Cómo reconocer a los maestros falsos /Breve estudio de la Epístola 2 Pedro (Primera parte)

La  segunda epístola del Apóstol Pedro es, junto con la de Filemón, la mejor advertencia contra los peligros de los falsos maestros y de dejarlos actuar sin confrontarlos. Cuando hacemos esto la iglesia sufre las consecuencias y éstas las pagamos todos los creyentes y aún los no creyentes. Debemos estar alertas a ello y tomar medidas para evitar su contaminación.

Pedro escribió esta epístola para exponer, debilitar y derrotar la invasión de maestros falsos incluso en su tiempo, el siglo 1. Pedro quería instruir a los cristianos para saber defenderse de estos falsos maestros y de sus mentiras.

La descripción de quien eran los maestros falsos es genérica. Pedro no identifica a estos maestros o a ninguna religión en particular, ni sistema de enseñanza. Lo único que nos dice es que sus enseñanzas son herejías destructivas. Sobre todo, niegan a Jesús y tuercen las Escrituras. Esta es la marca de un maestro falso. Traen dudas sobre nuestra Fe, se mofan de la Segunda Venida de Cristo.

Pero Pedro estaba igual de motivado en demostrar el carácter inmoral de estos falsos maestros. Una de las marcas por las que podemos reconocer a los maestros falsos es por su inmoralidad.

Un buen maestro es una persona moral, no es una persona que vive una vida de descontrol en esa área. También debemos saber que hoy día los maestros falsos han cambiado el significado de la palabra moralidad, excluyendo el verdadero significado: el que se refiere a nuestra vida sexual. Quieren libertad total para vivir de acuerdo a sus apetitos carnales. Por eso estamos viendo lo que vemos hoy día y es también una prueba de la cercana Venida de Jesucristo.

Estas personas quieren hacernos creer que se puede ser “moral” haciendo obras de beneficencia, ayudando al prójimo, sin tener en cuenta sus vidas inmorales personales, en las cuales dan un pésimo ejemplo en especial para los jóvenes los cuales están en edades críticas de formación.

Esto es contrario a lo que el verdadero Maestro, Jesucristo, nos enseñó, y es un motivo para sospechar que sus enseñanzas no son correctas y por el contrario, son destructivas. Por eso hoy día estamos viendo la degeneración de las sociedades occidentales. Estamos inundados de falsas filosofías y teorías.

El Apóstol Pedro nos da instrucciones de cómo reconocer a estos falsos maestros. En este tiempo cuando Pedro escribió esta carta, estaba muy preocupado porque los falsos maestros estaban infiltrando las iglesias de Asia Menor.

La primera meta de los maestros falsos es desacreditar la Biblia. Ellos buscan todas las maneras posibles de hacerlo, porque de esta forma pueden debilitar la fe de muchos. Ellos mismos están en tinieblas y no quieren que otros salgan de ellas porque sus conciencias les molestan cuando ven a los creyentes fieles viviendo una vida santa que ellos no quiere ni tocar con un dedo. La luz expone la oscuridad.

Nosotros somos ahora la luz del mundo, y la luz estorba a las tinieblas. Pero debemos recordar ser luz viviendo una vida libre de reproches y compartir el evangelio de Cristo con todos los que podamos orando siempre que el Señor nos de la oportunidad .

Este es el mandato de nuestro Señor Jesucristo.

Mateo 5:14