Significado de NUMÉRICO, SISTEMA Y SIMBOLISMO Según La Biblia | Concepto y Definición

NUMÉRICO, SISTEMA Y SIMBOLISMO Significado Bíblico

¿Qué Es NUMÉRICO, SISTEMA Y SIMBOLISMO En La Biblia?

A fin de entender adecuadamente el sistema numérico del mundo bíblico, es necesario observar a los vecinos de Israel. Para el 3000 a.C., los egipcios ya utilizaban matemáticas relativamente avanzadas. La construcción de estructuras como las pirámides requería comprensión de las matemáticas complejas. El sistema egipcio era decimal. Para esa época, los sumerios ya habían desarrollado su propio sistema numérico. En realidad, los sumerios conocían dos sistemas, uno basado en el 10 (sistema decimal) y otro en función del 6 o del 12 (comúnmente designado duodecimal). Aún hoy hacemos uso de vestigios del sistema sumerio en la división del tiempo: 12 horas para el día y 12 horas para la noche; 60 minutos y 60 segundos en relación a las horas. También dividimos un círculo en 360 grados. Originariamente, nuestro calendario se basaba en la misma división, por lo que el año tenía 12 meses de 30 días que daban un total de 360. Incluso las unidades de la docena (12), de la gruesa (144, es decir 12 docenas) y la relación de pulgadas a pies quizás hayan tenido su origen en el sistema matemático sumerio.
Los hebreos no desarrollaron símbolos para representar números hasta el período posexílico (después del 539 a.C.). En todas las inscripciones preexílicas, los números pequeños se representaban mediante marcas separadas (por ej., //// para el cuatro). Los números grandes eran representados ya sea por medio de los símbolos egipcios o escribiendo el nombre del número (“cuatro” para el número 4). Las inscripciones de Arad por lo general empleaban símbolos egipcios para los números, marcas separadas para las unidades y números hieráticos para el 5, el 10 y números más grandes. Las óstracas de Samaria mayormente escribían el nombre del número. Las letras del alfabeto hebreo se emplearon por primera vez para representar números en las monedas acuñadas durante el período macabeo (después del 167 a.C.).
Con la llegada a Palestina de los períodos helenístico y romano aparecieron los símbolos griegos para los números y los numerales romanos. El griego empleaba letras del alfabeto para representar números, en tanto que los romanos utilizaban símbolos conocidos como I, V, L, C, M, etc.
Los pasajes bíblicos demuestran que los hebreos conocían perfectamente las cuatro operaciones matemáticas básicas correspondientes a la suma (Núm 1:20-46), la resta (Gén 18:28-33), la multiplicación (Núm 7:84-86) y la división (Núm 31:27). Los hebreos también empleaban fracciones como mitad (Gén 24:22), tercera parte (Núm 15:6) y cuarta parte (Éxo 29:40).
Además de ser usados para designar cantidades específicas, muchos números de la Biblia pasaron a tener un significado simbólico. Por lo tanto, 7 pasó a simbolizar plenitud o perfección. La obra de la creación hecha por Dios era tanto total como perfecta, y se completó en 7 días. Todo lo referente a la existencia humana estaba relacionado con la actividad creadora de Dios. La semana de 7 días reflejaba la primera obra creadora de Dios. El sábado (Sábat) era el día de reposo que seguía a la semana de trabajo y reflejaba el reposo de Dios (Gén 1:1-31; Gén 2:1-4). Los israelitas también tenían que acordarse de la tierra y proporcionarle reposo al dejar que permaneciera como barbecho durante el séptimo año (Lev 25:2-7). El 7 era asimismo importante en cuestiones relacionadas con la adoración aparte del día de reposo: fiestas importantes como la Pascua y los tabernáculos duraban 7 días al igual que las fiestas de bodas (Jue 14:12; Jue 14:17). En el sueño del faraón, 7 años buenos fueron sucedidos por 7 años de hambruna (Gén 41:1-36), lo que representaba un ciclo completo de plenitud y de hambre. Jacob trabajó un ciclo completo de años para obtener a Raquel. Luego, cuando le entregaron a Lea en su lugar, trabajó otro ciclo adicional también de 7 años (Gén 29:15-30).
La palabra hebrea shaba, importante para realizar un juramento o una promesa, estaba íntimamente vinculada con el término “7”, sheba. El significado original de “hacer un juramento” tal vez haya sido “declarar 7 veces” o “comprometerse mediante 7 cosas”.
En el NT se puede observar un uso similar del número 7. En función del número, las 7 iglesias (Apo 2:1-29; Apo 3:1-22) quizás representen a todas las iglesias. Jesús enseñó que el perdón no debe tener límites, ni siquiera hasta alcanzar un número completo o una cantidad completa de ocasiones. Tenemos que perdonar, no la mera cantidad de siete veces (en sí una cantidad ya generosa de perdones) sino 70 veces 7 (un perdón ilimitado, más allá de lo que se pueda contar) (Mat 18:21-22).
