Bendice tu ministerio juvenil con estás palabras, fueron escritas especialmente para que adolescentes y jóvenes entiendan, se diviertan y sean desafiados a vivir agradando a Dios. Busca maneras dinámicas y creativas para presentárselas.Como alguien dijo: "Es un pecado aburrir a los jóvenes". Y también es un pecado darles pan recalentado. No hagas "tostadas" con la palabra de Dios.