SERMÓN DEL MONTE Significado Bíblico
¿Qué Es SERMÓN DEL MONTE En La Biblia?
Mat 5:1-48; Mat 6:1-34; Mat 7:1-29 se conoce comúnmente como el Sermón del Monte, el primero de los cinco grandes discursos de Jesús en el Evangelio de Mateo. Es una exposición inteligente de la ley y de cómo armoniza con el nuevo pacto en Cristo. También formula acusaciones punzantes contra el legalismo de los fariseos y su fría y formal pretensión de superioridad moral. Jesús resalta Sus demandas para los discípulos y hace un llamado a demostrar rectitud verdadera, una rectitud de corazón que la ley no puede producir.
Interpretaciones
Pocos pasajes de las Escrituras se prestan a interpretaciones tan divergentes. El sermón contiene una ética tan elevada y exigencias tan intransigentes que los eruditos siempre discreparon sobre su propósito y aplicación. Nadie puede cumplir a la perfección las exigencias del sermón, y la disparidad entre las expectativas y la conducta crea un problema desconcertante. Seguidamente aparecen algunos de los principales abordajes al pasaje.
Una interpretación común es la “ética provisoria”, que sostiene que Jesús defendió una ética tan radical porque esperaba que el reino consumado comenzara de inmediato. La llegada de ese reino era tan inminente que los discípulos debían practicar esos estrictos requisitos por un breve período de tiempo hasta que el reino se concretara. Sin embargo, como este no se consumó, las exigencias del sermón “provisorio” deben descartarse. Esta interpretación no es popular.
Otro enfoque, correspondiente al liberalismo clásico, fue popular a comienzos del siglo XX, y desechaba la necesidad de redención personal mediante la obra expiatoria de Cristo. Sus adherentes sostenían que el sermón es esencialmente un mapa de ruta para construir una sociedad mejor y más progresista. La fe optimista en la bondad inherente de la humanidad los llevó a remplazar el evangelio con una filosofía secular. Los grandes conflictos mundiales y la continua destrucción de la sociedad han demostrado que estaban equivocados.
Otra interpretación, más meritoria que las dos anteriores, es la perspectiva de la ortodoxia luterana. Esta sostiene que el sermón refleja una ética elevada imposible de cumplir cuyo propósito es demostrar que no podemos lograr por nuestras propias fuerzas la rectitud que Dios exige. El sermón es realmente evangelístico, ya que muestra la necesidad de recurrir a Dios para ser justos. El punto débil de esta interpretación es que le aplica al sermón la teología sistemática en vez de interpretarlo.
El enfoque “existencial” considera el sermón como invitación a tomar una decisión personal más que un conjunto de principios éticos concretos. El propósito del sermón es orientar la vida hacia una perspectiva celestial. Estos existencialistas no enfatizan un reino futuro literal. Más bien, la vida presente se compara con el ideal de lo que debería ser la conducta “celestial”. Este punto de vista fomenta una actitud de reflexión personal y disposición para mejorar el futuro. Las debilidades de este enfoque son evidentes.
Otra interpretación, más popular en Norteamérica, es el enfoque dispensacional. En su forma clásica, el dispensacionalismo distinguía rígidamente los períodos de la ley y la gracia. Era el arquetipo del concepto de “discontinuidad” de las Escrituras; es decir, que Dios trató con las personas de manera distinta durante los diferentes períodos. En su interpretación más extrema, este sistema incluso sostenía que en el AT las personas eran salvas por un método distinto al NT. Cabe señalar que el dispensacionalismo cambió radicalmente en los últimos años y refleja una teología más moderada. Aún sostiene que, cuando Jesús predicó el sermón, estaba ofreciendo un reino milenial a los judíos. Ofreció establecerlo inmediatamente después de Su muerte si la nación lo aceptaba. Los judíos no lo recibieron como su Mesías y Rey, por lo que la oferta fue rescindida temporalmente. En lugar de inaugurar el reino, Jesús recurrió al “Plan B”, por así decirlo, e introdujo la era actual de la gracia. Según este modelo, el sermón no tiene relevancia inmediata para la “era de la iglesia” sino que se reserva para el futuro reino milenial cuando Cristo regrese. Muchos cristianos conservadores sostienen este punto de vista, pero no es la mejor interpretación.
Aunque varios de los enfoques mencionados contienen algo de cierto, pareciera más acertado interpretar el sermón de la manera directa como Jesús lo predicó. “Directa” no significa necesariamente “literal”. Algunos pasajes presentan problemas reales si se interpretan literalmente en vez de reconocer el contexto y la intención de Jesús. La predicación estaba dirigida a personas que lo seguían a Él en ese momento, personas que vivían en un mundo pecaminoso mientras esperaban que el Rey regresara y estableciera el reino. El sermón es la norma que los discípulos debían procurar. Describe la clase de vida que deberíamos vivir porque el Señor es nuestro dueño y queremos ser como Él, quien desea que Sus seguidores vivan un estilo de vida nuevo, aunque nunca logremos completamente la meta hasta que Él vuelva.
Contenido
El sermón comienza con las bienaventuranzas (Mat 5:3-12) y luego describe el testimonio que los discípulos de Cristo deben dar al mundo (Mat 5:13-16). A continuación aparece la relación entre Jesús y la ley, y Su interpretación (Mat 5:17-48), y después enumera algunos actos específicos de rectitud, incluida la oración modelo (Mat 6:1-18). El Señor continúa el sermón con un detalle de las actitudes del corazón que Jesús requiere de Sus seguidores (Mat 6:19-34; Mat 7:1-12), y finaliza con un desafío a vivir como verdaderos discípulos (Mat 7:13-27).
La introducción (Mat 5:1-2) revela que Jesús le predicó a una congregación “mixta”. Algunos eran marginales, otros se volcaban hacia Jesús y aun otros se habían comprometido a seguirlo. El sermón estaba dirigido directa y principalmente a Sus discípulos, pero el resto de la multitud también lo escuchó con sumo interés. La gente se maravillaba de Sus enseñanzas porque, a diferencia de sus maestros de la ley, Él hablaba con gran autoridad (Mat 7:28-29). Ver Bienaventuranzas; Ética; Jesús, Vida y ministerio.
Dale Ellenburg
