Arrepentimiento significa decir la verdad

Este artículo es parte de la enseñanza de la Reunión de Mujeres en Guatemala (Febrero).

No sé porque pero la idea de disfrazarme y ser alguien más siempre resulta llamativa. Y esto no es nada nuevo en la antigüedad se utilizaban estas máscaras para no ser reconocidos en alguna batalla o fiestas pues la gente quería esconder su verdadera personalidad.

Desde niña me sentí atraída por ser alguien más, yo recuerdo que durante mi infancia me parecía tan fascinante el poder usar los tacones de mi mamá y usar sus bolsos para mí era una alegría el poder utilizar estos accesorios y no tener que ser yo por un momento.

Con el paso del tiempo sin darme cuenta, fui adquiriendo estas mascaras por diferentes razones:

1.      Para dar la talla delante de la gente y cumplir con sus expectativas

2.      Para no tener que aceptar mi verdadera condición

3.      Como un juego del pecado, entre más caía más las necesitaba para mantenerme a “flote”

Y la verdad es que pretender ser alguien que no soy, se vuelve tan cansado con el paso del tiempo.

Al estar en Libres en Cristo, el deshacerme de estas mascaras ha sido todo un reto, porque habían algunas que ni siquiera estaba consciente de ellas.

En el curso aprendí como primer paso para ser libre, acerca del arrepentimiento genuino. Aprendí que para quitarme estas máscaras primero debo estar consciente que ya no las quiero en mi vida, no puedo dejarlas atrás si todavía una parte de mi quiere seguir aferrándose a ellas.

El arrepentimiento genuino viene cuando estoy consciente que ya no quiero seguir más con este juego.

Un claro ejemplo de esto es la vida de la mujer samaritana:

Señor, dame de esa agua para que no vuelva a tener sed ni siga viniendo aquí a sacarla.  —Ve a llamar a tu esposo, y vuelve acá —le dijo Jesús.  —No tengo esposo —respondió la mujer. —Bien has dicho que no tienes esposo. Es cierto que has tenido cinco, y el que ahora tienes no es tu esposo. En esto has dicho la verdad. Juan 4:15-18

Esta mujer literalmente estaba cansada de estar bebiendo del agua incorrecta, ella misma le pide a Jesús que le de esa agua para ya no tener sed jamás.

Allí vemos su necesidad de agua, personalmente, he estado en este  momento en mi vida en donde ya no hay más opciones; ya hemos había hecho todo lo que estaba en mis manos para salir y simplemente no pude.

Este es el momento preciso en donde Jesús puede actuar pues ya no estamos pendientes de lo que YO puedo hacer sino estamos listas para que sea él quien actúe en nosotros como él quiera.

Ahora hay algo interesante en la vida de esta mujer, al ella querer darle un giro a su vida y saciar esa sed hace una decisión que cambio su vida por completo y decide DECIR LA VERDAD, Jesús le dice algo muy simple pero es en ese momento que ella confiesa y le dice que no tiene esposo.

Ahora pensemos por un momento lo que significó para esta mujer ser sin sincera con el maestro, en esta época no era bien visto que una mujer se divorciara y lo más común y aceptado por la sociedad era que al divorciarte te quedaras sola y no volvieras a casarte, ahora imaginemos la vergüenza para esta mujer el tener que reconocer que no solo había estado casada con un hombre sino con cinco, seguramente no era nada fácil y su estado actual era peor pues con el hombre que vivía no era su marido.

Sin embargo, por muy grave que fuera lo que esta mujer tuviera que decir, lo mejor que podemos ver es la actitud de Jesús, eso es lo que espera Él de nosotras; que seamos honestas con Él si Él ya lo sabe. Creo que nosotras sabemos lo desagradable que resulta cuando alguien nos quiere ver la cara mintiéndonos con cosas que nosotras ya sabemos.

Mientras la mujer samaritana le confesaba a Jesús él le dice algo clave:

Pero se acerca la hora, y ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad,  porque así quiere el Padre que sean los que le adoren.

Básicamente le dice la forma de cómo debe seguir su vida, primero ella encuentra la fuente pero ¿cómo me mantengo bebiendo de ella? El agua allí va estar todo el tiempo, pero debe haber una forma en que yo regrese constantemente.

Él le dice que los verdaderos adoradores rendirán culto en espíritu y verdad, ya sabemos que el Señor es la fuente que llena nuestras vidas, y la forma para mantenerme adorándolo en espíritu y verdad, es el reflejo de lo que hago en mi diario vivir, no en mi iglesia sino durante cada hora del día.


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