.- El pueblo de Israel está a las puertas de la tierra prometida. Aún no han pasado el Jordán y Dios prepara a su pueblo para la tarea que va a hacer.
– Dios siempre va a prepararte antes de hacer algo. El va a tratar con tu vida para que lo que hagas sea efectivo. Ninguna empresa pone a gente sin capacitación entre sus filas, Dios y su reino no son menos que las empresas comerciales.
– Antes de llegar a la conquista de la tierra prometida has de pasar por el desierto
– Esta es una predicación profética para aquellos que están pasando por el desierto: Lo siguiente que viene es la tierra prometida
V.1.- «Cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy, para que viváis, y seáis multiplicados, y entréis y poseáis la tierra que Jehová prometió con juramento a vuestros padres»
– «Cuidaréis de poner por obra todo mandamiento» La obediencia es el requisito previo de todos aquellos que van a ser conquistadores. La obediencia es lo que nos hace conquistar la tierra
– La obediencia a Dios es lo primero, luego viene la conquista. Los desobedientes no pueden ser conquistadores.
– «la tierra que Jehová prometió» Dios te da la promesa, pero es imprescindible tu obediencia para que eso se haga realidad.
– «a vuestros padres» Las promesas que Dios ha dado a otros siervos de Dios están a disposición para tu vida. Las promesas que Dios da a los padres están disponibles para nuestros hijos. Un hijo cristiano puede heredar las promesas de un padre cristiano. Hijos obedezcan y reciban la bendición
V.2.- «Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.»
– «Y te acordarás» Dios quiere que en los lugares nuevos a donde nos lleva no olvidemos lo que Él ya hizo antes.
– Lo que pasas en el desierto lo vas a pasar en la tierra prometida, es bueno recordar como actúa Dios
– «para probarte» El desierto forma parte de la vida cristiana, allí es donde se prueba nuestro corazón. Dios nos pone en el desierto antes de darnos la tierra prometida, porque la tierra prometida no es para todos, sino para los probados y aprobados.
– Los que pasan bien la prueba del desierto toman la tierra prometida.
– Ningún gran conquistador de Dios ha aparecido así como así en la provisión de Dios, sino que antes Dios le hizo pasar por el desierto.
– «cuarenta años» Todos tenemos que pasar por los «cuarenta años» de Dios, o veinte, o 10 o meses, cada persona pasa el tiempo que Dios le tiene determinado en su desierto.
– En el desierto somos probados, los que son fieles en el desierto van a seguir siendo fieles en la tierra prometida. A veces el éxito sin prueba apunta al fracaso, por eso Dios antes nos prueba
– Coré pecó en el desierto, Josué pasó a conquistar la tierra prometida
– «para afligirte» En el desierto Dios le aflige, le humilla, le hace ver su indefensión, su impotencia, su debilidad. Usted entiende que si quiere sobrevivir al desierto y conquistar la tierra prometida ha de depender de Dios.
– «para saber lo que había en tu corazón» En el desierto, en las situaciones difíciles sabemos que hay en lo profundo de nuestro corazón
V.3.- «Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.»
– «Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná» Te hace mirar para arriba. En el desierto tienes que mirar para arriba.
– El maná viene del cielo, pero hay que tomarlo del Suelo. Dios nos da su bendición cuando miramos arriba, pero hemos de tomarlo abajo, a través de nuestro trabajo, y situaciones diarias. Dios nos bendice desde arriba en lo de abajo
– «comida que no conocías» Dios va a hacer cosas extrañas. Dios quiere moverse de forma extraña entre su pueblo.
– Somos un pueblo extraño, con un Dios que hace cosas extrañas.
– «No sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre» La palabra, las promesas de Dios se convierten en milagro. La promesa de Dios de mantenerlos en el desierto se transforma en maná.
– La promesa de Dios es aquello a lo que tienes que aferrarte cuando estás en el desierto, no mires la sequedad ni la esterilidad del desierto, mira la palabra de Dios.
V.4.- «Tu vestido nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado en estos cuarenta años.»
– Dios hizo el milagro de la ropa y de los pies
V.5.- «Reconoce así mismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga»
– Dios te castiga por amor. Todo el trato de Dios es para corregirnos y formarnos, igual que el padre forma al hijo.
V.6.- «Guardarás, pues, los mandamientos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y temiéndole.»
– «Guardarás» lo mismo que se hacía en el desierto, obedecer a Dios, hay que continuar haciéndolo en la conquista.
– Hay quienes en los momentos difíciles son fieles, pero en el éxito se pierden. El éxito no es excusa para no obedecer, no hay nadie que esté por encima del bien y del mal, Todos hemos de dar cuenta a Dios.
V.7-9.- «Porque Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes; tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel; tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te faltará nada en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre.»
– «te introduce» Dios es el nos va a introducir a conquistar. Dios nos introdujo en el desierto y Dios nos va a introducir en la conquista. Cuando acaben tus «cuarenta años» serás un conquistador
– Lo que Dios va a darte cuando conquistas son buena tierra, arroyos, manantiales, vides, higueras, etc…
– En la tierra que Dios te manda conquistar no tendrás escasez
V.10.- «Y comerás y te saciarás, y bendecirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá dado.»
– Recibirás lo de Dios y darás gracias a Dios por lo que recibes.
Enseñanzas
– No hay conquista sin desierto
– El desierto separa a los conquistadores de los que no lo son
– La conquista viene de Dios, es provisión de Dios
– El desierto es el lugar donde te preparas
– El desierto es el lugar donde ves el maná
– Dios no te abandona en el desierto
– La obediencia nos lleva a salir del desierto y entrar a conquistar
Por: P. Manuel Lauriño
http://www.iglesiacristianamanantialdevida.com/predicaciones101.htm
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