El domingo 7 de marzo escribí un artículo llamado DEJEMOS QUE SE VAYAN. Algunas personas lo calificaron de muy duro. Otros de pragmático. Y aún otros de ser algo cierto. La verdad es que para comprender estos puntos de vista hay que examinar algunas cosas… No somos nuestros. Claro, hablo con cristianos nacidos de nuevo. No con religiosos. Esto no lo pueden comprender los que solo se pintan de evangélicos los domingos y luego, de lunes a sábado se mezclan con el mundo. Son los camaleones. Pero, los que tienen en sus vidas la Verdad de Cristo, los que viven conforme Su Palabra, podrán comprender la verdad de este artículo.
¿Por qué se fueron? Porque era necesario. Juan nos dice en su evangelio que se fueron porque no eran de nosotros. Estaban con nosotros pero no eran de los nuestros. Y, a mis sesentidos años bien vividos y un buen poco de trabajo con seres humanos en el ministerio que el Señor me ha dado a realizar durante 32 años aproximadamente, acompañado de mi esposa, he aprendido mucho sobre nosotros. Digo nosotros porque yo también soy de los que se han ido en algún momento… Así que ¿para que sentirme mal porque otros se van? He aquí algunas razones válidas para sostener mi tesis…
Sabemos que todos tenemos un solo Pastor: Es Jesús. Él es el nuestro Pastor. Y Él sabe cuando llevarnos a pastos verdes para hacernos descansar. No tenemos una agenda propia en lo que respecta a congregaciones, iglesias y grupos de estudio bíblico. Es Él quien nos mueve a sus distintos pastos. Mientras tanto, donde permanecemos, cumplimos un propósito. Cumplimos un papel que fue diseñado por el Señor para beneficio de otros. Para eso nacimos, para cumplir Su agenda, no la nuestra. De manera que, cuando Él nos mueve de la vida de otros es porque se terminó nuestra función. Ya no somos útiles en ese lugar ni en esas vidas. Sencillamente Él nos mueve de lugar para llevar su obra a otros lugares, a otros corazones. Todos, sin excepción, cumplimos esa función. Algunos, lamentablemente serán usados como vasos de deshonra, eso no nos toca a nosotros juzgarlo. ¿No se ha puesto a pensar que usted o yo hemos sido alguna vez usados como ese tipo de vaso? ¿Entonces, por qué enojarnos cuando alguien nos deja? ¿Por qué asombrarnos? Nuestra vida está diseñada para llenar un papel cuyas líneas se escribieron allá en la Eternidad por el Único que sabe cuándo y donde movernos.
Cuando logramos entender esto, ya no nos debe importar que se fueron de nuestro lado. Es triste la realidad y dolorosa, pero ya no son útiles a nuestro lado. Si se quedan más tiempo del que el Señor lo ha diseñado seguramente nos harán más daño que cuando se fueron… Debemos se prácticos y entender que así como las aves dejan su nido en el kairos de Dios, así las personas dejarán nuestra amistad en ese mismo kairos…
Duela o no, debemos aceptarlo con una sonrisa en los labios y un buen sentimiento en el corazón. Solo así podremos saludarnos con esa misma sonrisa y ese mismo gozo en el corazón cuando nos encontremos en el centro comercial y no escondernos ni sentirnos avergonzados porque nos fuimos. Seamos claros: nosotros mismos hemos dejado a alguien lastimado cuando nos movieron de su zona… El que la hace la paga…
Así que hoy, permita que esta verdad llene su corazón de seguridad de que el Señor es su Pastor y Él le llevará a pastos verdes… con una sola intención: hacerlo descansar de algo que ya le está llenando de estrés, de algo que ya le empieza a molestar a usted o alguien más… hacerlo descansar de que le pidan cosas que ya no son agradables de dar, hacerlo descansar de tener que convivir con aquellos que ya no le caen bien, hacerlo descansar de aquello que ya no le gusta, hacerlo descansar del pastor que ya no le satisface con su mensaje… Por mi parte y como pastor… le entiendo perfectamente.
Espero que cuando nos encontremos en Multiplaza o La Gran Vía no se esconda de mí y me extienda su mano para poder saludarle como siempre, de mis labios escuchará: Dios le bendiga. Solo eso. Sin reproches ni palabras con doble sentido. Me sentiré contento de verle y saber que Su Pastor lo llevó a otros pastos… Ya que en el tiempo que estuvo con nosotros usted cumplió su papel y nosotros el nuestro… nada más.
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