Tal como lo demuestra el ejemplo anterior, los múltiplos de 7 solían tener significado simbólico. El año del jubileo tenía lugar luego de haberse completado ciclos de 49 años. En el año del jubileo se dejaba en libertad a todos los esclavos judíos y se le devolvía la tierra al dueño inicial de la propiedad vendida (Lev 25:8-55) El número 70 es otro múltiplo de siete que se utilizó en la Biblia. En Éxodo se mencionan 70 ancianos (Éxo 24:1; Éxo 24:9). Jesús envió a 70 (Luc 10:1-17). Al hablar de la duración del exilio, se mencionan 70 años (Jer 25:12; Jer 29:10; Dan 9:2). El reino mesiánico sería inaugurado después de que pasara un período de 70 semanas de años (Dan 9:24).
Después del 7, el número 12 es indudablemente el más importante en la Biblia. Los sumerios empleaban el 12 como base para su sistema numérico. Tanto el calendario como los signos del zodíaco reflejan este sistema numérico basado en el 12. Las tribus de Israel y los discípulos de Jesús sumaban 12. La importancia del número 12 se observa en el esfuerzo por mantener esa cantidad. Cuando Leví dejó de ser contado entre las tribus, las de José, Efraín y Manasés, se enumeraron por separado para mantener intacto el número 12. De manera similar, en el NT, cuando Judas Iscariote se suicidó, los 11 se apresuraron para agregar a otro a fin de mantener la cantidad en 12. El 12 parece haber tenido un significado especial en el libro de Apocalipsis. La nueva Jerusalén tenía 12 puertas; sus muros tenían 12 cimientos (Apo 21:12-14). El árbol de la vida daba 12 clases de frutos (Apo 22:2).
Los múltiplos de 12 también son importantes. Había 24 divisiones de sacerdotes (1Cr 24:4) y 24 ancianos alrededor del trono celestial (Apo 4:4). Cuando se incluye a Eldad y Medad, 72 fueron los ancianos a quienes se les otorgó una porción del Espíritu de Dios que moraba sobre Moisés, tras lo cual profetizaron (Núm 11:24-26). Una tradición apócrifa sostiene que 72 eruditos judíos, 6 de cada una de las 12 tribus, tradujeron el AT al griego a fin de proporcionarnos la versión que en la actualidad denominamos LXX. A los 144.000 siervos de Dios (Apo 7:4) lo conformaban 12.000 de cada una de las 12 tribus de Israel.
El número 3, en sentido simbólico, a menudo indica plenitud. El cosmos creado poseía tres elementos: cielo, tierra e infierno. La Deidad está constituida por 3 Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. La oración se debía elevar por lo menos 3 veces al día (Dan 6:10; comp. Sal 55:17). El santuario tenía 3 secciones principales: el atrio, la nave y el altar interior (1Re 6:1-38). Los animales de 3 años de edad eran maduros y, por esa razón, apreciados para los sacrificios especiales (1Sa 1:24; Gén 15:9). Jesús dijo que estaría en la tumba 3 días y 3 noches (Mat 12:40), la misma cantidad de tiempo que Jonás estuvo dentro del gran pez (Jon 1:17). Pablo solía emplear tríadas en sus escritos, de las cuales la más famosa es “la fe, la esperanza y el amor” (1Co 13:13). Hay que recordar también la bendición de Pablo: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros” (2Co 13:14).
El 4 también se empleaba a menudo como número sagrado. Hay referencias bíblicas relacionadas con el 4: los 4 confines de la tierra (Isa 11:12), los 4 puntos del cielo (Jer 49:36), los 4 ríos que salían del Edén para regar el huerto (Gén 2:10-14) y los 4 seres vivientes que rodeaban a Dios (Eze 1:1-28; Apo 4:6-7). Dios envió los 4 jinetes del Apocalipsis (6:1-8) para devastar la tierra.
El múltiplo de 4 más significativo es el 40, que comúnmente representaba una gran cantidad o un período de tiempo extenso. La lluvia inundó la tierra durante 40 días (Gén 7:12). Jesús resistió las tentaciones de Satanás durante 40 días (Mar 1:13). Una generación era, aprox., 40 años. Por lo tanto, todos los adultos que se habían rebelado contra Dios en Sinaí murieron durante los 40 años de peregrinaje en el desierto. Se consideraba que una persona había alcanzado la madurez cuando llegaba a los 40 años de edad (Éxo 2:11; Hch 7:23).
En el judaísmo más tardío se desarrolló un sistema de números especial conocido como gematría. Esta se basa en la idea de que se puede descubrir el significado escondido del texto bíblico a partir de un estudio de la equivalencia numérica con las letras hebreas. La primera letra del alfabeto hebreo, alef, representa el 1; bet, la segunda letra, representa el 2, y así sucesivamente. En la gematría se toma la suma correspondiente a las letras de una palabra hebrea y se trata de buscar el significado. Por ejemplo, las letras hebreas del nombre Eliezer, el siervo de Abraham, tienen un valor numérico de 318. Cuando Gén 14:14 declara que Abraham tomó 318 hombres entrenados para perseguir a los reyes del oriente, algunos comentaristas hebreos interpretan que esto quiere decir que Abraham solo tenía un colaborador, Eliezer, ya que su nombre equivalía al valor numérico de 318. Del mismo modo, el número 666 del Apocalipsis se suele tomar como una gematría inversa correspondiente al emperador Nerón. El nombre César Nerón, escrito en letras hebreas y sumado según la gematría, da un total de 666. Toda interpretación basada en la gematría se debe tratar con cuidado; dicha interpretación siempre constituye una especulación.

Joel F. Drinkard (h)

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