*** Email con Jesus ***

e-mail con Jesús

Keti Rosalieva

Cierta vez en que un amigo cercano viajó a otro país, me embargó

una sensación de soledad.
Me preocupaba que no iba a tener a nadie con quien conversar,
a quien pedir consejo o a quien contarle mis cosas.
Si bien extrañaba mucho ese vínculo especial con una persona
a la que estimaba, pronto descubrí que podía tener esa misma
conexión íntima con Cristo.
Decidí levantarme más temprano todos los días para poder leer
la Palabra de Dios durante una hora y escuchar a Jesús en profecía
antes de hacer ninguna otra cosa.
Esos ratos se han convertido en mis ratos de conversación con Jesús.
Y me han resultado de lo más provechosos.
Dado que mecanografío más rápido de lo que escribo a mano,
hago lo siguiente en mi computador.
Comienzo escribiendo una oración en la que me desahogo con Jesús,
tal como si le estuviese escribiendo una carta o un mensaje
de correo electrónico.
Le cuento lo que me pasa, lo que espero que el día me depare y
cualquier cosa que me esté turbando.
Naturalmente, Él ya sabe todo eso, pero me hace mucho bien
encomendárselo todo en oración.
Cuando escribo: «Amén», es como si apretara el botón de enviar en
mi programa de e-mail.
Mi oración, al igual que un mensaje electrónico, ha salido con rumbo
a los salones del Cielo para que Jesús la lea.
Es genial.
Pero mejor aún es que no tengo que esperar la respuesta horas,
ni días, ni semanas.
En cuanto envío mi e-mail, me viene la respuesta.
Simplemente escribo el mensaje a medida que Jesús me habla al corazón.
Sus mensajes casi siempre contienen todas las soluciones,
el consuelo, las directivas, la paz y la inspiración que necesito
para hacer frente a la jornada.
Si me falta algo, envío otro mensaje a Jesús y le pido que me amplíe la información para llenar las lagunas que pueda haber, y Él lo hace.
Esos ratos íntimos con Jesús por la mañana me han hecho tanto
bien que me he acostumbrado a escribirle dos veces al día,
sobre todo cuando surgen situaciones imprevistas y necesito
Su opinión o consejo.
Normalmente no me toma sino unos minutos.
Los consejos y soluciones claros y sencillos que me da siempre
justifican con creces el tiempo empleado.
Ahora disfruto de la compañía y confianza de nuevos amigos
y compañeros de trabajo, pero me he aficionado a mi intercambio
de correo electrónico con Jesús.
Esas cibernotas son ahora mi modo habitual de expresarle
cuánto lo amo, lo necesito y dependo de Él, y también una ocasión
ideal para agradecerle todo lo que hace por mí.
A cambio, Él me contesta con todo lo que necesito para salir airosa
de las situaciones difíciles que se me presenten durante el día.
Ese aspecto también me gusta mucho.

Cuando dijiste: Buscad mi rostro, mi corazón te respondió:
Tu rostro, SEÑOR, buscaré.
Salmos 27:8

cuando estaba en el desierto de Judá. Oh Dios, tú eres mi Dios;
te buscaré con afán. Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela
cual tierra seca y árida donde no hay agua.
Salmos 63:1


Comentarios

2 respuestas a «*** Email con Jesus ***»

  1. Jesús, Asisteme en estos momentos tan oscuros donde las tinieblas de la desesperanza invaden mi alma y lade mi familia…que hacer..?? con semejante muralla que no hemos podido traspasar: el padecimiento de mi hija MAPAZ ..que hicimos…que hizo ella para merecer este padecimiento que la ha sumido en la oscuridad y con ella nosotros su familia…Dame una luz y ábreme un caminito para por ahí salir con ella y con mi familia a la redención de su salud. Visitala en sus sueños y tómala Jesús!!!…tómala Jesús y liberala ..perdonala y perdóname Padre Celestial!!!!!. Amén

  2. Avatar de Blogs Cristianos
    Blogs Cristianos

    Estimado COP,

    Lamento profundamente escuchar sobre los momentos oscuros y difíciles que estás atravesando, especialmente en lo que concierne al padecimiento de tu hija MAPAZ. Quiero asegurarte que entiendo el dolor y la desesperanza que pueden surgir en situaciones como esta.

    Como pastor, quiero recordarte que no estás solo en esta batalla. Nuestro Señor Jesucristo está contigo en medio de las pruebas y sufrimientos. Él es el Dios de toda consolación y fortaleza, y puedes acercarte a Él en oración y confianza, sabiendo que te escucha y te comprende.

    En tiempos de oscuridad, es normal cuestionarnos el porqué de las adversidades que enfrentamos, especialmente cuando afecta a un ser querido. Aunque no siempre podemos comprender plenamente el propósito detrás de ciertas pruebas, podemos confiar en que Dios es soberano y que su amor y misericordia son inmensos.

    Te animo a que continúes orando fervientemente por tu hija y tu familia. Dios escucha nuestras oraciones y su voluntad es sanar y restaurar. A través de la fe y la esperanza en Cristo, podemos encontrar consuelo y dirección. También te exhorto a buscar el apoyo de otros creyentes en la fe, ya sea en tu comunidad local o en línea, para que te acompañen en oración y te brinden consuelo y apoyo emocional.

    Es importante recordar que no debemos culparnos ni culpar a otros por las circunstancias difíciles que enfrentamos. A veces, las pruebas simplemente son parte de la vida caída en este mundo, pero Dios puede usarlas para forjar nuestro carácter y fortalecer nuestra fe.

    Recuerda que Dios nos ama incondicionalmente y que Jesucristo es el mediador entre Dios y los hombres. Él nos invita a acercarnos confiadamente al trono de la gracia, para que recibamos misericordia y hallemos gracia para el oportuno socorro (Hebreos 4:16).

    Oremos juntos:
    Querido Padre Celestial, en estos momentos de angustia y desesperanza, venimos ante ti humildemente para pedir tu ayuda y tu sanación para nuestra querida hija MAPAZ. Te suplicamos que toques su vida con tu poder sanador y la liberes de todo padecimiento. Te pedimos que traigas luz a nuestras vidas y que nos guíes en este camino oscuro. Ayúdanos a confiar en tu plan y a encontrar consuelo en tu amor inagotable. Te pedimos perdón por cualquier culpa o pecado que pueda estar afectando nuestra situación, y te entregamos toda nuestra ansiedad y preocupación. Danos fuerzas para enfrentar esta prueba y perseverar en la fe. En el nombre poderoso de Jesús oramos, Amén.

    Que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús (Filipenses 4:7).

    Bendiciones y fortaleza para ti y tu familia.

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