!!Oh Jehová, esperanza de Israel! todos los que te
dejan serán avergonzados; y los que se apartan de mí serán
escritos en el polvo, porque dejaron a Jehová, manantial de aguas
vivas. Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo;
porque tú eres mi alabanza. Jeremías 17:13-14
Por muchos años cante en la iglesia, por muchos años use himnos y
cantos, pero no experimentaba a Dios en mi alabanza. Una cosa es
cantar y entonar cantos a Dios y otra muy diferente es
experimentar a Dios a través de nuestra alabanza. Hoy para mi es
honor el poder enseñar a las personas a experimentara Dios a
través de la alabanza y adoración. Lo mismo que una persona puede
o no experimentara Dios en su oración, en la lectura de la
biblia, en usar sus dones, etc. De la misma manera las prácticas
espirituales nos conectan con Dios y podemos experimentar más de
él, siempre y cuando estemos seguros a quien es a quien adoramos.
I.- Adorar es
una experiencia real
Existe un lugar en lo espiritual donde podemos experimentar a
Dios. Pero más que un lugar espiritual es una actitud y es en esa
actitud que soy trasladado a la dimensión espiritual. Cuando
existía el tabernáculo en el desierto para entrar al lugar más
especial de la presencia de Dios, el lugar santísimo, que era un
lugar exclusivo para el sumo sacerdote y Dios. Era tan exclusivo
que no bastaba con ser levita (porque eran los designados por
Dios para servirle), no bastaba ser sacerdote, tenía que ser el
sumo sacerdote el que entraba al lugar santísimo y era una vez al
año. Entonces para entrar al lugar santísimo había una puerta más
baja de la estatura de una persona para que el sacerdote entrara
agachado, es decir con una actitud de humildad, y no podía darle
la espalda a el arca del pacto.
Ahora nosotros sabemos que todo lo que se hacía en el tabernáculo
es una sombra de lo que ahora podemos entender y que es en
Cristo. Cristo nos dio entrada libre al lugar santísimo
espiritual y las figuras que existían en el tabernáculo tienen un
significado hoy en día en referencia a Jesucristo.
Pero tú hoy en día ¿Qué actitud tienes cuando vienes a Dios?
¿Estás sediento de más de él? ¿Sientes la necesidad de Dios
ardiendo en tu corazón? ¿Estás enamorado de Dios? ¿Deseas
experimentar más de su presencia? ¿Cuándo alabas a Dios que tan
consiente estas del proceso espiritual de entrar hasta su
presencia?
“Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te
dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.”
Juan 4:10
Cuando existía el tabernáculo, el sumo sacerdote salía del lugar
santísimo y le hablaba a la gente de lo que Dios le había hablado
en la intimidad y entonces bendecía al pueblo. Cuando nosotros
vamos a entrar a la adoración, ¿Que tan consiente estamos que
vamos también a la viva presencia de Dios y podemos recibir
bendición y bendecir a otros por haber estado con Dios?.
Jesus le habló a la samaritana del don de Dios, don quiere decir
regalo de Dios. Y Jesus le dice a la samaritana: “si tú
conocieras el don de Dios. ¡Tú le pedirías! Todos sabemos que
esta conversación con la samaritana se convirtió en una
conversación acerca de la adoración. Jesus habló con la
samaritana sobre la salvación, le dijo que la salvación venia de
los Judíos. Más adelante Jesus le habló de adoración.
“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos
adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque
también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es
Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es
necesario que adoren”. Juan 4:23
En el tabernáculo todo apuntaba a la obra de Jesucristo para
entrar hasta el lugar santísimo. Los sacrificios continuos, la
fuente de bronce, el pan sin levadura, la mesa, el candelabro, el
arca, la ley, el mana, la vara de Aarón, el velo que es su carne,
etc. Todo se cumple en Jesucristo. Jesucristo ganó nuestra
entrada al Padre, hasta el lugar santísimo.
II.- Adorar es
un regalo de Dios
Cuando Jesus le dice a la samaritana, si conocieras el don, el
regalo de Dios, tú me pedirías y yo te daría de esa agua viva.
Ahora bien la samaritana no tenía que entender todo porque estaba
con el mismo Jesus. Solo bastaba con creer en él, aceptarlo y
reconocerlo. Hoy podemos hacer lo mismo simplemente creer en él y
aceptar todo lo que él ganó para nosotros y experimentar la viva
presencia de Dios como el agua viva.
Muchos hemos experimentado la salvación, pero muchos no hemos
experimentado a Jesus en la adoración, muchos no hemos
experimentado la presencia de Dios en adoración. Mi deseo es que
invites a Dios a tu corazón, que así como el salmista decía:
“Como el ciervo brama por las corrientes de las
aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed
de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante
de Dios?”. Salmo 42:1-2
Que tomes la palabra de Jesus cuando dijo:
“Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de
esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que
yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré
será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”. Juan
4:13-14
Oración:
Señor Jesus damos mas de esa agua de vida, Señor yo tengo sed y
anhelo mas de ti, del agua que tu ofreces, tengo sed de que
inundes todo mi ser con tu presencia. Te amo y te bendigo Señor
Jesus. Amen
Bendiciones;
Abdiel Salas
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