Historias Cristianas | Ilustraciones | Anécdotas de la Biblia Sobre TESTIGOS para predicar en sermones
TESTIGOS MUDOS
Cierto predicador vio entre los oyentes sentados en los últimos asientos un hombre con el sombrero puesto. Indicó el caso al diácono. Este se acercó al hombre para pedirle que se quitara el sombrero. Así lo hizo. –Gracias a Dios, dijo el hombre, pensaba que esto surtiría efecto. Hace seis meses que asisto a los cultos de esta iglesia, y usted es la primera persona que me ha dicho una palabra… ¡Cuánta frialdad y egoísmo!—