No sabía que Dios era bipolar, que un día decía una cosa y al otro día otra. Que manda a quemar libros y unos días después manda a que no. Que manda a algunos una cosa y a otros lo contrario. Que no le gustan los negros, pero que luego le gustan. Que manda a formar relaciones y luego a destruirlas. Que dice que pondrá presidentes y luego dice que no los puso. Que sana una gente y al otro día la «des-sana». Que manda algo y luego dice que no, y lo quita. Que «destruye» un país, pero… no recuerda si fue El. Que maldice gente y luego… ups! las bendice. ¡Qué cosa! ¿eh?
No conocía a ese Dios que nunca se pone de acuerdo. No sabía no, no sabía que Dios era bipolar.
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