17- Lupas y Espejos

Ser padre por primera vez es lupa y espejo.
Es una lupa en el sentido que empiezas a prestarle más atención a la vida, especialmente a la maldad y a las injusticias. De repente quieres que el mundo sea un mejor lugar, no es que no lo hayas querido antes, sino que toda la vida pensaste que eres un vacano y que te la puedes arreglar con el mundo pero este chiquitín… este chiquitín depende de ti y tú… tú, ahora, eres Superman (o el súper heroe que escojas).
Pero, es también un espejo: empiezas a mirarte a ti mismo a través de ese cuerpo limitado y esas pequeñas manos, a analizar quién eres y quién deberías ser, y desafía toda imposibilidad de ser eso que se supone debimos ser hace tiempo y que debemos ser precisamente… ahora.
Obvio: eso, si quieres ser un buen padre. También es obvio que esas cosas pasan con cierta disciplina.

Así que, la paternidad nos transforma. Aunque nosotros pretendemos preparar a los niños para la vida, ellos nos motivan a que nosotros nos preparemos de formas que nunca nos preparamos.
Somos una bendición para ellos pero ellos terminan siendo mayor bendición para nosotros.
——————————————————
Fausto Liriano • www.veldugo01.com
Bajo Licencia Creative Commons

Foto Cortesía de Thomas Hawk

Usado Con Permiso Bajo Licencia Creative Commons

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.