No se por qué cada vez que leo esta palabra, tiendo a sonreírme con Dios. Y le digo, Cristo amado, Pablo se quejaba de tener un aguijón, pero si yo tengo cientos de aguijones.
Y vuelvo y me digo, bueno pero es que Dios por su omnisciencia sabe el porque permite todos esos aguijones.
¡Ay de mí si no se me fuera dado esos aguijones! Sería todavía aquel ser intolerante, impaciente, vanidosa y dominante, de los cuales cada día me voy despojando para que solo habite Cristo en mí. Pero cuando me creo que he alcanzado tener más paciencia o más tolerancia, viene de momento un aguijón a bofetearme, ya sea por medio de una dolencia, o una situación familiar, o por algún enojo, o por alguna intolerancia, o por alguna palabra necia que sale de mi boca.
Es ahí donde me doy cuenta que todavía me falta en esta gran carrera, y que todo estos aguijones son permitidos para que no me crea que ya lo haya alcanzado todo. Es por eso que doblo rodillas ante Dios y le pido perdón. Porque sólo humillándome ante Dios por mis debilidades , sólo así recibiré de Su fortaleza y de Su misericordia. Comprendiendo que sin Él nada soy, y lo que soy lo soy por Cristo.
3:12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. -Filipenses
Realmente los caminos con Dios son maravillosos, en cada batalla, en cada lucha, en cada debilidad, Dios va haciéndose cada vez más mío y yo cada vez más de Él. Porque Cristo es mi amado, y yo soy su amada y nada ni nadie me separará de su gran amor.
5:2 Yo dormía, pero mi corazón velaba.
Es la voz de mi amado que llama:
-Cantar de los Cantares
Deja una respuesta