Significado de JUAN Según La Biblia | Concepto y Definición

JUAN Significado Bíblico

¿Qué Es JUAN En La Biblia?

Forma griega para el nombre hebreo Yohanan.
El apóstol Juan
Hijo de Zebedeo y hermano de Jacobo. Al comparar Mat 27:56 con Mar 15:40 vemos que la madre de Juan fue Salomé. Si ella era a la vez hermana de la madre de Jesús (Jua 19:25), entonces Juan era primo hermano de Jesús. No obstante, se trata de una cadena de asociaciones que no abandona el ámbito de las conjeturas. Como en las ocasiones en que se menciona a los dos hermanos, Jacobo se nombra en primer lugar, algunos suponen que Juan era el menor.
Los hijos de Zebedeo fueron unos de los primeros discípulos (Mat 4:21-22; Mar 1:19-20). Eran pescadores del Mar de Galilea que quizás vivieran en Capernaum. Su padre era lo suficientemente acaudalado como para tener “jornaleros” (Mar 1:20) y Luc 5:10 afirma que Jacobo y Juan eran “compañeros de Simón”.
En las listas de los Doce, siempre se menciona a Juan entre los cuatro primeros (Mat 10:2; Mar 3:17; Luc 6:14; Hch 1:13). Además estaba entre los tres del grupo más íntimo de Jesús que lo acompañaba en ocasiones especiales en los Evangelios sinópticos: cuando resucitó a la hija de Jairo (Mar 5:37), en la transfiguración (Mar 9:2) y en el huerto de Getsemaní (Mar 14:32-33). Andrés se sumó a estos tres cuando le preguntaron a Jesús sobre las señales de la inminente destrucción de Jerusalén (Mar 13:3).
Los hijos de Zebedeo reciben el sobrenombre Boanerges, “hijos del trueno” (Mar 3:17). Cuando un pueblo samaritano se negó a recibir a Jesús, ellos preguntaron: “Señor, ¿quieres que hagamos caer fuego del cielo para que los destruya?” (Luc 9:54 NVI). Las únicas palabras que se le atribuyen en forma específica a Juan en los Evangelios sinópticos son: “Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía” (Mar 9:38; Luc 9:49). En otra oportunidad, los dos hermanos solicitaron sentarse en sitios de honor, a la derecha y a la izquierda de Jesús, cuando Él estuviera en Su gloria (Mar 10:35-41; comp. Mat 20:20-24). En ambas ocasiones, Jesús reprendió a Juan. Luc 22:8 menciona a Pedro y a Juan como los dos discípulos enviados a preparar la Pascua para Jesús y los discípulos.
En el libro de los Hechos el apóstol Juan aparece cuatro veces junto a Pedro (Hch 1:13; Hch 3:1-11; Hch 4:13-20; Hch 8:14). Cuando Pedro sanó a un hombre, fueron arrestados, encarcelados y luego liberados. Eran “hombres sin letras y del vulgo” (Hch 4:13), pero respondieron a sus acusadores con osadía: “No podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído” (Hch 4:20). Posteriormente, Juan y Pedro fueron enviados a Samaria para confirmar la conversión de los samaritanos (Hch 8:14).
Pablo menciona a Juan solo una vez: “… Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas” de la iglesia, coincidieron en que Pablo y Bernabé fueran a los gentiles, mientras ellos trabajaban entre los judíos (Gál 2:9).
El Evangelio de Juan no menciona a Jacobo ni a Juan por nombre y contiene una sola referencia a los hijos de Zebedeo (Jua 21:2). En Jua 1:35 se menciona a un discípulo sin dar su nombre, que con Andrés fue uno de los discípulos de Juan el Bautista, y en Jua 18:15-16 se menciona a otro discípulo que ayudó a Pedro a ingresar a la casa del sumo sacerdote. Dicho discípulo bien podría haber sido el discípulo amado, que se reclinó sobre Jesús en la última cena (Jua 13:23-26), estuvo junto a la cruz con la madre de Jesús (Jua 19:25-27), corrió junto con Pedro hacia la tumba vacía (Jua 20:2-10) y reconoció al Señor resucitado luego de la pesca milagrosa (Jua 21:7). La necesidad de aclarar lo dicho por Jesús en cuanto a la muerte del discípulo amado (Jua 21:20-23) quizás sea indicativo de que dicho discípulo ya había muerto en la época en que el Evangelio de Juan fue terminado por quien habla en Jua 21:24-25, que atribuye el Evangelio al discípulo amado.
Al apóstol Juan se le atribuyen cinco libros del NT: el Evangelio, las tres epístolas y Apocalipsis. En cada caso, la postura tradicional de que el apóstol fue el autor puede remontarse hasta escritores del siglo II. Ni el Evangelio ni las cartas identifican al autor por su nombre. El autor del Apocalipsis se identifica como “Juan” (Apo 1:1; Apo 1:4; Apo 1:9; Apo 22:8), pero no más que eso. Gran parte del peso de la postura tradicional de que Juan fue autor del Evangelio radica en el testimonio de Ireneo, obispo de Lyon en Galia (130–200 d.C.). Sin embargo, esta tradición concuerda con los detalles del Evangelio. Tiene también credibilidad histórica en que Ireneo era de Asia Menor cuando se dice que se encontró con Policarpo de Esmirna, quien afirmaba haber sido instruido por el apóstol Juan.
Las leyendas sobre el apóstol siguieron mucho después de su muerte. Según la tradición, Juan vivió hasta edad muy avanzada en Éfeso, donde predicó sobre el amor y luchó contra la herejía, en especial las enseñanzas de Cerinto. La tumba de Juan fue el lugar sobre el cual estaba una iglesia del siglo IV sobre la que Justiniano edificó la espléndida basílica de San Juan. Las ruinas de dicha basílica aún pueden verse en Éfeso.
El evangelio apócrifo de Juan es una antigua obra gnóstica que alega contener una visión del apóstol Juan. Se hallaron copias entre los códices de Nag Hammadi. Esta obra tuvo que haber sido al menos del siglo II porque Ireneo la cita.
Los hechos de Juan es un escrito apócrifo del siglo III que registra eventos milagrosos, como el viaje de Juan a Roma, su exilio en Patmos, relatos de varios viajes y un relato detallado de su muerte. Teológicamente, esta obra pertenece al docetismo y finalmente fue condenada por el Segundo Concilio de Nicea en el 787.
El apóstol Juan también tiene un lugar en la martiología de la iglesia medieval. Un escritor del siglo V, Felipe de Side, y Jorge el pecador, del siglo IX, informan que Papías (siglo II) escribió que Jacobo y Juan fueron asesinados por los judíos (Hch 12:2). Sin embargo, estos informes por lo general se descartan por considerarse inventos basados en interpretaciones de Mar 10:39. Ver Apocalipsis, Libro de; Juan, Epístolas de; Juan, Evangelio de.
Juan el Bautista
Profeta descendiente de una familia sacerdotal, que predicó un mensaje de arrepentimiento, anunció la venida del Mesías, bautizó a Jesús y fue decapitado por Herodes Antipas.
Luc 1:5-80 registra su nacimiento en términos similares al nacimiento de Isaac. Zacarías, padre de Juan, era un sacerdote de la división de Abías. Su madre, Elizabet, era descendiente de Aarón. El ángel Gabriel anunció el nacimiento de Juan mientras Zacarías encendía incienso en el templo. Juan no debía beber vino ni bebidas fuertes. Sería lleno del Espíritu Santo y como profeta tendría el espíritu y el poder de Elías. Su función sería preparar al pueblo de Dios para la llegada del Mesías.
Mar 1:3-4 indica que Juan estuvo en el desierto hasta el momento de su ministerio público. Allí se alimentaba de langostas y miel silvestre. Vestía como un profeta, con pelo de camello y cinturón de cuero (Mat 3:4; Mar 1:6; comp. 2Re 1:8). Debido a su vida en el desierto, su trasfondo sacerdotal, su predicación sobre el arrepentimiento de Israel y la práctica del bautismo se sugiere con frecuencia que Juan creció entre los esenios en Qumrán. Es una teoría que resulta atractiva pero no puede confirmarse. Tampoco se puede entender con certeza el origen de la costumbre de bautizar de Juan. Los lavamientos formaban parte de la devoción judía y en la época de Juan, los gentiles convertidos al judaísmo realizaban lavamientos a manera de limpieza ceremonial. Los esenios en Qumrán practicaban el lavamiento ritual y tenían un complejo procedimiento de admisión a la comunidad. El bautismo de Juan puede tener reminiscencias de prácticas esenias, pero no es posible determinar el alcance de dicha influencia.
Según Lucas, Juan inició su ministerio en la zona del Jordán en el decimoquinto año del reinado de Tiberio César (Luc 3:1-3), aprox. 26 o 27 d.C. (según la cronología del NT más difundida). La predicación de Juan enfatizó el juicio venidero, la necesidad de arrepentirse y la llegada del Mesías. Lucas también hace énfasis en las enseñanzas éticas de Juan: llamó a las multitudes “generación de víboras” (Luc 3:7); el que tuviera dos abrigos debía dar uno a alguien que no tuviera; a los cobradores de impuestos les advirtió que no cobraran más de lo debido y a los soldados les enseñó que no robaran a nadie y les dijo: “contentaos con vuestro salario” (Luc 3:10-14).

