Cómo se forma un ateo / Trayectoria de descenso a las profundidades de la maldad y las tinieblas (Primera parte)

De vez en cuando aparecen por aquí algunos que se consideran superiores a los demás porque creen que han descubierto las respuestas a los males y problemas de la vida. Después de haber pasado algunos años en su niñez siendo enseñados por maestros falsos que tergiversan las Escrituras para su propia perdición, (Gálatas 1:6-9), forzados por sus padres asisten a un colegio religioso y a una iglesia con un evangelio corrompido.

Nunca tienen oportunidad de conocer a verdaderos cristianos y se forman una cosmovisión basada en sus experiencias negativas y en la historia narrada por gente con la misma formación que ellos y que siguen en el mismo ambiente por lo que están en un círculo vicioso y totalmente ajenos al verdadero Evangelio de Cristo. Vienen de familias de clase media alta y sus metas son tener buenas carreras por lo que hipócritamente siguen a los maestros falsos durante un tiempo usándolos para poder alcanzar sus metas. Cada uno sabe lo que está haciendo y se forman su propio mundo basado en la mentira y falsedad.

Yo lo comprendo también pues viví eso mismo y entiendo su forma de pensar y razonar. Tengo familiares que viven igual. Tienen razón en algunas cosas que dicen, pues no han visto la realidad del Cristianismo en las vidas de sus supuestos “representantes”, pero no la tienen en cuanto a las conclusiones a las que les lleva todo ello: El rechazo a Dios.
Los representantes de estas religiones que han enseñado y siguen enseñando el evangelio corrompido, tendrán un día que dar cuenta a Dios por escandalizar a niños y jóvenes en la época más vulnerable de sus vidas. El Señor Jesucristo lo advirtió:

Mateo 18:6
“Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese al fondo del mar”.

A mí también me engañaron y me aparté de ellos, pero a pesar de todo viendo la creación y la naturaleza sabía en mi corazón que existía un Ser superior que está detrás de todo. De vez en cuando rezaba una oración repetitiva como me habían enseñado, pero no oraba porque no sabía hacerlo. Dios tuvo misericordia de mí y me mandó verdaderos cristianos que sí vivían y enseñaban el evangelio de Cristo. No que fueran perfectos, nadie lo es, pero sí que intentaban con todas sus fuerzas obedecer a Dios y seguir Sus mandamientos sin hipocresía. Eran gente íntegra y honesta, tenían verdadero amor por los pérdidos y yo era una de ellos.

Se tomaron el tiempo de enseñarme la verdad y ví que vivian lo que predicaban. Esto es impactante y cambía tu cosmovisión del Cristianismo.

Santa Biblia, vs. Reina Valera


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