Significado de MIDRÁS Según La Biblia | Concepto y Definición

MIDRÁS Significado Bíblico

¿Qué Es MIDRÁS En La Biblia?

Las interpretaciones judías del AT incluían una modalidad denominada Midrás. El sustantivo hebreo midrash se relaciona con el verbo darash, que significa “escudriñar” y que, por lo tanto, alude a una “investigación” o “examen”. La palabra se empleaba comúnmente para indicar el proceso de interpretación bíblica o la expresión escrita de dicha interpretación.
El término midrash aparece dos veces en la Biblia. En ambos contextos describe un “estudio”, “exposición”, “interpretación” o “discusión”. En 2Cr 13:22 se refiere a la obra literaria del profeta Iddo donde relata los hechos de Abías. En 2Cr 24:27 parece aludir a un comentario sobre el Libro de los Reyes. En los Rollos del Mar Muerto se refiere a la interpretación bíblica y actúa como sinónimo de pesher (“interpretación”). En la comunidad de Qumrán, midrash se refería a una interpretación bíblica que citaba o hacía alusión a un texto bíblico para luego tratar de mostrar la importancia que tenía para los lectores contemporáneos.
Según la tradición rabínica primitiva, el anciano Hillel enunció siete reglas que guiaban la interpretación bíblica judía. Estas reglas consistían en instrucciones detalladas para entender la Biblia, y en el NT aparecen ejemplos de cómo aplicar cada una de ellas. Rabinos de épocas posteriores enunciaron muchas otras reglas que dieron como resultado interpretaciones disparatadas y rebuscadas que no tenían relación con el contexto literario e histórico del pasaje en cuestión.
El Midrás rabínico se puede dividir en dos categorías básicas: halajá y hagadá. “Halajá” (que deriva del verbo hebreo que significa “caminar” y se suele utilizar para hablar de la conducta legal o ética de una persona) investigaba las porciones legales del AT a fin de establecer reglas de conducta. “Hagadá” consistía en la interpretación de las porciones no legales del AT que procuraban informar, desafiar o inspirar sin establecer ni determinar patrones legales.
La antigua midrás se presentó de varias maneras básicas. Los “Tárgumim” eran paráfrasis arameas del AT hebreo. Otra forma de midrás volvía a escribir completamente las narraciones del AT mediante una edición, ampliación y parafraseo relativamente libres. Otra forma de midrás citaba palabras de un texto bíblico y luego las interpretaba. La forma literaria a menudo se parecía a un comentario moderno, si bien las reglas que guiaban la interpretación eran en ocasiones sumamente diferentes a las que emplean los comentaristas actuales. A veces el intérprete proporcionaba una explicación del texto versículo por versículo, pero en otros casos los comentarios de las Escrituras se organizaban según el tema.
El NT contiene midrás y es midrásico en el sentido de que muchos pasajes ofrecen interpretaciones de textos del AT específicos que siguen patrones normales de exégesis sugeridos por los antiguos rabinos. No obstante, algunos críticos recientes que declaran que los Evangelios son midrás o contienen comentarios de esta clase quieren expresar que sus escritores emplearon porciones narrativas del AT para inventar historias sobre la vida de Cristo que no tienen base histórica alguna. La investigación de estas porciones narrativas y la forma en que se emplearon para crear los relatos de los Evangelios se conoce como Crítica de la Midrás. Los críticos de la midrás declaran que los cristianos de la antigüedad no tenían reservas en cuanto a las narraciones acerca de Jesús que carecían de fundamento histórico en tanto expresaran alguna verdad espiritual. Sin embargo, estas declaraciones no son convincentes. El término “midrás”, tal como lo emplean estos críticos, se refiere a un “relato teológico” o mito judío. No obstante, 1Ti 1:4; 1Ti 4:6-7 y Tit 1:14 muestran que Pablo, quien indudablemente expresaba la convicción predominante de la iglesia primitiva, despreciaba los “mitos judíos” e instaba a los creyentes a rechazarlos. Segunda Pedro 2Pe 1:16 niega terminantemente que el relato apostólico sobre “el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo” hubiera sido dado “siguiendo fábulas artificiosas”. El NT se puede considerar midrásico dado que contiene citas e interpretaciones de textos del AT. Pero el NT no es midrás si con esto se entiende que sus escritores presentaron sus propias creaciones imaginarias como si fueran historias reales.
El estudio de la midrás tal vez proporcione al intérprete actual de las Escrituras un mayor discernimiento en cuanto a métodos de interpretación empleados a lo largo de la historia judía. A medida que el estudioso examine los puntos fuertes y débiles de estos enfoques para la interpretación, es posible que aprenda cómo la cultura y el punto de vista del mundo en que se desarrolla la persona, afecta su comprensión de la Biblia y cómo puede “interpretar más fielmente la palabra de verdad”.

Charles L. Quarles

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí