Dejando Huella

Algunos países son muy viejos.
Su historia data de mucho tiempo en el pasado dsitante.
Otros son bastante nuevos en el mapa del mundo.
Sin embargo, aunque todas las naciones están destinadas a desaparecer, toda
alma humana está destinada a vivir eternamente.
Esto llevó a C.S. Lewis a decir:
«Si teníamos esperanzas no cristianas tontas acerca de la cultura humana,
ahora se han desvanecido.
Si pensábamos que estábamos construyendo un cielo en la tierra,
si buscábamos algo que convirtiera el mundo actual de un lugar de peregrinación
en una ciudad permanente que satisficiera el alma del hombre,
nos desilusionamos y justo a tiempo».
Las civilizaciones caen, pero el alma humana vive para siempre.
Y puesto que toda persona un día comparecerá delante de Dios en un juicio
(Hebreos 9:27),
la pregunta más importante es cómo va a pasar cada uno de nosotros
las edades eternas que tenemos por delante.
¿Estaremos con Dios en una gloria y gozo indescriptible?
¿O estaremos exiliados de Dios, perdidos para siempre en una condición
demasiado horrible para describirla con palabras?.
¡Qué responsabilidad tienen los creyentes!
Debemos decir a la gente que la única forma de pasar la eternidad
en la presencia de Dios
es aceptando su oferta de perdón y reconciliación
(Juan 5:24).
Por la gracia de Dios podemos empezar a regocijarnos en la vida eterna
con El
ahora mismo.
                                                                               Fuente Nuestro Pan Diario  2004

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