Se nos dice repetidamente que la autora es una vasija especialmente escogida, de hecho, “El Señor”, sonando más a un agente de Hollywood que al Creador del Universo, le asegura a Thomas, “Yo voy a hacerte famosa” (p. 92) y “todos te conocerán” (p.96). “Hija mía, tú eres una profetisa de los últimos tiempos”…“y eres una prueba viviente de mi Palabra y mis profecías” (p.195). Durante una visita al “cielo”, ella examina “mi mansión” (p. 85). La suya es más grande y más suntuosa que las de muchos otros y tiene su nombre en la puerta.
“El Cielo” tiene diferentes departamentos. Existe un lugar para “cristianos desobedientes” ubicado cerca del abismo del Infierno (p. 68). Cualquiera que no “diezme” a ministerios cristianos es uno de los “hijos desobedientes” (p.42), un punto útil para aquellos que promueven la enseñanza de las “semillas de fe”. Cuando se le preguntó cuánto tiempo permanecen estos hijos desobedientes “en este lugar estéril y sin vida”, el Señor responde, “Para siempre, hija mía” (p. 68). Otra área es un “valle sin fin” de “cristianos pecadores”. Esta congregación “la mayoría eran hombres, y sólo había unas pocas mujeres” y “la mayoría de ellos irá al Lago de Fuego después de ser juzgados” (p. 79).
En otra visita, a Thomas se le muestra un enorme cuarto lleno de bebés desnudos. Estos bebés abortados son mantenidos en esta amplia habitación (sin cuidadores aparentes) hasta que sus madres sean salvas, punto en el cual, “podrán tener a sus bebés de regreso”. Aquellos cuyas madres no sean salvas serán dados a otras, “cuando todos mis hijos vengan al reino” (p. 59).
Thomas está confundida acerca de la gracia, afirmando a menudo su falta de mérito, mientras que “el Señor” habla de sus buenas obras – de hecho, ella se ha ganado todo, incluyendo su mansión en el cielo y una mansión en la tierra (pp. 160-161). Thomas resume su escrito con la declaración, “La verdad es, sin embargo, que la mayoría de las cosas que Dios me ha mostrado están registradas en la Biblia”. Ella cita la Escritura, pero fracasa en demostrar su afirmación.
Es imposible imaginar siquiera las bendiciones del Cielo. I Corintios 2:9 nos dice, “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”.
En contraste con la verdad de la Escritura, que glorifica sólo a Dios, gran parte de este libro es un llamado directo a las necesidades y deseos carnales del hombre.
Fuente: http://www.endefensadelafe.org/
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