Significado de SANTIAGO, EPÍSTOLA DE Según La Biblia | Concepto y Definición

SANTIAGO, EPÍSTOLA DE Significado Bíblico

¿Qué Es SANTIAGO, EPÍSTOLA DE En La Biblia?

La carta de Santiago pertenece a la sección del NT que habitualmente se designa “Epístolas generales”. Esta carta es una exhortación al cristianismo práctico. El autor establece principios de conducta y luego provee ejemplos claros. Las preocupaciones del autor son mucho más prácticas y menos abstractas que las de cualquier otro escritor del NT. Ningún otro libro del NT recibió tantas críticas como esta epístola.
Autor
El primer versículo de la carta identifica a Santiago (contracción de Sant + Yacob) como “siervo de Dios” y autor de la carta. Puede haber sido el hermano de Juan e hijo de Zebedeo, Jacobo el hijo de Alfeo, uno de los doce apóstoles, o Jacobo el medio hermano de Jesús, hijo menor de María y José. Lo más probable es que haya sido el hermano del Señor. La tradición de los primeros padres de la iglesia por unanimidad adjudican esta epístola a Jacobo, el pastor de la iglesia en Jerusalén. Ver Jacobo (3).
El contenido general de la carta es un llamado a la santidad. Esto condice con lo que se conoce de la vida de Jacobo. La tradición eclesiástica reconoció su excepcional piedad describiendo que las rodillas del piadoso Jacobo parecían las de un camello por la gran cantidad de tiempo que pasaba postrado ante Dios. El autor de la epístola era también versado en la perspectiva del AT en general y del judaísmo en particular.
Por otro lado, Jacobo el hermano de Juan e hijo de Zebedeo no pudo haber sido el autor porque fue uno de los primeros mártires (Hch 12:1-2), y su muerte con seguridad fue anterior a que se escribiera esta epístola. Poco se sabe de Jacobo hijo de Alfeo, demasiado poco como para conjeturar que pudiera haber sido autor de esta epístola.
Destinatarios
Aunque algunos pasajes parecen estar dirigidos a los incrédulos (Stg 5:1-6), la epístola va dirigida “a las doce tribus que están en la dispersión” (Stg 1:1). La referencia a las “doce tribus” sugiere que los destinatarios eran judíos. “Judíos de la dispersión” trae a la memoria la dispersión del pueblo judío, en primer lugar en el 722 a.C. cuando Israel, el Reino del Norte, cayó ante el Imperio Asirio, y luego en el 586 a.C. cuando Judá, el Reino del Sur, cayó ante los saqueadores babilonios bajo el gobierno de Nabucodonosor.
Sin embargo, resulta claro que Santiago tenía un enfoque mucho más reducido. Al parecer, el autor tenía en mente a los judíos “cristianos” de la dispersión. Esto puede conjeturarse a partir de la propia identificación de Santiago (Stg 1:1) como siervo de Jesucristo, así también como por las referencias a tener “fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo” (Stg 2:1).
Fecha
Establecer una fecha temprana de escritura explicaría la particularidad del discurso. El martirio de Jacobo alrededor del 66 d.C. nos proporciona la fecha más tardía en que pudo haber sido escrita. Evidencias de una fecha muy temprana, por ejemplo la mención de aquellos que estaban en la “asamblea” (gr. sunagoge), indicaría un momento muy temprano en la historia cristiana, tal vez anterior al Concilio de Jerusalén en el 49–50 d.C. Aunque algunos estudiosos de la Biblia fechan esta epístola después del 60 d.C., muchos otros están convencidos de que Santiago fue el primer libro del NT, y lo fechan incluso en el 48 d.C. Como tal, brinda al lector una notable perspectiva de los sucesos que se desarrollaron en la iglesia en sus primeros tiempos.
Motivo
Resulta evidente que esta epístola es producto de preocupaciones por parte del liderazgo pastoral de la iglesia primitiva acerca del nivel ético de los primeros cristianos. De ahí que el tema principal incluye en el cap. Stg 1:1-27 un análisis sobre cómo responder ante la prueba y la tentación (Stg 1:1-18). La necesidad de “poner en práctica” la palabra además de “oírla” es el aspecto central de Stg 1:19-27. El trato a los pobres y la adecuada administración de la riqueza son temas de preocupación en Stg 2:1-13 y Stg 5:1-6. El cap. Stg 3:1-18 trata sobre la falta de docilidad de la lengua y la necesidad de controlarla. Los temas del cap. Stg 4:1-17 son conflictos y actitudes hacia los demás cristianos. Las respuestas adecuadas a las exigencias y presiones de la vida se tratan en el cap. Stg 5:1-20.
Aportes de Santiago
Algunos eruditos comparan Santiago con el libro de Proverbios del AT. Aunque son bastante diferentes, la comparación es válida desde la perspectiva de la ética. El tema del libro es que la religión práctica debe manifestarse por medio de obras que sean superiores a las del mundo. La esencia de dichas obras incluye áreas de santidad personal y servicio a los demás, como visitar a los “huérfanos y a las viudas” y “guardarse sin mancha del mundo” (Stg 1:27). Estas “obras” además exigen resistencia activa al diablo (Stg 4:7), sujeción a Dios (Stg 4:7) y sincero arrepentimiento de los pecados (Stg 4:9).
