El Discípulo Pedro.

La Pesca MilagrosaMaestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red.Lucas 5:5.

Simón Pedro cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.Lucas 5:8.

» Escuchelo aquí… en su dispositivo Móvil [iPod, iPhone, iPad, Androide ó Celular]

Pedro ya se había encontrado con el Señor Jesús por medio de su hermano Andrés. Sin embargo, no lo había seguido, sino que había continuado su vida en un grupo de pescadores. A menudo sucede lo mismo con nosotros los creyentes: conocemos al Señor Jesús pero no lo seguimos.

Ese día Jesús iba a revelarse a Pedro. Él y sus compañeros habían trabajado toda la noche, pero por la madrugada se vieron obligados a reconocer que no habían pescado nada. Entonces Jesús vino y dijo a Pedro: “Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar” (v. 4). Esta petición de Jesús parece muy sorprendente, pero la respuesta de Pedro también lo es: “En tu palabra echaré la red” (v. 5). Así actúa la fe. Y milagrosamente las redes se llenaron a tal punto que las dos barcas se hundían. Creer en Jesús, tener la fe, es comprometerse con Dios.

Esta pesca milagrosa provocó en Pedro una reacción de espanto. Súbitamente tomó conciencia del poder divino del Señor. Jesús era Santo, y él, Pedro, era impuro. ¿Cómo, pues, estar ante él? Jesús le dijo: “No temas; desde ahora serás pescador de hombres” (v. 10). Entonces Pedro dejó todo para seguir al Señor.

Quizá nosotros no seamos llamados a dejarlo todo para seguir a Jesús, pero todos somos llamados a seguirle. Seguirle es escucharlo y honrarlo. (Mañana continuará)


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.