Versículos Bíblicos Sobre Abstinencia

Versículos de la Biblia Sobre Abstinencia En La Reina Valera 1960

La abstinencia es una práctica que consiste en renunciar voluntariamente a algo que se desea o se necesita, ya sea por motivos religiosos, morales o de otro tipo. En el ámbito de la sexualidad, la abstinencia implica no tener relaciones sexuales con otra persona.

La Biblia habla de la abstinencia en varios contextos y con diferentes propósitos. A continuación, veremos algunos versículos bíblicos sobre la abstinencia y su significado espiritual.

Abstinencia de la inmoralidad sexual

Cuando miramos la abstinencia, no podemos discutirla sin mirar la inmoralidad sexual. La Biblia enseña que Dios creó el sexo para ser disfrutado dentro del matrimonio entre un hombre y una mujer (Génesis 2:24; Hebreos 13:4). Fuera de ese contexto, el sexo se convierte en un pecado que ofende a Dios y daña a las personas involucradas (1 Corintios 6:18-20).

La voluntad de Dios es que los cristianos se santifiquen y se aparten de la fornicación, que es cualquier tipo de relación sexual ilícita (1 Tesalonicenses 4:3-4). Esto implica no solo abstenerse de actos sexuales, sino también de pensamientos y deseos impuros (Mateo 5:27-28). La Biblia también condena otras formas de inmoralidad sexual, como el adulterio, la homosexualidad, el incesto, la prostitución y la pornografía (Romanos 1:26-27; 1 Corintios 5:1; 6:9-10; Gálatas 5:19-21).

La razón por la que Dios nos llama a abstenernos de la inmoralidad sexual no es porque quiera privarnos del placer o de la felicidad, sino porque nos ama y quiere lo mejor para nosotros. El sexo fuera del matrimonio trae consecuencias negativas para nuestra salud física, emocional y espiritual. Además, el sexo es una expresión de amor y compromiso que refleja la relación entre Cristo y su iglesia (Efesios 5:31-32). Por eso, debemos respetar el diseño de Dios para el sexo y honrarlo con nuestro cuerpo.

Abstinencia hasta el matrimonio

El matrimonio es un gran regalo de Dios para los seres humanos. Es una alianza sagrada entre un hombre y una mujer que implica una unión íntima y exclusiva (Génesis 2:24). El sexo dentro del matrimonio es una bendición que fortalece el vínculo entre los esposos y puede dar lugar a la procreación de hijos (Génesis 1:28; Proverbios 5:18-19).

Sin embargo, antes de casarse, los cristianos deben abstenerse de tener relaciones sexuales con su novio o novia. La Biblia dice que el matrimonio debe ser honrado por todos y que el lecho matrimonial debe ser sin mancilla (Hebreos 13:4). Esto significa que debemos guardar nuestra pureza sexual para nuestro futuro cónyuge y no entregarnos a nadie más antes del matrimonio.

La abstinencia hasta el matrimonio requiere disciplina, dominio propio y fidelidad a Dios. No es fácil resistir las tentaciones del mundo y las presiones sociales que nos dicen que el sexo antes del matrimonio es normal y aceptable. Pero Dios nos da su gracia y su Espíritu Santo para ayudarnos a vivir en santidad (Tito 2:11-12; Gálatas 5:16). Además, Dios nos promete recompensar nuestra obediencia y bendecir nuestro matrimonio si le somos fieles (Salmo 128:1-4).

Deja que el amor venga de un corazón puro

Si bien el matrimonio puede no ser algo que esté considerando seriamente en su adolescencia o juventud, el amor sí lo es. Todos deseamos amar y ser amados por alguien especial. Sin embargo

La abstinencia es una práctica penitencial que consiste en privarse voluntariamente de algo placentero o deseado, como la carne o el sexo, por motivos religiosos o morales . La abstinencia puede ser un signo de amor a Dios y de reparación por el pecado, así como una forma de elevarse espiritualmente más allá de los deseos mundanos.