Tanto en la introducción como en la conclusión se habla de la paciencia como resultado de pruebas y tentaciones. Cuando lleguen las pruebas, los lectores deben recibirlas con “sumo gozo” (Stg 1:2) y deben esperar recompensa por soportar con paciencia esas pruebas (Stg 1:12). En Stg 5:7-11, el autor vuelve sobre el tema, al citar a Job y a los profetas como ejemplos de paciencia en medio de tribulación.
Preguntas y desafíos de Santiago
Hay dos pasajes de Santiago difíciles y ampliamente debatidos que resultan un desafío para los eruditos. En Stg 2:14-26, Santiago arguye que “la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma” (Stg 2:17). Esta aparente contradicción con la enseñanza del apóstol Pablo ha causado gran consternación entre algunos teólogos. Por ejemplo, Martín Lutero se refirió al libro como “una epístola de paja” en comparación con los escritos de Pablo.
Una exégesis más cuidadosa ha demostrado que la contradicción es más aparente que real. Santiago afirma que una fe que solo profesa, como la de los demonios (Stg 2:19), no es fe salvadora. Los demonios creen en Dios en sentido intelectual, pero no creen en el sentido de hacer un compromiso con Él. La ortodoxia de la doctrina que no produce un estilo de vida santificado, en realidad carece de valor.
En Stg 5:13-16 Santiago se refirió a la sanidad y a los medios para lograrla. Este pasaje solo toca el tema de la sanidad ocasional. El propósito de la argumentación es enfatizar la eficacia de la oración tenaz del hombre justo (Stg 5:15-16). Esto se ejemplifica con una referencia a Elías, cuyas oraciones fueron suficientes para cerrar los cielos y luego para abrirlos (Stg 5:17-18).
Más allá de cualquier otro propósito, la oración de fe “salvará al enfermo”. El agente de la sanidad no es el aceite de la unción, ya sea medicinal (como algunos sostienen) o simbólico (como opinan otros). Dios sana cuando Él así lo determina (Stg 5:14) en respuesta a las oraciones fervientes de los justos.
La epístola de Santiago sigue teniendo valor y trascendencia para el cristiano, que se confronta a un mundo cada vez más secularizado. Cristo debe producir una diferencia en nuestra vida. Este es el tema y el mandato de Santiago.
Bosquejo
I. Salutación (Stg 1:1)
II. La verdadera religión se desarrolla por medio de pruebas y sufrimientos (Stg 1:2-15)
A.  El gozo es la respuesta adecuada en tiempo de prueba (Stg 1:2)
B.  La fe puesta a prueba conduce a la perseverancia que, al madurar, nos permite ser perfectos, completos y que no nos falte nada (Stg 1:3-4)
C.  La verdadera sabiduría viene de Dios y está disponible para quienes la piden con fe, sin dudar (Stg 1:5-8)
D. La riqueza puede ser una prueba de la fe y no una evidencia de fe (Stg 1:9-11)
E. La perseverancia en las pruebas conduce a bendición (Stg 1:12)
F. La tentación proviene de nosotros y no de Dios, y debemos resistirla (Stg 1:13-15)
III. La verdadera religión la inicia la fe (Stg 1:16-27; Stg 2:1-26)
A.  La salvación por fe es un don de Dios, de quien provienen todos los dones (Stg 1:16-17)
B.  La salvación como expresión de la voluntad divina está relacionada con la Palabra de Dios (Stg 1:18-27)
1. Debemos recibir la Palabra de Dios (Stg 1:18-21)
2. Debemos cumplir la Palabra de Dios y no tan solo oírla (Stg 1:22-25)
3. Debemos controlar lo que decimos y practicar la verdadera religión (Stg 1:26-27)
C.  La fe que salva no manifiesta favoritismos sino amor a todos (Stg 2:1-13)
D. La fe que salva se manifiesta en actitudes y acciones piadosas (Stg 2:14-26)
IV. La verdadera religión se orienta por la sabiduría (Stg 3:1-18)
A.  La persona sabia controla su lengua (Stg 3:1-12)
B.  La sabiduría terrenal se caracteriza por actitudes y acciones malvadas (Stg 3:13-16)
C.  La vida del sabio se caracteriza por conducta moral (Stg 3:17-18)
V. La verdadera religión se manifiesta con obras (Stg 4:1-17; Stg 5:1-12)
A.  Evita actuar en forma egoísta y consulta a Dios (Stg 4:1-3)
B.  Evita congraciarte con el mundo (Stg 4:4-5)
C.  Ten la actitud adecuada: sé humilde; no seas orgulloso ni impertinente (Stg 4:6-10)
D. Evita hablar contra otros cristianos y no los juzgues (Stg 4:11-12)
E. Evita querer disponer del tiempo de Dios como si fuera tuyo (Stg 4:13-16)
F. No dejes de hacer lo que sabes es correcto (Stg 4:17)
G.  Evita depender de la riqueza (Stg 5:1-3)
H. No trates a las personas injustamente (Stg 5:4-6)
I. No te impacientes, porque el Señor vuelve (Stg 5:7-11)
J. No hagas juramentos (Stg 5:12)
VI. La verdadera religión se expresa en la oración (Stg 5:13-20)
A.  La oración intercesora es parte importante de la verdadera religión (Stg 5:13-16 a)
1. La oración es una respuesta adecuada para el sufrimiento y la enfermedad (Stg 5:13-14)
2. Las oraciones deben ofrecerse con fe, por motivos correctos (Stg 5:15)
3. La oración incluye confesión de pecados (Stg 5:16 a)
B.  La rectitud de la persona que ora se relaciona con la eficacia de la oración (Stg 5:16 b)
C.  Todos los seres humanos pueden orar y ser escuchados (Stg 5:17-18)
D. La intercesión por los pecadores es una importante responsabilidad cristiana (Stg 5:19-20)

Paige Patterson

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