Jesús fue bautizado por Juan, un hecho que todos los evangelistas, con excepción de Marcos, intentaron explicar. Mat 3:15 (LBLA) explica “porque es conveniente que cumplamos así toda justicia”. Lucas registra que Juan fue arrojado a prisión antes de narrar que Jesús también fue bautizado (Luc 3:20-21) y Juan menciona el bautismo de Jesús pero a través del testimonio del propio Juan el Bautista. De manera que se incluye el testimonio del Bautista sobre Jesús para evitar cualquier posibilidad de que seguidores postreros del Bautista pudieran argumentar que este fue superior a Jesús (Mat 3:11-12; Mar 1:7-8; Luc 3:15-17; Jua 1:15; Jua 1:19-36).
Diversas declaraciones brindan datos del ministerio de Juan. Sus discípulos practicaban el ayuno (Mar 2:18) y él les enseñaba a orar (Luc 11:1). Juan atacaba con rigor a Herodes. En contraste con el estilo de vida de este, Juan llevaba una existencia austera (Mat 11:7-9). Algunos criticaban a Juan por su estilo de vida ascético (Mat 11:16-19), pero Jesús elogió a Juan como el mayor de los profetas (Mat 11:11). La popularidad de Juan con el pueblo se ve reflejada en Mat 21:31-32; Mar 11:27-32; Luc 7:29-30 y Jua 10:41.
En un relato que se asemeja bastante al NT, Josefo declaró que Herodes Antipas arrestó a Juan para luego ejecutarlo en Macaerus porque temía que la gran influencia de Juan sobre el pueblo produjera un alzamiento. Muchos creyeron que la derrota del ejército de Herodes a manos de los nabateos fue parte del juicio de Dios sobre Herodes por haber matado a Juan el Bautista. Mientras Juan estaba en la cárcel, envió a dos de sus discípulos para que averiguaran si Jesús era el que habría de venir (Mat 11:2-3; Luc 7:18-23). La muerte de Juan se detalla en Mar 6:14-29.
Según el Evangelio de Juan, el ministerio de Jesús se superpone con el del Bautista (Jua 3:22-24; comp. Mar 1:14), y algunos de los primeros discípulos de Jesús antes habían sido discípulos de Juan el Bautista (Jua 1:35-37). Jesús incluso identificó a Juan con el rol escatológico de Elías (Mat 17:12-13; Mar 9:12-13).
El movimiento iniciado por Juan no terminó con su muerte. Incluso algunos creyeron que Jesús era Juan resucitado (Mar 6:14-16; Mar 8:27-28). Años más tarde, se halló un grupo de seguidores de Juan en los alrededores de Éfeso, entre los que estaba el elocuente Apolos (Hch 18:24-28; Hch 19:1-7), y durante siglos la influencia de Juan sobrevivió entre los mandeanos que proclamaron y perpetuaron sus enseñanzas. Ver Bautismo.
Otros
Un pariente de Anás, el sumo sacerdote, también se llamaba Juan (a menos que los mss. que dicen Jonatán sean correctos) así como también Juan Marcos, que escribió el segundo Evangelio. Ver Anás; Marcos, Juan; Jonás (1).

R. Alan Culpepper

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