¡Este es mi post número 1000! Aunque estoy en una serie de «mini posts», no quería desaprovechar este momento para compartir mi alegría con todos los que usualmente pasan por aquí y leen. Entré al mundo de los blogs sin ninguna expectativa (todavía no tengo muchas) y estoy sorprendido que haya llegado hasta aquí. Quiero celebrar, principalmente porque bloguear se ha convertido en una de las cosas que me las tomo muy en serio, no enfocado en ningún tema ni buscando público, tampoco como una «herramienta informativa», simplemente me desahogo y «sucede y viene al caso» (como decía mi abuelo) que cada decenas de posts uno suele conectar con alguno de esos pocos que me leen.
No está de más decir, los buenos amigos y gente que ya es familia que he conocido por este medio, que han ayudado a afilar mis pensamientos e ideas («metal se afila con metal»), y que gracias a ustedes soy un mejor anti-líder (no a-líder ni no-líder), un loco post-evangélico, con una mejor visión de las cosas. ¿Nos vamos por los otros mil?
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