juez no era esencialmente un funcionario judicial sino un líder militar carismático. Una característica típica era que reunían al ejército de Israel y vencían a los poderes opresores. Desde la época de Moisés, el cargo de juez incluía la autoridad para decidir en las causas judiciales (Deu 1:16; Deu 16:18-20; Deu 17:8-9). Con mayor frecuencia, el énfasis se encontraba sobre las proezas militares de los jueces (Jue 3:7-30). El libro de 1 Samuel inserta un cambio en este énfasis. El juez se convirtió en un funcionario sacerdotal, como sucedió con Elí y Samuel. Por lo tanto, el término “juez” parece tener un significado más amplio que el simple aspecto judicial. Sin duda, el juez parece haber sido el líder oficial de la confederación de tribus en el período previo a la monarquía. Es posible que el término no especificara la clase de líder al que se refería (sacerdotal, militar o judicial) sino que simplemente indicaba el liderazgo. Aunque hubo algunos casos en que el juez intentó que sus hijos lo sucedieran (como en el caso de Elí y de Samuel), generalmente el cargo no era hereditario (comp. los problemas de Abimelec; Jue 8:22-35; Jue 9:1-56). En este aspecto en particular, el cargo de juez era diferente al de rey que apareció más tarde. Aunque el período de los jueces tal vez haya conducido al desarrollo de la monarquía, son completamente diferentes. El juez mantenía un carácter tribal. Aunque diversas tribus podían unirse bajo el liderazgo de un juez para luchar contra un enemigo común, no se observó en ese período la permanencia, el carácter hereditario ni la corte real típicas de la monarquía. El juez era solo una extensión del líder o jefe de la tribu con una autoridad mayor que le conferían las tribus unidas bajo su liderazgo. En realidad, antes de Samuel, en raras ocasiones el juez cumplió un papel poderoso para mantener las tradiciones religiosas del pueblo (Jue 2:10; Jue 17:6; Jue 21:25).
El gobierno durante la monarquía
Con el comienzo de la monarquía surgió un modelo de organización totalmente nuevo. No solo se establece al rey como gobernante único para todo el pueblo, como una especie de jefe con autoridad a nivel nacional, sino que este se encontraba respaldado por una nueva estructura. El rey contaba con una corte que cumplía sus mandatos. Además de los líderes de los pueblos y tribus más antiguos, el rey tenía un nuevo plantel de funcionarios. Estos incluían oficiales militares y un ejército profesional junto con la antigua milicia de las tribus. La nación se dividía en distritos administrativos con administradores que actuaban junto al sistema antiguo de ancianos. La corte real y el ejército profesional requerían ingresos, por lo tanto, se desarrolló un sistema de impuestos con los funcionarios correspondientes. En la ostraca de Samaria, que registra los recibos de impuestos que varios estados le pagaban al gobierno, se encontró evidencia sobre este sistema impositivo. Asimismo, las asas de la vasija lamelek (que llevan una inscripción que literalmente significa “para el rey”) indican que se trataba de un impuesto o un producto de la industria real. Los proyectos de construcción requerían trabajo masivo, por lo tanto, el gobierno organizaba a los contingentes de obreros. Aún existía el antiguo sistema de gobierno local que tenía como base la ciudad y los ancianos, pero paralelamente al viejo sistema se desarrolló una burocracia en ciernes. En esta época, el gobierno también ingresó en el campo internacional y llevó a cabo guerras nacionales e internacionales. Negociaba tratados y alianzas, acuerdos comerciales y de servicio e incluso arreglaba y fijaba matrimonios reales. Funcionarios tales como “el que gobierna la casa”, una especie de secretario de estado o primer ministro; el historiador que era heraldo, secretario de prensa y también secretario de protocolo; el jefe de los escribas; consejeros; sacerdotes; profetas, todos componían la corte real (1Re 4:1-34). Además, el rey tenía muchos ayudantes a su servicio. El rey representaba el gobierno de toda la nación. La nación prosperaba cuando el rey y sus funcionarios eran justos y leales en el gobierno. La nación sufría cuando el rey y los funcionarios eran injustos. Asimismo, las acciones injustas de los oficiales de menor rango eran finalmente responsabilidad del rey. Por lo tanto, los profetas acusaban al rey por sus acciones y por las acciones de quienes estaban bajo su mando.
El gobierno bajo el control de los imperios extranjeros
Si el paso a la monarquía fue el cambio más revolucionario en el gobierno de Israel, el colapso de ese sistema marcó la segunda modificación más significativa. Se perdieron el gobierno propio y la independencia. Con toda seguridad, este cambio se sintió más a nivel nacional que local. Los ancianos continuaron en los cargos de líderes locales, pero los nuevos funcionarios militares e imperiales de los poderes conquistadores, primero Asiria y luego sucesivamente Babilonia, Persia, los griegos y los estados romanos, remplazaron a los oficiales de la realeza. Los impuestos engrosaban el tesoro del estado extranjero y además de la ley hebrea se debía obedecer un nuevo sistema legal. Esto se puede observar especialmente en el juicio a Jesús, que incluyó audiencias ante los tribunales religiosos (en ese tiempo la corte suprema judía) y las autoridades romanas. El liderazgo principal recaía sobre un gobernador local designado por el poder extranjero, como fue el caso de Nehemías, o incluso un gobernador extranjero, como sucedía con los procuradores romanos. Cuando a los reyes locales se les permitía que gobernaran, lo hacían solo como concesión del poder dominante y bajo el control de un ejército extranjero.
La caída del gobierno judío en manos de los sacerdotes comenzó en el período posexílico. La monarquía había terminado. La reestructuración de la sociedad impidió que el poder estuviera en manos de los políticos. El sacerdocio se fortaleció y gradualmente asumió mayor control de la autoridad judicial. Incluso los ancianos comenzaron a tener un rol especialmente religioso como funcionarios judiciales. La ley se convirtió virtualmente en sinónimo del pacto religioso, por lo tanto, la obediencia a la ley significaba mantener el pacto de Dios. Esto afectaba todas las áreas de la vida. Dicho arreglo no era necesariamente nuevo sino que se relaciona con la idea de que Dios es rey. La manera en que el poder se concentraba por completo en el campo sagrado, en oposición al secular, fue algo nuevo para el período posexílico y los siguientes. Debido a que el poder político no era mayormente posible, este se consolidó donde aún se podía ejercer, es decir, en el área religiosa. La religión simplemente se expandió para abarcar todos los aspectos de la vida.
En el NT encontramos a Judea gobernada por Herodes, designado por el gobierno romano. Posteriormente, un gobernante romano remplazó al rey. En esa época, la autoridad religiosa aún existía. El sumo sacerdote y el sacerdocio ejercían un poder considerable aunque se mantenía el nombre de autoridad “religiosa”. Tanto los ancianos como ciertos sacerdotes formaban parte del Sanedrín. Existían dos estructuras de autoridad que se respaldaban mutuamente, tal como en el caso de la monarquía. En esta época, el gobierno civil básicamente pertenecía al soberano extranjero, pero el poder religioso descansaba en las manos de los sacerdotes y el Sanedrín.

Joel f. Drinkard (h)

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