Aquí encontrarás frecuentemente nuevas frases para que las utilices libremente en tu cuenta de Twitter; las puedes modificar y hacerlas de tu autoria [solo que no la comercialices]. #EvangelizaenTwitter @PrtzDvd
• Las verdades del evangelio expresadas en el lenguaje más sencillo, le vienen mejor a la gente que los misterios más profundos.
• La pecaminosidad del hombre y la misericordia de Dios la describe la Biblia.
• Los hombres pueden tener mucho conocimiento doctrinal, pero ser sólo principiantes en la vida de fe y experiencia.
• Las discusiones y la peleas sobre la religión son tristes pruebas de carnalidad.
• La verdadera fe en Dios hace pacíficos a los hombres; no belicosos.
• Hay que lamentar que muchos que debieran andar como cristianos, vivan y actúen demasiado como los otros hombres.
• Muchos profesantes muestran que son carnales aún por discordias vanagloriosas.
• No debemos poner a los ministros en el lugar de Dios.
• El que planta y el que riega son uno; empleados del Maestro.
• Somos encargados de la misma revelación, ocupados en una obra y dedicados a una intención; salvación de las almas.
• ¡A los que trabajan más duro, les irá mejor!
• Tenemos dones diferentes del solo y mismo Espíritu, pero para el mismo propósito; salvación de las almas.
• La ansiedad por entrar en debate, y la facilidad para despreciar a otros y hablar mal de ellos, revela nuestra carnalidad.
• Si tu trabajo en el Señor no es sacrificado; algo anda mal.
• Debemos ejecutar los dones de todo corazón, y con la intención de glorificar a Dios.
• Los que sean fieles, tendrán la recompensa mayor.
• ¡El orgullo espiritual es abominable!
• Obramos en Dios para promover los propósitos de su gloria, y la salvación de almas preciosas.
• Quienes somos empleados en su viña y en su casa; Dios se ocupará cuidadosamente de nosotros.
• A los que son un perito constructor, la gracia de Dios los hizo así.
• No debemos de usar los favores más grandes de Dios para alimentar nuestra vanidad.
• ¡Que todo hombre se cuide! puede haber mala edificación sobre un fundamento bueno.
• Evitemos a toda costa hacer ídolos de nosotros mismos.
• No nos atrevamos a unir una vida meramente humana o carnal con la fe divina.
• ¡Aquel que conoce nuetsra obra se ocupará de que no laboremos en vano!
• Muchos predicadores muestran que son carnales por su vanagloria.
• El arrepentimiento para con Dios y la fe en nuestro Señor Jesucristo lo describe la Biblia.
• Cristo es la Roca firme, eterna e inmutable; capaz de soportar todo el peso que Dios mismo pueda poner encima de Él.
• ¡No hay salvación en ningún otro! Sólo en Jesucristo.
• Sí quitamos la doctrina de la expiación efectuada por Jesús no hay fundamento para nuestra esperanza.
• Algunos se aferran a la verdad como es en Jesús, y no predican otra cosa; ¡sabios ellos!
• No nos atrevamos a unir la corrupción del pecado con la confesión del cristianismo.
• Nada debe ponerse encima sino lo que el Fundamento soporte, y que sea de una pieza con Él.
• Viene el día en que se mostrarán nuestras acciones bajo la luz verdadera, sin encubrimientos ni disfraces.
• ¡Podemos equivocarnos con nosotros mismos y con los demás! pero que no pase a pecado.
• Los que difunden la verdad pura en todas sus ramas, y cuya obra permanezca en el gran día, recibirán recompensa.
• Algunos edifican sobre un fundamento que no pasará el examen cuando llegue el día de la prueba.
• ¡Cuánto más grande puede ser el amor de Dios!
• Hay otros cuyas corruptas opiniones, doctrinas y vanas invenciones serán reveladas, desechadas y rechazadas en Aquel Día Final.
• ¿Qué fuego real puede consumir ritos o doctrinas religiosas? solo el del Espíritu Santo.
• Las prácticas en el culto a Dios deben ser de acuerdo a la Palabra de Él.
• Para probar las obras de cada hombre, y las de otros esta el fuego del Espíritu Santo.
• Siempre consideremos la tendencia de nuestras acciones y comparémoslas con la palabra de Dios.
• Los falsos maestros enseñaban doctrinas impías.
• Juzguemos anticipadamente nosotros mismos, para que no seamos juzgados por el Señor.
• Las malas enseñanzas tienden a corromper, a contaminar, y a destruir el edificio que debe mantenerse puro y santo para Dios.
• Cristo habita por su Espíritu en todos los creyentes verdaderos.
• Los que difunden principios relajados, que hacen impía a la Iglesia de Dios, se acarrean destrucción a sí mismos.
• Los cristianos son santos por profesión de fe y deben ser puros y limpios de corazón y de conversación.
• La paz y la pureza destaca a la Iglesia.
• Se engaña el que se considera templo del Espíritu Santo, pero no se preocupa por la santidad personal.
• Tener una opinión elevada de nuestra propia sabiduría no es sino halagarnos.
• La sabiduría que estiman los hombres mundanos es necedad para Dios.
• Los pensamientos de los hombres más sabios del mundo tienen vanidad, debilidad y necedad en ellos.
• Que las pretensiones de la sabiduría y pericia humanas no nos descarríen de las claras verdades reveladas por Cristo.
• Con cuánta facilidad Dios puede confundir e impedir el progreso del pecado.
• Todo debe enseñarnos a ser humildes y ponernos en disposición para ser enseñados por Dios.
• ¡Obsérvese las riquezas espirituales del creyente verdadero: “Todas son tuyas”!
• El halago de uno mismo es el paso que sigue al de engañarse uno mismo.
• La humanidad es muy buena para oponerse al designio de las misericordias de Dios.
• Es el Espíritu Santo que nos saca del pecado y de la pena, y nos guía a la casa de nuestro Padre.
• Las cosas presentes son nuestras para sustentarnos en el camino a la vida eterna.
• Si pertenecemos a Cristo, y somos leales a Él, todo lo bueno nos pertenece y es seguro para nosotros.
• Jesús es el Señor de nosotros, debemos reconocer su dominio y someternos alegremente a su mandato.
• Nosotros los creyentes somos los súbditos del reino eterno.
• Dios en Cristo, reconciliando a sí mismos al mundo pecador. ¡Que hermosa verdad!
• Dios derramo las riquezas de su gracia sobre un mundo reconciliado. ¡Es la suma y la sustancia del evangelio!
• La muerte es nuestra, para que podamos ir a poseer la eternidad.
• Los redimidos tenemos tanto de Dios como la sabiduría infinita estime conveniente para nosotros.
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