CRECIENDO EN INOCENCIA PARA SERVIR



A comienzos de este año 2010, en pleno proceso de ajuste de precios por el efecto de la inflación, pude comprar un piano electrónico(teclado) para poder sacarle provecho a las composiciones y practicar en mis momentos libres. La grata sorpresa no las da, nuestro pequeño hijo Henry Gabriel de ocho (8) años de edad, cuando sin prisa pero sin pausa está aprendiendo a tocar de manera increíble, agradable, autodidacta y continua. Hasta el momento nos ha dado un grato y pequeño concierto de ocho canciones perfectamente tocadas.
Esta situación de transformación y crecimiento, nos hace reflexionar y comparar paralelamente con nuestro crecimiento espiritual, conocimiento y práctica de Servir por medio de la palabra.
Tocar el piano para muchos como aprendizaje es difícil, muchos comienzan con mucho entusiasmo, pero lo dejan en el camino, no tienen metas y logros al final.
Situación similar les pasa a muchas personas que no llegan comprender la palabra del Señor y la calidad de servir y llevar la palabra a los que necesitan de ello. Nos dejamos conformar con la simpleza.
Pero, déjenme decirles estas buenas nuevas, ambas situaciones facilidad de aprender y por ende, mucha similitud, lo que le permitirá entender y alcanzar los objetivos del crecimiento en todo lo que se proponga:
1) La inocencia y la Fe en Dios: Mi hijo comenzó a tocar siguiendo inocentemente y sin malicia las instrucciones del monitor del teclado. En su mente no hay obstáculos, ni barreras, ni preocupaciones, ni malos pensamientos que le permita detenerse, con fe en lo que hacia lo logró. Cuando comenzamos a estudiar la palabra, esta situación fue aplicada, con mucha fe en Dios y sin malicia comenzamos leerla, haciendo devocionales diarios en la familia antes de acostarnos, pudimos ver los cambios en nuestras vidas y entornos. Fue la fe en Dios y entendimos que el nos habla por medio de su palabra. Por tanto, comprender que la fe es un Poder por que «es la certeza de lo que se espera, es la convicción de lo que no se vé (Hebreos 11). Allí esta nuestra inocencia de creer, de no buscar mas allá de lo que el hombre quiere encontrar en Dios. Para el que cree Dios existe y vive en nosotros.Cuando estudiemos la palabra, desconectemos nuestros pensamientos de este mundo, no nos llenemos de preocupaciones, cargas e injusticias, dejemos le a Dios las cargas.
2) Disciplina no forzada: Nosotros no esforzamos a nuestro hijo a estudiar el piano, ni el ejecuta por obediencia a nuestro mandato, mi hijo va y toca por la obediencia no forzada que llama a escuchar la música a disfrutar de la gracia de los sonidos. En el crecimiento de la palabra nos pasa los mismo, dia tras dia el estar en la presencia de Dios por medio de la palabra, la oración y la reflexión de las historias contadas en la Biblia nos hace obedecer al Señor y conocer sus propósitos para con nosotros. El Salmo1 nos dice:»Dichoso el hombre que no sigue los consejos de los malvados…2 …sino que en la palabra del Señor se deleita y día y noche medita en ella».
3) Automotivación: : hora tras hora nuestro hijo con su práctica y metas para tocar difíciles composiciones , ve el crecimiento en el manejo del teclado, por tanto, no tiene barreras que le impidan llegar a sus metas y su motivación es cada vez mas grande cuando ve que sus padres y hermanos disfrutan de su progreso. El ve como el monitor del teclado le asigna un porcentaje cuando va bien o mal. Cuando nosotros estudiamos la palabra y ver los cambios que hemos dado como familia, nos motiva ponerlos en práctica con otros hermanos y amigos y sus cambios también se han visto. Esto nos motiva a continuar este hermoso camino y no lo vemos como un mandato forzado, al contrario disfrutamos sirviendo a otros.
Hoy te invito a que reflexiones en tu vida y entiendas que Dios te llamó a ti para Servirle y hacer de nosotros factores de cambio. Isaias 61:1 «El espíritu del Señor omnipotente está sobre mi, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas los pobres, me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar liberación a los «cautivos» y libertad a los prisioneros.
4) Humildad: Como todo niño, el no ve vanagloria con lo que hace, igualmente, nosotros debemos aplicar ese concepto.
Es nuestro deber abrir las cadenas que hacen esclavo a muchos hombres que ven difícil su vida, ven barreras para hacer algo, ven imposible salirse de vicios.
Toca el Piano de la vida Creciendo en la Inocencia.
“Dejad a los Niños venid a Mi…y no se lo impidais por que de tales es el Reino de Dios» Lucas 18:16
Filipenses 2.3 nos dice: «nada hagamos con egoísmo o vanidad, mas bien con humildad considerense a los demás como superiores a ustedes mismos…»


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