*** El Corazón segunda parte ***




En la Biblia hay más de 800 referencias acerca de nuestro corazón.

Proverbios 4:23 dice:
“ Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.”

Que es guardar?
Habla de cuidar, proteger, mantener, conservar, poner en seguridad una cosa. Es importante que usted guarde su corazón porque usted es lo que hay en su corazón. Lo que usted es y lo que usted vive, sale de su corazón. El cuerpo es un estuche y cuando mueras, se hará polvo, pero lo verdaderamente importante es tu alma, pues es lo inmortal. En la Biblia corazón es sinónimo de alma.



El corazón se puede entregar

Proverbios 23.26
Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos.

Quien tiene tu corazón, te tiene a ti. El corazón se puede entregar, pero algunas personas se lo entregan a personas incorrectas o a cosas vanas. Hay gente que le entrega el corazón a un trabajo, a un deseo, a las finanzas, y como en el corazón es donde está la vida, usted pone su vida en las manos de aquello a lo que usted le entregó su corazón. Por ejemplo: si tú le das tu vida al trabajo, entonces tú no tienes trabajo, sino que el trabajo te tiene a ti.
Según la Biblia, es el motor de la actividad humana, el querer del ser humano radica en el corazón, se ve como el centro que gobierna toda la vida de las personas. Todo lo que el hombre hace es dictado por el corazón.
Es el lugar donde están las emociones, lo sentimientos, es donde tu amas u odias, donde tu perdonas o donde guardas rencor, es donde estás gozoso o donde estás triste. Tu sonrisa refleja lo que hay en el corazón. El dolor sale del corazón. El corazón es lo más importante que el ser humano tiene.

El corazón es frágil.

En la Biblia, se nos aconseja, según el pasaje de proverbios 23.26, que entreguemos el corazón en las manos de Dios. Tu corazón debe tenerlo el Señor.


Lo que sale del corazón

En el corazón se viven cosas buenas y malas. De él salen las cosas buenas o malas. Y muchas veces, la gente comete errores porque aceptan y miman los deseos de sus corazones.
Los deseos del corazón no se dan de la noche a la mañana. Estos deseos se dan a partir de aquello a lo que tú le has entregado el corazón.

El proceso es así: tu le entregas tu corazón a las finanzas, es decir, el amor al dinero; luego quieres tener más dinero y viene la codicia, la envidia, luego, ves que si le robas o estafas algo, puedes obtener eso que deseas, tomas la decisión de cometer el robo, te apresan y te llevan a la cárcel. Debes tener cuidado con lo que dejas que nazca en tu corazón. No está mal que dejes que nazca de tu corazón amor hacia tu esposa, pero si hacia tu secretaria. En el corazón se gesta lo bueno y lo malo del ser humano. Es en él donde está el amor, la paz, la mansedumbre, el dominio propio, pero también, el amor al dinero, los celos, la envidia, la contienda. Debes procurar que de tu corazón salga aquello que agrada a Dios.
El Señor me dijo que venía un tiempo de limpieza para la iglesia. Y por eso el día de hoy hablamos sobre el corazón. Es lo más importante. Y para tener un buen inicio en nuestro proceso de limpieza, lo primero que debe ser limpiado, por su importancia, es el corazón.


1. Un corazón orgulloso.

1/5Deuteronomio 8:11-17ª dice:
11
Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutosque yo te ordeno hoy;
12
no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites,
13
y tus
vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente;
14
y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre;
15
que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de
escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal;
16
que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien;
17
y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza.
18
Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas”…


Debes saber reconocer que las bendiciones que tienes, te han sido dadas por Dios. Si tienes un corazón orgulloso atribuirás tu éxito, tu prosperidad, tu ministerio, tus logros a tu capacidad o inteligencia. Cuida tu corazón del orgullo. Busquemos que nuestro corazón sea humilde y que podamos reconocer que todo lo que tenemos nos ha sido concedido por Dios y por su mano de misericordia. El corazón orgulloso se deja la gloria por los logros obtenidos.


1. Un corazón duro
Mateo 19:3-8 dice:
3
Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?
4
Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y
hembra los hizo,
5
y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una
sola carne?
6
Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el
hombre.
7
Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla?
8
El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así.”

En la versión popular, cuando se habla de la dureza del corazón, habla de un corazón terco. Tenemos un corazón endurecido cuando sabiendo lo que Dios demanda de nuestra vida, hacemos lo que nos da la gana.

Muchas veces Dios nos guía por una senda pero nosotros no lo hacemos porque queremos ir por la otra (Jonás). Si Dios te despierta en la madrugada a orar y no lo haces, si Dios te dice que vayas a un encuentro a servir y no lo haces, si Dios te dice que ayudes a un hermano en necesidad y no lo haces, estás endureciendo tu corazón a la voz de Dios.
Es como una persona que dice: “Señor heme aquí, envía a otro”.

1. Un corazón que desprecia

Proverbios 5:12 dice:
“Y digas: ¡Cómo aborrecí el consejo, y mi corazón menospreció la reprensión;”
Es aquel que desestima a Dios y Su consejo. Es como la gente que pide una cita de consejería y le cuentan a uno un rollo de dos horas y luego uno les da el consejo sobre qué hacer con esa situación que viven, y no han salido de la oficina y ya están haciendo lo que les vino en gana y no lo que uno les aconsejó!


1. Un corazón no perdonador.
Mateo 18:34-35 dice:
34
Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.
35
Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.