La Biblia habla de la abstinencia en varios pasajes, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, en el libro del Génesis, Dios le ordena a Adán que se abstenga de comer del árbol del conocimiento del bien y del mal (Gn 2,16-17). En el libro de Levítico, se establecen diversas normas sobre los alimentos permitidos e inmundos, así como sobre los períodos de impureza ritual (Lv 11-15). En el libro de Daniel, se narra cómo Daniel y sus compañeros se abstuvieron de comer las viandas del rey de Babilonia y solo comieron verduras y agua (Dn 1,8-16).

En el Nuevo Testamento, Jesús mismo practicó la abstinencia al ayunar durante cuarenta días y cuarenta noches en el desierto antes de iniciar su ministerio público (Mt 4,1-11). También enseñó a sus discípulos que el ayuno y la oración son armas poderosas contra el mal (Mt 17,21). El apóstol Pablo dedicó un capítulo entero de su primera carta a los corintios a tratar el tema del matrimonio y la abstinencia sexual. Allí afirmó que cada uno tiene un don particular de parte de Dios: unos tienen el don del matrimonio y otros tienen el don de la continencia o abstinencia (1 Co 7,7).

El don de la continencia o abstinencia es la capacidad sobrenatural, dada por Dios a algunos creyentes, hombres o mujeres, para refrenar sus impulsos sexuales y vivir sin tener que casarse . El don de la continencia no significa que los creyentes que poseen este don no tienen deseos sexuales, sino que reciben una gracia especial de Dios para controlarlos y ofrecerlos a Él en santidad. El apóstol Pablo es uno de los principales ejemplos bíblicos de un hombre con el don de la continencia. Él mismo se declaró soltero y recomendó a los demás que siguieran su ejemplo si podían (1 Co 7,8).

El apóstol Pablo también reconoció que no todos tienen este don y que para algunos es mejor casarse que estar abrasados por la pasión (1 Co 7,9). Por eso, aconsejó a los casados que no se negaran el uno al otro el débito conyugal, salvo de común acuerdo y por algún tiempo para dedicarse a la oración (1 Co 7,5). Así mismo, exhortó a los solteros y viudos a casarse si no podían guardar la continencia (1 Co 7,36-40).

La Biblia también nos ofrece otros ejemplos de personas que vivieron en abstinencia sexual por razones religiosas. Por ejemplo, Juan el Bautista fue consagrado desde el vientre de su madre como nazareo y se apartó del mundo para preparar el camino del Señor (Lc 1,15; Mt 3,4). María, la madre de Jesús, hizo voto de virginidad desde su juventud y se mantuvo fiel a él incluso después de concebir al Hijo de Dios por obra del Espíritu Santo (Lc 1,34; Mt 1,25). José, el esposo de María, aceptó respetar su virginidad y cuidar de ella y del Niño Jesús como padre adoptivo (Mt 1,19-25).

La abstinencia sexual es un don que Dios concede a algunos para que se dediquen más plenamente a su servicio y al bien de los demás. 

La Biblia nos habla del don de abstinencia en varios pasajes. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento encontramos a algunos profetas y jueces que vivieron solteros y dedicaron su vida a la obra de Dios, como Elías, Eliseo, Samuel y Sansón. En el Nuevo Testamento, el principal ejemplo de alguien con el don de abstinencia es el apóstol Pablo, que escribió: «Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro. Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando.» (1 Corintios 7:7-9).

Pablo también enseñó que el don de abstinencia es una ventaja para el servicio cristiano, ya que permite al creyente estar más concentrado en las cosas de Dios y menos preocupado por las cosas del mundo. Así lo expresó: «El soltero se preocupa por las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; pero el casado se preocupa por las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer, y está dividido. Asimismo la mujer casada se preocupa por las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido. Pero esto digo para vuestro provecho; no para tenderos lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os acerquéis al Señor.» (1 Corintios 7:32-35).

