Paradójicamente soy considerado algo así como un «hereje» pero al mismo tiempo «un modelo a seguir» en cuanto a ministerio juvenil se refiere (no creo ninguna de las dos pero…). El Círculo es raro y probablemente una secta (dicen… dicen…) pero los mismos que nos etiquetan así llevan a sus amigos «pa´ que se conviertan» porque en sus iglesias nunca darían «el paso». Somos malos pero somos buenos, nuestra reputación es cuestionable pero «voy pa llá a disfrutar de un buen culto»… No es por nada, no me enojo, solo digo que paradójicamente.
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