Es el corazón rencoroso, que guarda la ofensa, el odio, el resentimiento, la amargura.
Es la gente que se resiente porque no la saludan, o que se va de la iglesia por no perdonar a un hermano. Debes perdonar, no importa lo que te digan o te hagan, porque luego vienes a adorar a Dios y a levantar tus manos y tu ofrenda de alabanza no es recibida por Dios. Recuerda que se levantan manos santas sin irá ni contienda.
No olvides la historia de Caín y Abel.
Los verdugos son espíritus inmundos que entran a tu vida para atormentarte, afligirte con enfermedades u otras situaciones.


2/51. Un corazón desviado
1 Juan 2:15-16 dice:
15
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
16
Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la
vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.”
Es un corazón que ama las cosas del mundo, que no vive rectamente delante de Dios,
que van por otro camino, gente que es permisiva con su santidad, que se justifica para pecar.

1. Un corazón perverso
Proverbios 6.14 dice:
“Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo; siembra las discordias.”
La persona que siembra pleitos o contiendas, tiene un corazón perverso. Según el diccionario una persona perversa es aquella que causa daño intencionalmente, que trae desorden.

1. Un corazón alejado de Dios.
Mateo 7:6 dice:
6
Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, mas su corazón está lejos de mí.
7
Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas
mandamientos de hombres.”

Un corazón alejado de Dios es aquel que no enseña lo que Dios enseña sino lo que los hombres. También habla de la gente que obedece a Dios de palabra pero que a la hora de actuar no hacen lo que Dios dice. Un corazón que busca lo propio y no lo de Dios.

1. Un corazón si entendimiento.
Marcos 8.17 dice:
17
Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Qué discutís, porque no tenéis pan? ¿No entendéis ni comprendéis?
¿Aún tenéis endurecido vuestro corazón?
18
¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no recordáis?
19
Cuando partí los cinco panes entre cinco mil, ¿cuántas cestas llenas de los pedazos recogisteis?
Y ellos dijeron: Doce.
20
Y cuando los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos
recogisteis? Y ellos dijeron: Siete.
21
Y les dijo: ¿Cómo aún no entendéis? ”
Se da cuando a nosotros se nos olvida lo que Dios ha hecho en nuestras vidas. Una persona que ha vivido una experiencia milagrosa con Dios y que luego, en medio de una situación difícil, se olvidan de lo que Dios ya ha hecho y le damos lugar a la duda, al afán.

1. Un corazón incrédulo
Marcos 11.23 dice:
“ Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.”
Es el que duda de lo que Dios ha hablado. Como Abraham, el padre de la fe, cuando el Señor le prometió un hijo. Él se rió en su corazón.

1. Un corazón que codicia.
Proverbios 6:25 dice:
No codicies su hermosura en tu corazón, Ni ella te prenda con sus ojos;
Es el que desea lo que no le pertenece sea una persona o cosas

1. Un corazón engañoso
3/5Santiago 1:26 dice:
Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión deltal es vana.
Es el que se cree espiritual y no sabe refrenar su lengua. La persona que habla más de lo que debe, o a las espaldas de otro.

1. Un corazón contencioso.
Santiago 3:14 dice:
14
Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad;
15
porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.”
Es el que tiene celos pleito.

1. Un corazón habituado a la codicia
2 Pedro 2:13 señala:
13
recibiendo el galardón de su injusticia, ya que tienen por delicia el gozar de deleites cada día. Estos son inmundicias y manchas, quienes aun mientras comen con vosotros, se recrean en sus errores.
14
Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición.
15
Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo
el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad,
16
y fue reprendido por su iniquidad;
pues una muda bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta.”
Es aquel que como Balaam por codicia o ambición está dispuesto aun a desechar el mandato de Dios

1. Un corazón que vaga
Hebreos 3:10 dice:
10
A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, y dije: Siempre andan vagando en su corazón, y no han conocido mis caminos.
11
Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mi reposo.”
Es aquel que no ha conocido realmente el camino del Señor aunque esté en la iglesia o crea conocerlo.
Pero en la Biblia también se señalan cosas buenas que nacen en el corazón.
Ate las menciono rápidamente:

1. Sabiduría (Éxodo 28)
1. Generosidad (Éxodo 35:5)
1. Gente que busca a Dios con todo su corazón y por eso le encuentra.
1. Un corazón que reflexiona en las bondades de Dios (Deuteronomio 4:39)
1. Corazón puro
1. Corazones limpios
1. Corazón entregado a Dios
4/51. Corazón manso y humilde
1. Corazón conforme al corazón de Dios, que hace lo que a Dios agrada.

Debes poner tu corazón en el lugar correcto. Entregárselo al correcto. No le entregues tu corazón a gente que no lo merece, a gente que no lo valorara. No por esto te digo que no ames o que te cierres a la gente.
Pero la Biblia dice que ames a Dios con todo tu corazón, con toda tu vida. Él debe ser el único dueño de tu corazón. Si le has entregado tu corazón a alguien más o a otra cosa, quítalo, y que el Señor sea el dueño de tu corazón.
Pídele a Dios un corazón recto y puro, un corazón que te alabe noche y día, rendido a Dios, uno que se sabe humillar delante del Señor, que se quebrante de amor por Dios, un corazón anhelante de la Presencia de Dios, un corazón agradecido con Dios por sus bendiciones. Anhela ese cambio de corazón. Pídele a Dios que renueve tu corazón, que lo restaure. Y cuida tu corazón de todo aquello que a Dios no le agrada. Ten un corazón santo para Dios.



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