La Biblia también nos da citas bíblicas sobre la castidad consagrada, que es la forma de vivir el don de abstinencia con pureza y santidad. Por ejemplo:

– «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.» (Mateo 5:8).
– «Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.» (1 Corintios 6:18-20).
– «Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios.» (1 Tesalonicenses 4:3-5).

La Biblia también nos advierte sobre las consecuencias negativas de tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, tanto para los solteros como para los casados. Algunos versículos sobre este tema son:

– «No cometerás adulterio.» (Éxodo 20:14).
– «Mas yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.» (Mateo 5:28).
– «Pero los fornicarios y los adúlteros los juzgará Dios.» (Hebreos 13:4).
– «No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adulteros… entraran en el reino de los cielos.

Abstinencia y Contención en la Biblia

La abstinencia y la contención son temas que se abordan en la Biblia, en diferentes contextos y situaciones. A menudo, se requiere la abstinencia para estar en presencia de Dios y, en otras ocasiones, se requiere la contención para evitar caer en tentación. A continuación, exploraremos algunos de los pasajes bíblicos que hablan sobre la abstinencia y la contención.

Abstinencia antes de adorar En Éxodo 19:14-15, se habla sobre la necesidad de abstenerse de cualquier actividad sexual antes de acercarse a Dios en adoración. Esto indica que, para estar en la presencia de Dios, se requiere un estado de pureza y santidad.

Contención matrimonial En Éxodo 19:15 y 1 Corintios 7:1-5, se habla sobre la contención matrimonial, es decir, la necesidad de abstenerse de relaciones sexuales durante ciertos períodos de tiempo, para dedicarse a la oración y a la meditación en la palabra de Dios.

Requerimientos sacerdotales En Levítico 10:9, se menciona que los sacerdotes deben mantener una conducta ejemplar y abstenerse de cualquier actividad que pueda poner en riesgo su vida espiritual.

Animales limpios e inmundos para uso alimenticio En Levítico 11:1-47, se establecen los requisitos para los animales que pueden ser consumidos por el pueblo de Dios. Este pasaje enfatiza la importancia de la pureza y la separación del pueblo de Dios, incluso en su alimentación.

Abstinencia de los frutos de la vid En Números 6:2-4, se habla sobre la abstinencia de los frutos de la vid para los nazarenos, como una forma de consagración a Dios y para evitar cualquier impureza.

Abstinencia sexual En Números 30:3-12 y 1 Tesalonicenses 4:3-4, se habla sobre la necesidad de abstenerse de relaciones sexuales antes del matrimonio y durante ciertos períodos de tiempo, como una forma de mantenerse en santidad y pureza ante Dios.

Abstinencia sexual para militares En 1 Samuel 21:1-5, se menciona la necesidad de que los soldados se abstengan de relaciones sexuales antes de una batalla, como una forma de mantener la concentración y la fuerza en el campo de batalla.

Pacto para evitar la lujuria En Job 31:1, se habla sobre el pacto que Job hizo con sus ojos para no mirar a una mujer con lujuria, como una forma de mantenerse en santidad y pureza ante Dios.

Evitar la tentación del vino En Proverbios 23:31, se menciona la necesidad de evitar la tentación del vino y cualquier otra bebida que pueda llevar a la embriaguez, como una forma de mantener la claridad mental y la integridad espiritual.

Los líderes políticos deben abstenerse En Proverbios 31:4, se habla sobre la necesidad de que los líderes políticos se abstengan de cualquier bebida alcohólica que pueda nublar su juicio y afectar su capacidad para gobernar con sabiduría.

Abstenerse de afecto

La abstinencia total de ciertos alimentos y bebidas es una práctica que ha sido valorada por muchas religiones y culturas a lo largo de la historia. En la Biblia, encontramos varios ejemplos de personas que se abstuvieron de ciertos alimentos o bebidas como muestra de su fe y devoción.

