Significado de RESURRECCIÓN Según La Biblia | Concepto y Definición

RESURRECCIÓN Significado Bíblico

¿Qué Es RESURRECCIÓN En La Biblia?

Futura vuelta a la vida corporal de todas las personas que hayan muerto. Los que creen en Cristo alcanzan vida eterna y felicidad junto a Dios; los incrédulos, tormento eterno y separación de Dios.
Antiguo Testamento
Aunque no de modo destacado, los pasajes del AT demuestran fe en la resurrección del cuerpo. Los profetas utilizaron el concepto para expresar esperanza en la renovación nacional de Israel (Eze 37:1-28; Isa 26:19). En Sal 16:10 se contempla la resurrección en un marco mesiánico; Dios no abandonará a Su “Santo” en el sepulcro. Los creyentes pueden esperar la muerte en paz porque Dios no los abandonará; Él los “redimirá” del sepulcro y los llevará hacia Él (Sal 49:14-15). La muerte no era definitiva; Dios renovaría el cuerpo y la persona podría “ver a Dios” (Job 19:26). Dan 12:2 nos proporciona la afirmación más clara del AT sobre la resurrección: “y del polvo de la tierra se levantarán las multitudes de los que duermen, algunos de ellos para vivir por siempre, pero otros para quedar en la vergüenza y en la confusión perpetuas” (NVI). Todos resucitarán, justos y malvados. Por consiguiente, las consecuencias eternas dependen de las acciones y decisiones que se toman en vida.
Nuevo Testamento
El NT trata la resurrección en forma clara y amplia. Los Evangelios anuncian una futura resurrección del cuerpo. En los Sinópticos, en dos oportunidades Jesús resucita a personas que han muerto: el hijo de una viuda (Luc 7:11-17) y la hija de Jairo (Mar 5:22-43). Además, Jesús adoctrinó a los Doce para que “resuciten a los muertos” (Mat 10:8). Todo esto revelaba que el reino de Dios había venido en la persona y la misión de Jesús, y señalaba que los seguidores de Jesús resucitarían para nunca más morir. Con la parábola de una cena, Jesús enseñó sobre la resurrección y la recompensa de los justos (Luc 14:12-14). La resurrección genera una discusión con los saduceos. Respondiendo a su pregunta sobre una mujer que había tenido siete esposos, Jesús replicó que la vida después de la resurrección es diferente; ya no será necesario el matrimonio (Mar 12:18-23). Él aprovechó la ocasión para afirmar que los patriarcas todavía vivían (Mar 12:26-27).
La resurrección es un tema destacado en Juan, quien la describe como una realidad presente y espiritual, y un acontecimiento escatológico futuro. Los muertos resucitarán a una vida eterna; la vida de resurrección también puede ser experimentada en parte en el presente. Jesús lo puso de relieve cuando murió Lázaro: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente” (Jua 11:25-26). La vida de resurrección es una realidad presente en el Hijo (Jua 5:25-26). La resurrección del cuerpo es una promesa futura que aguarda cumplimiento (Jua 6:35-40). Juan también relaciona la resurrección del cuerpo del creyente con la realidad de la resurrección corporal de Jesús (Jua 20:17).
El concepto de resurrección fue fundamental para la iglesia primitiva. El mensaje de los apóstoles estaba estrechamente relacionado con la resurrección de Jesús (Hch 3:14), razón por la cual ellos podían realizar obras poderosas (Hch 4:10). El testimonio constante de la resurrección de Jesús y la promesa de la futura resurrección de los creyentes eran causa de hostilidad, oposición y persecución (Hch 4:1-21; Hch 5:29-32; Hch 23:6).
Para Pablo, la resurrección fue un acontecimiento histórico y una obra sobrenatural de Dios. El objetivo de la salvación es la posesión total de la herencia (un cuerpo resucitado) en la resurrección (Efe 1:14). Cristo descenderá con todos los creyentes que han muerto, lo inmaterial se reunirá con lo material y las almas se unirán a los cuerpos resucitados y glorificados (1Ts 4:13-18). Con la resurrección, los creyentes obtendrán un cuerpo resucitado adecuado para la vida en el reino de Dios ya consumado (1Co 15:35-56). Para Pablo, este tema era tan importante que negar la resurrección del creyente era, básicamente, negar la resurrección de Cristo. Sin dicha resurrección, los creyentes no tenían esperanza y su fe era vana (1Co 15:12-34). Negar la realidad de la resurrección (1Co 15:1-58) o enseñar que ya había sucedido (2Ti 2:17-18) destruía la fe.
Enseñanza bíblica
Resurrección no es lo mismo que resucitación. Esta, como la de Lázaro, es un regreso temporal a la vida, pero finalmente la muerte física ocurre otra vez. Quienes resuciten no volverán a morir. La resurrección es para vida eterna, paz perfecta, alegría y felicidad eternas en el reino de Dios. Segundo, la resurrección es corporal, algo indispensable para recibir la plena acción redentora y propiciatoria de Dios. La salvación no se alcanza hasta que el cuerpo experimente la redención completa. A la inversa, la condenación eterna no estará completa hasta que los incrédulos experimenten en cuerpo y alma el dolor y la angustia del infierno. La resurrección del cuerpo vuelve a proclamar la afirmación edénica de la bondad de la creación (Gén 1:31) y subraya la importancia del cuerpo en los planes de Dios. En tercer lugar, la naturaleza del cuerpo resucitado sigue siendo, en cierto modo, un misterio. Algunos aspectos, tales como identidad personal, perduran en el estado resucitado. Pero la vida en un cuerpo resucitado será diferente de aquella conocida anteriormente (1Co 15:37-44). “Porque sabemos que si la tienda terrenal que es nuestra morada, es destruida, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna en los cielos” (2Co 5:1 LBLA).

Stan Norman

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí