*** 5 Diciembre ***

El verdadero sentido de la Navidad

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16

En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros:
en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de El.
1 Juan 4:9


Vivir la Navidad todos los días

Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, expulsad demonios;
de gracia recibisteis, dad de gracia.
Mateo 10:8

Entonces el Rey dirá a los de su derecha: «Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
«Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis;
estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.»
Entonces los justos le responderán, diciendo: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer, o sediento, y te dimos de beber?
«¿Y cuándo te vimos como forastero, y te recibimos, o desnudo, y te vestimos?
«¿Y cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?»
Respondiendo el Rey, les dirá: «En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis.»
Mateo 25:34-40

Y llamándolos junto a sí, Jesús les dijo*: Sabéis que los que son reconocidos
como gobernantes de los gentiles se enseñorean de ellos, y que sus grandes
ejercen autoridad sobre ellos.
Pero entre vosotros no es así, sino que cualquiera de vosotros que desee llegar
a ser grande será vuestro servidor,
y cualquiera de vosotros que desee ser el primero será siervo de todos.
Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir,
y para dar su vida en rescate por muchos.
Marcos 10:42-45

Y he aquí, cierto intérprete de la ley se levantó, y para ponerle a prueba dijo:
Maestro, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
Y El le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?
Respondiendo él, dijo: AMARAS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZON,
Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU FUERZA, Y CON TODA TU MENTE; Y A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.
Entonces Jesús le dijo: Has respondido correctamente; HAZ ESTO Y VIVIRAS.
Pero queriendo él justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
Respondiendo Jesús, dijo: Cierto hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, y cayó
en manos de salteadores, los cuales después de despojarlo y de darle golpes,
se fueron, dejándolo medio muerto.
Por casualidad cierto sacerdote bajaba por aquel camino, y cuando lo vio,
pasó por el otro lado del camino.
Del mismo modo, también un levita, cuando llegó al lugar y lo vio, pasó por el otro lado del camino.
Pero cierto samaritano, que iba de viaje, llegó adonde él estaba; y cuando lo vio,
tuvo compasión, y acercándose, le vendó sus heridas,
derramando aceite y vino sobre ellas;
y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón y lo cuidó.
Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al mesonero, y dijo: «Cuídalo,
y todo lo demás que gastes, cuando yo regrese te lo pagaré.»
¿Cuál de estos tres piensas tú que demostró ser prójimo del que cayó en manos
de los salteadores?
Y él dijo: El que tuvo misericordia de él. Y Jesús le dijo: Ve y haz tú lo mismo.
Lucas 10:25-37

Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno
de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo,
no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses
de los demás.
Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús,
el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse,
sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose
semejante a los hombres.
Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Filipenses 2:3-8

En esto conocemos el amor: en que El puso su vida por nosotros; también
nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad
y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él?
Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
1 Juan 3:16-18

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