Un trozo de frescura…

Mis agotados ojos en la selva de concreto, 

sólo alcanzan a vislumbrar lo que no les es secreto.

Lo escondido y diferido no yace en mis pupilas,

el mundo casi obliga a transgredir pero Tú me animas,

a mirar más allá de lo que mi alma atina. 

 

Tu mirada inconfundible  indeleble se sostiene,

en la ruta inalterable del que todo lo puede.

Cual brillante estrella … refulgente, esplendorosa,

tu excelsa gracia se extiende amorosa,

disfrutándola  me inclino y entiendo que… vanas son “las cosas”.

Bendiciones,


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.