Significado de SEÑAL Según La Biblia | Concepto y Definición

SEÑAL Significado Bíblico

¿Qué Es SEÑAL En La Biblia?

Símbolo, acción o acontecimiento que indica algo más allá de sí mismo. En el AT, las señales a veces se refieren a fenómenos celestiales, tales como las lumbreras que Dios creó por medio de su palabra, “señales para las estaciones, para días y años” (Gén 1:14). Con frecuencia aluden a una intervención milagrosa de Dios. Pueden guiar a los observadores a conocer a Dios, como en el caso de los eventos del éxodo (Deu 4:34). Pueden reforzar la fe al recordar las poderosas obras divinas, tal como sucedió con las piedras conmemorativas del Jordán que debían ser una “señal entre vosotros” (Jos 4:6). Las señales también pueden indicar el pacto de Dios con Su pueblo. Estas incluyen el arco iris (Gén 9:12), la circuncisión (Gén 17:11), el Sábat (Éxo 31:13) y el uso de filacterias en la muñeca y la frente (Deu 6:8; Deu 11:18).
Uno de los usos más importantes de las “señales” en el AT era comprobar si un mensaje profético provenía de Dios. Un ejemplo es la vara de Moisés que se convirtió en serpiente y la mano que quedó leprosa y luego se sanó (Éxo 4:8-9). En Eze 12:6, el profeta en persona es una señal para la casa de Israel al llevar sus enseres como símbolo del exilio profetizado. La mera presencia de señales no era suficiente para garantizar que el profeta estuviera hablando en nombre de Dios. Deu 13:1-5 afirma que, después de que se diera una señal, el profeta todavía podía profetizar falsamente. El mensaje debe comprobarse por su veracidad.
La concepción virginal de Isa 7:14 es de particular interés. Aparentemente, el cumplimiento de esta profecía es doble, primero con una concepción y nacimiento en tiempos de Isaías como símbolo de la liberación de Judá por parte de Dios. La consumación definitiva de esta profecía se produce con la llegada del Mesías nacido de una virgen (Mat 1:20-23).
En el NT, “señal” generalmente traduce el término griego semeion. Esta palabra aparece más de 70 veces en el NT, sobre todo en los Evangelios y en Hch 7:1-60 veces en las cartas de Pablo, 2 en Hebreos y 6 en Apocalipsis. Semeion puede referirse a un acontecimiento natural, pero más a menudo alude a un hecho milagroso que autentica la actividad divina o una señal escatológica que apunta a la culminación de la historia.
Lucas registra señales en el nacimiento de Jesús. El “niño envuelto en pañales” sirvió de señal para que los pastores verificaran el anuncio de los ángeles (Luc 2:12); Simeón profetizó que Jesús mismo era una señal a la que muchos se opondrían (Luc 2:34).
Si bien las señales pueden indicar acción divina, Jesús condenó la exigencia de estas para demostrar que Dios obraba a través de Él. Cuando escribas y fariseos le pidieron a Jesús una señal, Él respondió que quienes ansiaban recibir señales formaban parte de una “una generación mala y adúltera” (Mat 12:39). La única señal que se les daría era la señal de Jonás, una referencia a Su muerte y resurrección. En el Evangelio de Juan, Jesús les dice a quienes lo siguieron después de alimentar a los 5000: “Me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis” (Jua 6:26). Ellos vieron físicamente las señales que Jesús realizó, pero no percibieron el significado: que Él era el Hijo de Dios.
En el Evangelio de Juan, semeion se utiliza para referirse a los milagros de Jesús y a otras pruebas de Su deidad. Juan emplea la palabra “señal” colocando más énfasis en el significado del milagro que en lo sobrenatural de la acción. Lo importante es la identidad de Jesús y la obra de Dios a través de Él.
En Hechos, “señal” se utiliza para referirse a la actividad de Dios en el AT (Hch 7:36) y en Jesús (Hch 2:22; Hch 4:30). Además, las señales ocurren para dar testimonio de la acción divina en los apóstoles y a través de ellos. Después de Pentecostés, “muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles” (Hch 2:43; Hch 5:12; Heb 2:4). Los ministerios de Felipe (Hch 8:6; Hch 8:13) y de Pablo (Hch 14:3; Hch 15:12) fueron autenticados por señales.
Pablo se refiere a la circuncisión de Abraham como señal y sello de la justicia de su fe (Rom 4:11). Las señales también indicaban la presencia de Dios en el ministerio de Pablo (Rom 15:19; 2Co 12:12). Él repitió lo que Jesús había dicho: “Los judíos piden señales, y los griegos piden sabiduría, pero nosotros predicamos a Cristo crucificado” (1Co 1:22-23). Hablar en lenguas se consideraba señal para los incrédulos (1Co 14:22). Pablo les dijo a los filipenses que la firmeza de ellos en la persecución era señal de destrucción para los perseguidores y señal de salvación para ellos mismos (Flp 1:27-28). Advirtió que vendría un “inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos” (2Ts 2:9; comp. Deu 13:2).
Jesús advirtió contra las señales de los falsos profetas que precederán Su segunda venida (Mat 24:24), pero también habló de las señales de Su llegada y del fin de los tiempos (Mat 24:30; Luc 21:11; Luc 21:25). De manera similar, Pedro citó a Joel en Pentecostés: “Y daré prodigios arriba en el cielo, y señales abajo en la tierra” (Hch 2:19). Apo 12:1-18 incluye las señales escatológicas de una “mujer vestida del sol” (Apo 12:1) y el “gran dragón escarlata” (Apo 12:3). Más de la mitad de las referencias a señales en Apocalipsis corresponden a las que realizarán la bestia que sale de la tierra y el falso profeta (Apo 13:13-14; Apo 16:14; Apo 19:20).
Las señales pueden ser verificación de la presencia de Dios en determinadas circunstancias o en medio de Su pueblo. Pueden indicar la segunda venida de Cristo. También pueden ser falsas y acompañar a los engañadores. Si bien pueden apuntar a Dios y a Cristo, y así lo hacen, son inadecuadas para que una persona sea salva por la fe.

David R. Beck

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