Significado de NOMBRES Según La Biblia | Concepto y Definición

NOMBRES Significado Bíblico

¿Qué Es NOMBRES En La Biblia?

Según la tradición bíblica, la tarea de darle un nombre al hijo por lo general recaía en la madre (Gén 29:31-35; Gén 30:1-24; 1Sa 1:20), pero también la podía llevar a cabo el padre (Gén 16:15; Éxo 2:22) y, en casos excepcionales, personas que no estaban emparentadas (Éxo 2:10; Rut 4:17). El último hijo de Jacob y Raquel recibió un nombre de cada uno de los padres; el que le puso Jacob modificó el que le había puesto Raquel (Gén 35:18). El otorgamiento del nombre se le podía atribuir a Dios al originarse mediante el anuncio divino del nacimiento (Gén 17:19; Luc 1:13). En el AT, el nombre se colocaba próximo al momento del nacimiento, mientras que en el NT se efectuaba al octavo día, cuando se realizaba la circuncisión (Luc 1:59; Luc 2:21).
El concepto bíblico de los nombres tenía sus raíces en la idea del mundo antiguo de que el nombre expresaba la esencia. Saber el nombre de una persona era sinónimo de conocer completamente su carácter y naturaleza. Al revelar el carácter y el destino, el nombre de la persona podía expresar expectativas para el futuro del niño. La modificación del nombre se podía producir por iniciativa divina o humana y revelaba una transformación del carácter o del destino (Gén 17:5; Gén 17:15; Gén 32:28; Mat 16:17-18).
Conocer el nombre de una persona implicaba una relación entre las partes donde estaba vigente la posibilidad de hacerle bien o mal. Que Dios conociera a Moisés por su nombre dio como resultado que le fuera otorgado su pedido respecto a la presencia divina (Éxo 33:12; Éxo 33:17). El acto de poner nombre incluía la idea de que quien lo colocaba tenía poder sobre el receptor, lo que se evidencia en Gén 2:19-20 en la tarea de ponerles nombre a los animales o cuando Faraón cambió el nombre de José (Gén 41:45; comp. Dan 1:6-7; 2Re 24:17).
Dentro del mundo bíblico, los nombres propios que constaban de uno o más elementos conscientemente escogidos por quien lo colocaba, transmitían un significado inmediatamente comprensible. Como reflejo de las circunstancias del nacimiento, Raquel llamó Benoni, “hijo de mi tristeza”, al niño que al nacer le produjo la muerte (Gén 35:18). Jacob fue llamado “suplantador” porque tenía “trabada su mano al calcañar de Esaú” (Gén 25:26). Moisés, quien dijo “forastero soy en tierra ajena”, llamó a su hijo Gersón (Éxo 2:22). Las condiciones existentes en las diversas épocas también exhibían cualidades imaginativas: Icabod, “traspasada es la gloria de Israel”, surgió como resultado de que el arca del pacto cayera en manos de los filisteos (1Sa 4:21-22). Así sucedió también con los nombres simbólicos de los hijos de Isaías: Sear-jasub, “un remanente volverá” (Isa 7:3); Maher-salal-hasbaz, “el despojo se apresura, la presa se precipita” (Isa 8:1).
En los tiempos bíblicos se utilizaban características personales: Esaú significa “velludo”; Carea quiere decir “calvo” (Gén 25:25; 2Re 25:23). También se empleaba el nombre de animales: Débora significa “abeja”; Jonás quiere decir “paloma”; Raquel, “oveja”. Con menos frecuencia aparecen nombres tomados de plantas: Tamar significa “palmera”; Susana quiere decir “lirio”.
El uso de nombres simples a manera de epítetos, como en el caso de Nabal que significa “necio”; y Sara, “princesa”, dio lugar a nombres compuestos de naturaleza real o imaginativa, como sucede con Matanías que quiere decir “don de Yahvéh” y Ezequiel que significa “que Dios fortalezca”. Por lo general, los nombres compuestos incluían los divinos El y Jah (Elías, Ismael, Natanael). También aparecen nombres correspondientes a títulos y términos relacionados con la realeza (Abimelec, donde melec significa “rey”; Abigail, donde Ab(i) quiere decir “padre”); también nombres extranjeros: arameos, griegos y romanos (Marta, Salomé, Alejandra, Juan Marcos).
En la era cristiana ya era común la práctica del uso del patronímico donde el hijo recibía el nombre de un pariente, en especial del abuelo. También existen casos que expresan identidad geográfica (Goliat de Gat y Jesús de Nazaret). Ver Dios, Nombres de; Familia.

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