MISTERIO, RELIGIONES DE Significado Bíblico
¿Qué Es MISTERIO, RELIGIONES DE En La Biblia?
Varios cultos o sociedades caracterizadas en parte por poseer rituales de iniciación y complejas ceremonias secretas. Si bien se conocían en Grecia antes del 600 a.C., las religiones de misterio florecieron durante los períodos helenístico y romano (después del 333 a.C.) para luego desaparecer antes del 500 d.C. De manera particular, las vastas conquistas de Alejandro Magno produjeron una mezcla de conceptos religiosos que aceleraron la diseminación de algunos cultos y facilitaron el desarrollo de otros. El conocimiento sobre las religiones de misterio es reducido debido a la estricta reserva que se les requería a los que se iniciaban. Las evidencias más importantes provienen de datos arqueológicos y diversas referencias de escritores de la antigüedad, algunos de ellos opositores a estas religiones. Los eruditos suelen disentir en cuanto a la interpretación de la información.
Existían muchas religiones de misterio, pero entre las más destacadas se encuentran las vinculadas con las siguientes deidades: Demetrio (los famosos misterios eleusinos) y Dionisio de Grecia; Cibeles (la Gran Madre) y Atis de Frigia; Adonis de Siria; Isis y Osiris (Sarapis) de Egipto, y Mitra, originariamente una deidad persa. El orfismo y Sabacio contribuyeron al desarrollo de los misterios de Dionisio, en tanto que Samotracia era sede de los misterios de Camiri. Muchas de las deidades de las religiones de misterio existían desde la antigüedad y se las adoraba en cultos separados antes y después de la aparición de estas sectas.
La característica principal de cada una de estas religiones de misterio la constituían los ritos sagrados, denominados misterios, donde se revivía el mito del dios o la diosa que se adoraba. Solo podían participar los que habían sido formalmente iniciados en ese culto. La naturaleza precisa de estos ritos se desconoce debido al voto de secreto, pero es probable que incluyera una dramatización del mito sagrado y la presentación visual de ciertos objetos de culto. Se hace mención a “cosas dichas”, tal vez una alusión a fórmulas sagradas y amor secreto. Existen referencias en cuanto a comer y beber, quizás como forma de comunión. Al participar de estos ritos, el adorador se identificaba con la deidad y compartía su destino. Estos poderosos símbolos les proporcionaban a los que se iniciaban los medios necesarios para vencer el sufrimiento y las dificultades y también la promesa de la vida en el más allá.
Muchas de las deidades de las religiones de misterio estaban originariamente vinculadas con la fertilidad. Por este motivo, los mitos asociados con el culto solían aludir al ciclo natural de crecimiento y declinación (por ej., Demetrio) o a la muerte y el surgimiento de un dios (Atis, Adonis, Osiris). Algunos eruditos creen que las religiones de misterio empleaban este aspecto del mito para simbolizar el despertar a la inmortalidad junto con la deidad. Sin embargo, no todos los eruditos concuerdan. Algunas deidades veneradas en estas religiones no morían ni resucitaban; más aún, por lo general no resulta claro cómo se empleaba el mito en el culto, si bien algunos aspectos de la inmortalidad parecen estar incluidos.
Se realizaban fiestas públicas en honor a algunas deidades adoradas en las religiones de misterio, pero no se sabe con precisión qué relación tenían con los ritos secretos. La fiesta de primavera (boreal) de Cibeles (15–27 de marzo) incluía procesiones, sacrificios, música y danzas frenéticas que conducían a la castración. Son famosos los excesos de bebida, la juerga pública, las pantomimas y las producciones teatrales vinculadas con los adoradores de Dionisio/Baco (las bacanales).
Los ritos de iniciación de las religiones de misterio incluían limpieza ritual en el mar, bautismos y sacrificios. No se puede omitir el taurobolio que se empleaba en la adoración a Cibeles. En este rito el sacerdote mataba un toro sobre una rejilla colocada encima de un pozo donde había una persona que se esforzaba para cubrirse con la sangre. Algunos lo interpretan como rito de iniciación, pero probablemente fuera una ceremonia de purificación que hacía renacer a la persona por un período de tiempo, quizás 20 años. Las religiones de misterio despojaban a la religión de los fundamentos tradicionales del estado y la familia, y la convertían en una cuestión de elección personal. Estas religiones estaban abiertas a todas las clases sociales y sexos, si bien ciertas excepciones como el mitraísmo eran exclusivamente para hombres. Los que se iniciaban conformaban una asociación unida por ritos y símbolos secretos propios de ese culto. Dichas asociaciones se reunían regularmente bajo la dirección de líderes designados tanto en casas como en estructuras especialmente construidas. Los adoradores de Mitra se congregaban en una estructura denominada Mitreum cuyo objetivo era asemejarse a la cueva donde la deidad había matado al toro, acto este que constituía la esencia del mito sagrado. Las escenas de la matanza (tauroctomía) se destacan en varias de estas estructuras.
Los miembros que asistían a las reuniones participaban de los ritos y sacramentos de dicho culto. Se mencionan comidas o banquetes comunitarios. A los miembros de las asociaciones se les requería cumplir ciertos patrones morales; también se alude a ciertas imposiciones ascéticas. No obstante, es necesario hacer una advertencia: resulta difícil generalizar en cuanto a las religiones de misterio dado que cada culto era individualista. Se pueden hallar excepciones a casi todas las generalizaciones.
Thomas V. Brisco
