Tus pensamientos tienen la capacidad de alterar tu destino. Piensa en lo que estás pensando.
¡La perdí!…..Sí la perdí, no la encuentro por ningún lado. Tengo mi vida patas arriba, tratando de encontrarla, pero no sé donde la extravié.
Necesito tomarme un cafecito con Jesús y desahogarme en su presencia. Perdí mi paz.
-Papá Dios, necesitamos conversar. Junta de comité urgente en la cocina. Hay café recién colado.
Con tasa en mano me dio un beso en la frente, se sentó a mi lado y me dijo:
_La paz la perdiste en el instante que dejaste de creer en mí.
_ ¿Cómo así? Yo creo en ti.
_ Desde que te levantaste no has dejado de darle importancia a ciertos pensamientos
que han aterrizado a tu mente. Ese excesivo razonamiento, el temor y tu constante insistencia en hacer lo que solo yo puedo hacer, han hecho que entres en un coma emocional.
_ Pero eso es algo que no puedo evitar. Los pensamientos llegan y punto.
_ Los pensamientos van a llegar, pero yo te he dado la libertad de elección, la capacidad de renovar tu mente a través de mi palabra y la autoridad para lograrlo.
No seas pasiva con tus pensamientos, tu dialogo interno juega un papel determinante en tu vida. Los pensamientos producen emociones, las emociones producen decisiones, las decisiones producen acciones, las acciones producen hábitos, los hábitos producen tu carácter y tu carácter produce tu destino. Así de simple.
_ ¡Wow! Todo tiene conexión, nunca lo había visto de ese modo. Tienes toda la razón. Esta mañana mientras me cepillaba los dientes, me llegaron unos pensamientos llenos de inseguridad que crearon en mí temor y ansiedad. En la medida que dejé de escucharte a ti y me enfoque en mis propios razonamientos, instantáneamente mi paz interior desapareció.
_Así de simple. Quiero que creas en mí con la simpleza de un niño. Quiero que estés a la expectativa de que en cualquier momento mi mano se moverá a tu favor. Recuerda que la fe crece a través de las experiencias y se desarrolla a medida que se usa. La confianza es activa y dinámica, así que tu trabajo es creer y el mío es obrar.
_Gracias Señor, guardaré celosamente mi paz interior, prestándole más atención a mis pensamientos y confiando en ti por encima de mis emociones y razonamientos…… ¿Quieres más café?
_No, gracias. Tengo otra junta urgente de comité y probablemente me inviten a tomar un latte.
“Esforcémonos, pues, por entrar en ese reposo” Hebreos 4:11 (NVI)
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