La vida no le ha hecho nada a usted que Dios no pueda usarlo para bien, si usted se pone en sus manos”
En un libro magnífico titulado “La persona correcta, el lugar correcto, el plan correcto, discerniendo la voz de Dios”, hay en él esta frase sumamente interesante. «He visto testimonios de personas que han atravesado grandes dificultades, han hecho actos deshonestos y criminales y cuando han decidido ponerse en manos de Dios, todo ha cambiado en su vida, aun las cosas que habían sido muy malas, Dios las había usado para su bien».
Así es Dios. Usa lo inusable….-> Escudriña en tu quizás abominable pasado para hacer un precioso futuro. No importa qué clase de problemas o de fantasmas atormenten tu vida. Tu pasado, tus vicios, tus miedos, tus traumas de infancia, tus tribulaciones, tus desamores, tus calvarios, tus maldades. No importa. Aun si consideras que tu caso es imperdonable. Aun si piensas que has hecho tanto daño que es imposible ni siquiera dirigirle una oración a Dios.
Pues debo decirte una primicia muy importante que cambiará tu vida en este momento. Anota la fecha. Es un día sensacional. Nada de lo que has hecho o que haces es un secreto para Él. Todo lo que haces, eres, dices, piensas Dios lo sabe. Sabe cómo sufres por ese vicio que te atormenta. Sabe cómo lloras por esos fantasmas que no te dejan dormir. Sabe cuánto te duele el abandono de aquel o aquella que sin un motivo te abandonó sin dejar rastro. Sabe incluso que has pensado que no deberías estar vivo.
Todo eso lo sabe, sufre contigo. Cuando lloras, está ahí, tratando de que lo escuches. Tratando de explicarte que eres su hijo amado, y que si pones las cosas en sus manos todo será diferente.
Entrégale tus cargas a Él, dile lo que has sido hasta ahora. Exprésale tu dolor por aquello que te causó tanto daño. Dile que solo no puedes superarlo. Aun si tu dolor es por algo que creíste que Él debió impedir. La muerte de un ser querido, quizás. Cómo te abandonaron, tal vez. Cómo te engañaron, a lo mejor. Háblale a Él.
El bálsamo inigualable de su amor te arropará. Encontrarás por primera vez una paz inimaginable. Ya no te sentirás abatido. Muy por el contrario, de repente verás la vida con otra luz, y todo lo que has vivido Dios lo usará para cambiar tu vida para siempre.
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