Tema De La Biblia: La cruz: escándalo y locura

La cruz: escándalo y locura

La cruz de Cristo es uno de los temas más importantes de la fe cristiana. Es el lugar donde se llevó a cabo la obra de redención de la humanidad. Sin embargo, a lo largo de la historia, ha habido quienes han visto la cruz como un escándalo y una locura. En este artículo, exploraremos las razones detrás de estas percepciones, así como la verdad que subyace detrás de la cruz.

El apóstol Pablo escribió en 1 Corintios 1:18, «Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios». Aquí, Pablo reconoce que la cruz es vista por algunos como una locura. Pero, ¿por qué?

Para aquellos que no creen, la cruz es un escándalo porque representa una idea que va en contra de lo que el mundo considera sabio y justo. La idea de que un hombre, que fue condenado a muerte como un criminal, pudiera ser el Salvador del mundo es una idea que parece absurda y escandalosa. Además, la idea de que la redención de la humanidad pudiera venir a través del sufrimiento y la muerte de alguien, va en contra de la mentalidad del mundo que busca evitar el dolor y el sufrimiento.

En 1 Corintios 1:23, Pablo continúa diciendo que «nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura». Los judíos no podían aceptar que el Mesías pudiera ser condenado a muerte, ya que esperaban que viniera como un gran conquistador y rey. Para ellos, la idea de que el Mesías muriera en una cruz era una locura. Del mismo modo, los gentiles no podían entender por qué alguien querría adorar a un hombre que murió en una cruz.

Sin embargo, para aquellos que creen, la cruz es poder de Dios. La cruz representa la obra redentora de Dios en la humanidad. En la cruz, Jesús pagó el precio de nuestros pecados y nos dio acceso a la salvación. Como dice Juan 3:16, «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna».

La cruz es también una muestra del amor incondicional de Dios por nosotros. En Romanos 5:8, Pablo escribió, «Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros». En lugar de castigarnos por nuestros pecados, Dios envió a su Hijo a morir por nosotros. Este acto de amor no se puede comprender por completo, pero nos muestra la profundidad de la gracia de Dios.

La cruz también es una llamada a la acción para los creyentes. En Lucas 9:23, Jesús dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame». Tomar nuestra cruz significa seguir a Jesús incluso en momentos de sufrimiento y dificultad. Significa renunciar a nuestro propio orgullo y egoísmo y vivir para servir a Dios y a los demás.

En conclusión, la cruz sigue siendo un escándalo y una locura para el mundo, pero para aquellos que creen, es el poder de Dios y la sabiduría de Dios para la salvación. En la cruz, Dios demostró su amor y gracia inmerecidos hacia la humanidad, y nos dio una oportunidad de reconciliación con él.

Es importante que los cristianos nunca dejen de predicar la cruz, aunque el mundo lo rechace y lo ridiculice. La cruz es el fundamento de nuestra fe, la fuente de nuestra esperanza y la clave de nuestra victoria. Debemos seguir proclamando la cruz a todos los que nos rodean, confiando en que el Espíritu Santo la usará para abrir los corazones y mentes de las personas a la verdad del evangelio.

Recordemos las palabras del apóstol Pablo: «Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios» (1 Corintios 1:18). Mantengamos firmemente la cruz en el centro de nuestra vida y ministerio, y confiemos en que Dios seguirá obrando a través de ella para su gloria y para la salvación de los perdidos.