A partir del día 12 de junio de 2012, día señalado proféticamente, se ha dado inicio a un tiempo de cielos cerrados para el mundo. El Espíritu de la profecía anunció, a través de la voz profética del pastor Juan Radhamés Fernández, un tiempo de oscuridad apocalíptica para la tierra. En medio de la celebración del cuarto jubileo en nuestra congregación, el pasado 2 de junio, el Espíritu Santo mostró al profeta, reiteradamente, la visión de catástrofes naturales y acontecimientos abruptos que ocurrirán en el mundo como maremotos, terremotos, caída de satélites, donde las potencias de los cielos serán conmovidas, hechos terroríficos ocasionados por el terrorismo, escasez, hambruna, etc. Este tiempo, de gran tribulación, ha sido encerrado en 42 meses, por lo que el Señor envía su palabra para preparar a su iglesia, y que ésta esté alerta y consecuente ante los hechos que son anunciados insistentemente.
El Espíritu Santo muestra que Dios quiere un pueblo que no se lamente ni se esconda, sino que esté preparado para dar ayuda a los hombres en el día malo. Por tanto, ponemos a disposición dicha profecía para que la iglesia que está en las naciones pueda escuchar lo que anuncia el Espíritu de la profecía y pueda estar apercibida de los acontecimientos que sobrevendrán en el mundo.
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Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
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