¡Bienaventurados los que se dejan enseñar!

 

¿En donde se encuentra esta bienaventuranza? Jesus repetía mucho el que tenga oídos para oír, oiga. Jesus sabía que todos tenían oídos pero no todos tenían una actitud para oír. Muchas veces nosotros no aprendemos porque no nos dejamos enseñar. No tenemos oídos para oír y mucho menos una disposición para aprender. Esto no tiene que ver con la capacidad de aprender, más bien con la actitud a prestar atención para ser enseñados. La mayoría de la gente aprende cometiendo errores, esto está bien, pero no todo debe ser así. En el camino hacemos daño y nos hacemos daño. Desde que nacemos hasta que morimos aprendemos, algunas veces más, otras menos pero todos aprendemos. Hablando de aprender en una ocasión Juan Dijo:

 

Queridos hermanos, no crean a cualquiera que pretenda estar inspirado por el Espíritu, sino sométanlo a prueba para ver si es de Dios, porque han salido por el mundo muchos falsos profetas. En esto pueden discernir quién tiene el Espíritu de Dios: todo profeta que reconoce que Jesucristo ha venido en cuerpo humano, es de Dios; todo profeta que no reconoce a Jesús, no es de Dios sino del anticristo. Ustedes han oído que éste viene; en efecto, ya está en el mundo”. 1 Juan 4:1-5

 

Se dice que todos ofrecemos cierta resistencia al cambio, unos más otros menos. Cuando se trata de cambiar ideas viejas por ideas nuevas todos nos resistimos, aun hasta para la mejor de las ideas. Lo que antes eras bueno ahora ya no es bueno. Pero todo esto de alguna manera lo hemos ido aprendiendo a través de los años. Jesus dijo:

 

“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad”. Mat 5:5 

 

 Bendecidos los que se dejan enseñar, bendecidos los que se dejan guiar.

 

“Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz”. Sal 37:11  

 

Alguien que se deja enseñar está siendo manso, déjame decirte esto: “el hecho de aceptar todo lo que te dicen, no es ser enseñado”, el ser manso es meditar, investigar y pedir que Dios te guie en su camino. Así como dice Juan, cualquier enseñanza debe someterse a prueba. Dios ha preparado muchas cosas para nosotros, pero debemos dejarnos enseñar y dejarnos dirigir por el. ¿Cuántas veces Dios te ha querido enseñar y tú te has rehusado a ser enseñando? Una cosa es probar las enseñanzas para ver si son de Dios y otra muy diferente es cerrarse a todas las enseñanzas que no están de acuerdo a tu visión de las cosas.

 

“!!Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! !!Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!” Mat 23:37

 

¡Dejarte enseñar no es aceptar todo, es escudriñar todo y tomar lo bueno a la luz de la biblia! Dejar que Jesus te guie a través de su Espíritu Santo y de su palabra. Para alguien que no quiere entender tu le puedes dar todos los pasajes habidos y por haber y nunca va aceptar lo que la biblia dice. Esta cegado y esta endurecido en su corazón.

Los discípulos le pedían a Jesus: “enséñanos a orar”; “muéstranos al Padre”; etc. constantemente pedían ser enseñadnos y ser guiados. En la cultura Judía es normal tener Maestros y seguidores (Alumnos, Talmidim). Así que lo más normal es buscarse un maestro y recibir enseñanzas de él. La mansedumbre es sinónimo de nobleza para ser enseñando. Dios le reprochaba al pueblo de Israel en el desierto y les decía “pueblo de dura cerviz”. No dejaban que Dios los guiara y enseñara. No querían aprender.   

¿La recompensa de ser manso y dejarse enseñar? Es recibir la tierra por heredad. Literal y figurado, recibir la tierra es el símbolo de la bendición, espiritual primeramente y materialmente. Entrar a la tierra prometida donde fluye leche y miel, donde fluye el sustento y la felicidad. ¡Señor haznos mansos para recibir la tierra por heredad!

Moisés era manso más que ninguno sobre la tierra, por eso Dios lo uso grandemente. Jesus dijo: aprended de mí que soy manso y humilde de corazón. La mansedumbre es también fruto del Espíritu Santo. Para poder ser enseñados por Dios debemos someternos a sus enseñanzas y su dirección.

La vida del cristiano pasa por un proceso de aprendizaje, un proceso doloroso de cambiar actitudes y formas de pensar. Dios no puede hacer su obra completa si luchamos con él. Muchos cristianos no aceptan la voluntad de Dios. Es más están enojados por que Dios les fallo de acuerdo con su manera de pensar. Debemos aceptar las enseñanzas de Dios, la disciplina, el consejo, todo lo que viene de Dios. Job recibió una gran lección y hoy en día es de gran bendición para muchos. Job se dejo pasar por el proceso de Dios.

 

¿Hoy día como esta tu actitud ante Dios?. ¿Te estás dejando guiar por Dios? ¿Te estás dejando pasar por los procesos de Dios? ¿Estás aceptando la disciplina de Dios? ¿Estás escuchando la voz de Dios? ¿Estás escuchando la voz de los pastores y maestros puestos por Dios?

 

“Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados”. Hebreos 12:11

 

Hay muchas maneras en las que Dios está trabajando con nosotros. ¿Pero nosotros como tomamos su enseñanza? En una ocasión escuche decir “Dios te ama tanto que no te quiere dejar como eres, el quiere que seas como Jesus”. (Tema de un libro escrito por el pastor Max Lucado).

 

En muchas ocasiones Dios me ha hablado y me ha confrontado. ¿Quieres las bendiciones y tú no te atreves a bendecir? ¿Quieres perdón y tú no quieres perdonar? ¿Quieres que Dios te ame y tú no quieres amar? ¿Quieres recibir bendiciones y tú no te atreves a dar algo para bendecir? Es decir queremos las bendiciones de Dios, pero no queremos ser igual a Dios. No queremos ser bondadosos. Pero Dios no puede honrarte si tú no estás dispuesto a honrarle. Debes saber que honras a Dios siendo igual que el.

 

“Bienaventurados los que se dejan enseñar (mansos), porque ellos recibirán la tierra por heredad”. Mat 5:5

“Pero los que se dejan enseñar (mansos) heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz”. Sal 37:11  

 

Dios está siempre hablando, Dios está siempre enseñando. El que tenga oídos para oír oiga lo que Dios está diciendo a las iglesias. Dios necesita de parte de ti una actitud para ser enseñado. En muchas ocasiones Jesus tomó solo a sus discípulos y les ensenó. Es decir los separó de la multitud y solo a ellos enseñó. En otras ocasiones tomo a dos o tres discípulos para ser enseñados aparte. En otra ocasión dijo «esto no lo pueden soportar (asimilar)», no estaban preparados.

 Solo a los dispuestos para aprender. Solo a los que se dejan enseñar. Esta es una gran lección. ¡Déjate enseñar por Dios y serás bienaventurado!

En una ocasión estando en adoración, el Señor me mostró que yo podía dar una ofrenda de lágrimas, derramar mis lágrimas como ofrenda, en adoración y Dios me hizo entender que era mejor darle a él mis lagrimas que a mis problemas o mis circunstancias o mis situaciones.

“Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies.  Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama. Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados”. Lucas 7:44-48

 

El aceptará tus lágrimas como las de la mujer en Lucas 7.

Yo no sé si tú puedes soportar esta enseñanza, es difícil para la carne. Hay muchas cosas increíbles que Jesus enseñó.. Pero está buscando corazones que se dejen enseñar.

Bendiciones!

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