«He aquí yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho» Génesis 28:15
Estas palabras fueron dichas a un personaje que por su personalidad bien podría ser venezolano: Jacob.
Jacob era un «vivo», engañó a su hermano mayor Esaú al cambiar su herencia por un plato de lentejas, luego engañó a su padre y recibió la bendición que le correspondía a Esaú, gracias a estos actos Jacob tuvo que huir de su hogar pues su hermano lo quería matar.
Y en el camino Jacob tiene un sueño en el cual ve a Dios quien le dice que lo bendecirá y lo acompañará toda su vida…
Así que en este pasaje aprendo que Dios escoge a cualquier persona para cumplir sus propósitos, así sea un tramposo como Jacob; esto me enseña dos cosas importantes:
1) Dios puede escogerme a mi también para cumplir sus propósitos, aun con todos mis defectos y errores, así que no debo menospreciarme: Dios puede visitarme a mi también.
2) No debo juzgar a nadie, aun la persona que uno menos piensa puede ser utilizada por Dios para realizar grandes obras para su gloria.
Dios le dijo a Jacob que volvería a su tierra, pasaron muchos años pero a la final Jacob regresó:
«Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien; menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo; pues con mi cayado pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos campamentos» Génesis 32:9-10
Es que Dios siempre cumple sus promesas
«No te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho» Génesis 28:15
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