Significado de MALDAD Según La Biblia | Concepto y Definición

MALDAD Significado Bíblico

¿Qué Es MALDAD En La Biblia?

Desde tiempos precristianos, los filósofos se han preguntado acerca de la coexistencia de un Dios soberano totalmente bueno, y la maldad y el sufrimiento. Los teólogos cristianos han luchado tratando de vincular la providencia de Dios y la maldad. Muchos creyentes se han preguntado, “¿por qué yo?”, cuando se enfrentaron personalmente con el sufrimiento. Sin embargo, en contraste con otras religiones y filosofías, la Biblia proporciona respuestas adecuadas.
Si bien muchos filósofos y teólogos han descartado la creencia en la omnipotencia y la bondad divinas, o incluso la existencia de Dios y del mal, según la Biblia no existe un verdadero problema filosófico acerca del mal. En cambio, la Biblia simplemente enseña que Dios tiene Sus razones para permitir el mal. Los pensadores cristianos tradicionalmente han clasificado las razones divinas en dos categorías:
(1) La voluntad de las criaturas (al menos en el caso de Satanás y de Adán) no sería libre si no tuviera la posibilidad de desobedecer la voluntad de Dios. Por lo tanto, el mal es el resultado del abuso de libertad.
(2) El sufrimiento puede ser providencialmente utilizado para desarrollar el carácter cristiano. Sin embargo, las Escrituras proporcionan más de dos razones y, al hacerlo, nunca comprometen la realidad ni del Dios viviente ni del mal.
Razones bíblicas para el mal
Isa 45:7 dice: “[Yo] hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto”. Esta traducción ha producido confusión en algunos al hacerlos pensar que la simple explicación del mal es que Dios es su fuente. No obstante, hace tiempo que los exégetas notaron que el versículo no habla del origen del mal sino, más bien, de la providencia divina que hace “la paz y [crea] la adversidad”. La enseñanza bíblica evita claramente atribuir el mal al Santísimo: “Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie” (Stg 1:13). Las siguientes razones escriturales para explicar el mal a menudo se superponen y se correlacionan.
Libre albedrío
Como mínimo, Dios creó a Adán y a Eva (y por extensión, a Satanás) con libertad para elegir a favor o en contra de Dios (Gén 1:1-31; Gén 2:1-25; Gén 3:1-24). El ejercicio del libre albedrío, aplicado al rebelarse y causar males catastróficos, no habría sido verdaderamente libre sin la capacidad de desobedecer. De modo que la providencia divina no queda comprometida. Él sigue siendo soberano sobre la historia, y Su justicia y bondad no son impugnadas por la caída.
Retribución
Dios debe castigar el mal por ser el garante justo del orden moral. Por esa razón, algunos presentan el sufrimiento como un resultado del juicio de Dios sobre el pecado (Deu 30:1-20; Isa 3:11; Rom 1:18), y no incluyen el juicio en la era venidera (Rom 14:10-12; 2Co 5:10; Apo 20:11-15).
Disciplina
Dios usa el sufrimiento para hacer que los suyos se parezcan más a Cristo. La voluntad de Dios nos asegura que Él entrena y da madurez a Sus hijos a través de las pruebas (Pro 3:11-12; Jer 18:1-6; Rom 5:3-5; Heb 12:5-11).
Prueba
Los piadosos esperan que finalmente el mal sea vencido. En tanto, su fe es probada mediante el mal, que pareciera llevar las de ganar, lo que así empaña el gobierno presente de Dios (Sal 37:37). Pero al soportar la prueba, la fe salvadora verdadera finalmente se revela y se confirma (Heb 10:32-39; Stg 1:2-4; 1Pe 4:12-19; 1Pe 5:8-10).
Revelación
El sufrimiento puede contribuir a un mayor conocimiento de Dios. Él utilizó las tribulaciones matrimoniales de Oseas para revelarle verdades a Israel (Ose 1:1-11; Ose 2:1-23; Ose 3:1-5). Aunque el sufrimiento puede producir mayor blasfemia en los impíos (Apo 16:9-11; Apo 16:21), los justos salen victoriosos al saber que, en las tribulaciones, el amor de Dios está obrando a favor de ellos (Rom 8:28-38).
Redención
A veces el sufrimiento se puede soportar vicariamente a favor de otros. El ejemplo supremo es el sacrificio vicario de Cristo por los pecadores (Isa 53:4-12; 1Pe 2:21-24; 1Pe 3:18), pero los creyentes pueden sufrir a favor de los demás (Col 1:24).
Misterio
El libro de Job nos enseña que el que sufre tal vez no vea y los observadores quizás malentiendan las razones del sufrimiento. Job finalmente aprende a descansar en Dios, aun sin una explicación completa (Job 42:1-6). Hasta el mismo Jesús exclamó desde la cruz: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mat 27:46; comp. Sal 22:1).
Victoria final
La solución plena del mal aguarda la era venidera. En el momento más oscuro de la historia, Cristo regresará para conquistar el mal (2Ts 1:5-10; Apo 19:1-21). Dios reivindicará a Sus hijos y les secará las lágrimas (Isa 25:8; Apo 7:16-17; Apo 21:4).

Ted Cabal

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