CAMPOS BLANCOS PARA LA SIEGA – PARTE 1

¿No decís vosotros: Aun faltan cuatro meses para que llegue la Siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los Campos, porque ya están blancos para la siega»< ?xml:namespace prefix = o />

Evangelio s/San Juan 4: 35

En ocasión de año nuevo estuve conversando por teléfono con una prima muy querida que no vive en la ciudad.. Me decía algo como esto: Siento a la gente como preparada para algo. Siento a la gente como espectando algo. La siento preparada para recibir cosas buenas. En ese instante el Señor me dio esta palabra para ella y le dije: Alcemos nuestros ojos, los campos están blancos para la siega.

Estas palabras dichas directamente de la boca de nuestro Señor Jesucristo hace miles de años de inmediato retumbaron en mi mente y mi corazón. Es hora de la siega. Es hora de recoger. Los campos están maduros. El trigo listo para hacer pan.

Segar o trillar, significa separar el grano de la paja quebrantando la mies para obtener el grano. La esencia. Yo nunca he podido apreciar este proceso, pero si lo he hecho con el grano de café. Este viene envuelto en una cascara que se pasa por una molienda. Lo que más resulta increíble, es que afinada la moledora, se hace pasar el grano cubierto por la misma y la cascara es separada del grano, sin hacer daño a la gran mayoría de los granos. Es un proceso de limpieza en el cual el grano de café, cuan hermoso y aromático que es, queda listo y preparado para otro proceso, el tostado. El proceso de trillar el trigo es muy parecido según he podido investigar. Pero,…¿qué enseñanzas nos traen estas palabras? ¿Qué podemos hacer nosotros para comenzar a segar? Antes de meditar en esto es importante aclarar algo: Si se cosecha sin ser el tiempo, por ejemplo en el caso del café, nadie puede asegurar un buen grano, mucho menos de buen sabor y textura. La figura del trigo usada por Jesús, nos dice: El Trigo ya está maduro. Los trigales blancos y listos para ser cosechados. El trigal es la gente. La Gente como decía mi prima, esperando algo. Espectando algo. Alcemos nuestros ojos, los campos están esperando ser trillados. A tu lado hay alguien que espera que tú pases la trilladora. Sigamos sembrando la Palabra, sigamos sembrando en este gran campo de hombres y mujeres necesitados de un Salvador. Entendamos que este trigo al que el Señor se refiere es cada hombre y mujer. Es cada ser humano. Es el que está sentado a tu lado. Es aun el cobrador de impuestos. Como decía un chico en un Congreso Católico Mundial de la Organización Lumen: Es el que tu crees que recibirá el mensaje, y el que no. Es el que ríe y el que llora. Es el que parece no importarle y al que le importa. Es al rico y es al pobre. Es el político y el profesional. Los Campos están blancos para la Siega.

La Siega es el momento final. Es el esperado por todo sembrador, aunque el no sea el que recoja la cosecha, pero sabe que es parte del fruto que sembró y que hoy otro siega para alimentar a muchos. Venezuela es nuestro campo. Maracaibo es nuestro campo, tus vecinos son el campo.

Como hijos de Dios tenemos la sagrada misión de llevar aliento, esperanza, palabras de vida. Es hora de meter la hoz en nuestro campo inmenso que es Venezuela, donde hay tanto dolor, tristeza por las constantes malas noticias de hurto, robos, secuestros, es hora continuar sembrando en esperanza, consuelo, paz y de meter la hoz en nuestro hermoso país para llevar a los pies del Salvador tanta gente necesitada de su amor.

Quiero finalizar con un pasaje en el Evangelio de San Marcos, capitulo 4, versos 26 al 29: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa como. Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; y cuando el fruto esta maduro, enseguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado»

Dios les bendiga hoy y siempre. Sé y estoy segura que cada día que pase el Señor estará confirmando la necesidad en nuestros corazones de abrir nuestros ojos para ver que el tiempo de la Cosecha ha llegado. Que no faltan cuatro meses. Que el tiempo de meter la trilladora está aquí, es hoy.


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