¿Buscas la felicidad?

La felicidad es el anhelo de muchos o la mayoría en la tierra. Del latín felicĭtas según la RAE: Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien. Satisfacción, gusto, contento. Cuando vienes a Cristo como tu perfecto Salvador y Señor cabe la suposición que serás feliz, porque estás llegando a los pies de alguien que perdona tus pecados, que te ofrece todo su amor y te protege; pero ¿porqué encontramos a muchos que han hecho su profesión de fe, con fatales signos de infelicidad? La respuesta puede variar según el caso:

1- Te aferras a un evangelio utilitario.
Bajo este esquema evangélico se cobijan muchos errores cuando piensas que el deber de Jesús es darte lo que tú piensas que más necesitas, y cuando esto no sucede te sientes frustrado y desanimado.
2- Hiciste tu profesión de fe solo por insistencia de otros.
El hecho de proferir con tu boca el recibir a Jesucristo como tu Salvador, pero no creerlo en tu corazón; te deja prácticamente en el mismo lugar en que estabas antes de esta acción, es decir tus pecados y condición de vida seguirá igual. El señorío de Cristo no habita en tu vida.
3- No te consideras perdonado.
A pesar que creíste en tu corazón al hacer la profesión de fe, el paso del tiempo, tus pecados rutinarios te golpean y te hacen ver hacia atrás acusándote (sabes que Satanás obra de ésta manera). Sucede casi siempre que no mantienes un devocional diario y una práctica de oración sostenida.
4- Te desanima la actitud de otros que están en Jesucristo.
Algo con lo que deberemos lidiar hasta que Cristo venga, y aún después, será con personas en quienes su Señorío no es latente. Recuerda que aún en las iglesias hay personajes vestidos de ovejas pero que no lo son:
“Porque yo sé que después de mis partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño”. Hechos 20:29

Puede haber muchas razones a considerar, pero si te fijas en la definición de la REA habla de estado de ánimo, pues nos sucede con frecuencia. A veces estamos muy animados, de repente todo se viene abajo y nos desanimamos aún del mismo Dios. Veamos que dice al respecto la Palabra de Dios:
– “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Limpiad vuestras manos, pecadores; y purificad vuestros corazones, vosotros de doble ánimo”. Stgo. 4.8

– No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. Mat. 6:31-34

En muchos trozos de la biblia nuestro Dios nos dice: No temáis, ten ánimo…
Si te has sentido desanimado te invito a que te enfoques y valores lo que tienes, no en lo que no tienes. El enfoque es hacia afuera, no hacia adentro. Debes considerar qué puedes darle a Jesús en servicio a Él para beneficiar a otros, no esperar qué es lo que los otros te pueden dar a ti. Involúcrate en el servicio de tu iglesia, hay tanto por hacer y te aseguro encontrarás satisfacción más allá de los problemas.

“Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.” Sal. 37:4-5

Bendiciones.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.