En Jeremías 35:5-8, leemos acerca de los recabitas, una familia que se había comprometido a no beber vino ni construir casas. Esta promesa fue transmitida de generación en generación, y los recabitas se mantuvieron fieles a su compromiso. Su ejemplo es un testimonio de la importancia de la abstinencia en la vida religiosa.

En el libro de Daniel, encontramos otro ejemplo de abstinencia. Daniel y sus amigos fueron llevados a la corte del rey Nabucodonosor y se les ofreció una dieta rica en alimentos y bebidas. Sin embargo, Daniel se abstuvo de la comida y el vino del rey, eligiendo en su lugar comer verduras y beber agua. Como resultado, Daniel y sus amigos fueron más saludables y sabios que sus compañeros que comían y bebían según la costumbre del rey.

Juan el Bautista también es un ejemplo de abstinencia en la Biblia. En Lucas 1:15, se nos dice que Juan nunca bebería vino ni bebidas fermentadas, y que sería lleno del Espíritu Santo desde el vientre de su madre. Su vida de abstinencia y devoción a Dios lo convirtió en un gran profeta, cuya voz fue escuchada en todo Israel.

En Lucas 7:33, encontramos una referencia a aquellos que se abstienen de beber vino y comer pan, como si estuvieran de luto. Esta práctica era común en la época de Jesús y se consideraba una muestra de arrepentimiento y humildad.

La abstinencia también se menciona en el libro de los Hechos de los Apóstoles. En el Concilio de Jerusalén, los apóstoles decidieron que los gentiles convertidos no debían comer alimentos sacrificados a los ídolos ni sangre ni carne de animales estrangulados (Hechos 15:20). Esta decisión se tomó como muestra de respeto a la fe de los judíos y de renuncia a las prácticas paganas.

En el Evangelio de Mateo, se nos habla de la relación de José y María, los padres terrenales de Jesús. En Mateo 1:25, se nos dice que José no tuvo relaciones sexuales con María hasta después de que naciera Jesús. Esta abstinencia sexual fue una muestra de respeto y obediencia a la voluntad de Dios.

En las epístolas de Pablo, encontramos referencias a la abstinencia de carne en ciertas circunstancias. En Romanos 14:23, se nos dice que aquellos que comen carne sacrificada a los ídolos sin tener convicción de que no es pecado, pecan contra su conciencia. En 1 Corintios 8:1-13, Pablo insta a los cristianos a abstenerse de la carne sacrificada a los ídolos si su consumo puede llevar a otros a pecar. Y en 1 Timoteo 4:3, se nos dice que algunos enseñarán la

Abstinencia antes de adorar, Éxo 19:14-15; Lev 10:8.

Continencia matrimonial, Éxo 19:15; 1Co 7:1-5.

Requerimientos sacerdotales, Lev 10:9.

Animales limpios e inmundos para uso alimenticio, Lev 11:1-47.

Abstinencia de los frutos de la vid, Núm 6:2-4.

Abstinencia sexual, Núm 30:3-12; 1Ts 4:3-4.

Abstinencia sexual para militares, 1Sa 21:1-5.

Pacto para evitar la lujuria, Job 31:1.

Evitar la tentación del vino, Pro 23:31.

Los líderes políticos deben abstenerse, Pro 31:4.

Abstenerse de afecto, Ecl 3:5.

Abstinencia total, Jer 35:5-8.

Daniel se abstiene del vino del rey, Dan 1:5; Dan 1:8.

Ejemplo de Juan el Bautista, Luc 1:15.

Abstinencia por toda la vida, Luc 7:33.

Abstenerse de comida de ídolos, Hch 15:20.

Relación de José y María, Mat 1:25.

Abstenerse de carne, Rom 14:23; 1Co 8:1-13; 1Ti 4:3.

Abstenerse del mal, 1Ts 5:22; 1Pe 2:11.

Tomar vino, 1Ti 5:22.

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