El Joven Y Su Potencial (2ª Parte)

           Si has llegado hasta aquí, es de imaginar que primero leiste la primera parte de
«El Joven y Su Potencial».
Si no fuera así   ……..     todavía estás a tiempo antes de continuar la lectura en este punto.
En la mencionada primera parte, dábamos por sentado que al Joven al que nos referíamos, es aquel
que reconoce a Dios como el Creador de todo, y por tanto de su vida. Aquel que en un momento
de su vida aceptó que Dios también podía ser no sólo Su Creador sino también Su Salvador,
sabiendo que tal como la Palabra de Dios nos revela, mandó a Su Hijo Jesucristo a ser sacrificado
en el lugar que deberíamos estar nosotros. Que recibió tal acto de amor y asumió su condición de pecador
 y…… rindió su vida a ese Cristo Amoroso.
De aquí en adelante, quiero recalcar que yo no soy ninguna experta en estos temas, ni tengo
título alguno que me acredite para analizarlos, por ello no lo haré, sino que transcribiré las palabras 
escritas por Esteban Figueirido que es licenciado en Psicología. Ejerce como psicólogo en un
gabinete privado, en un centro médico y en el Centro de Servicios Sociales del ayuntamiento de
Tomiño (Pontevedra). Es asesor de de GBU para la zona de Galicia y es el presidente de
la sección profesional de psicólogos de los GBU, del GPE (Grupo de Psicólogos Evangélicos).
Y habiendo hecho ya las presentaciones, iré directamente al capítulo 8 de su libro
«¿Me quiero o no me quiero? Pasos para una autoestima sana»
«Partimos de la base de que creemos que Dios creó al hombre y a la mujer y, cuando los hizo, vio
que era muy bueno lo que había hecho. ¿Cómo era la autoestima de Adán y Eva?. 
Parece que buena, ¿no crees?. Disfrutaban del Edén, eran responsables de todo, pusieron nombre
a los animales que estaban a su servicio, se alimentaban con los quehaceres que su Señor les
había dado cuidando del resto de la creación….. Pero todo empezó a estropearse cuando pecaron,
cuando decidieron rebelarse, desobedecer, hacer las cosas a su bola, pasar de Dios, 
entonces, se sintieron culpables y se echaron la culpa el uno al otro, sintieron vergüenza, 
desconfianza y se escondieron. Creo que su autoestima empezó a funcionar mal desde ese
momento…………………….
…………………  Dado que es el Creador, El conoce a fondo cómo es el ser humano, 
qué piensa, qué siente, qué teme… Dice la Biblia que Dios ya nos conocía cuando aún nadie nos había
visto, antes de nacer, cuando éramos el embrión en la barriga de nuestra madre. Fíjate que
ahí nos conoció y más aún, ahí nos amó…………………………

…………………..   Seamos como seamos, Dios nos ama y nos acepta tal cual somos.
No hay que ser más buenos ni mejores para que Dios nos quiera más. Es cierto que estará más
orgulloso, más contento con nosotros, nos podrá bendecir más si le obedecemos, pero nos quiere
igual. Por eso que conocer a Dios y relacionarnos con El, hace que no quedemos defraudados,
porque El no va a fallar, ama incondicionalmente. Además, nos ve únicos, no hay
réplicas para El, no somos del montón……………….

…………………  Si leemos la Biblia, vemos que Dios ha elegido en momentos especiales 
para misiones importantes, a burros y no a caballos. En la vida queremos ser caballos, pero lo
importante es que seas caballo, burro, camello o elefante, Dios quiere que te sientas útil.
El puede dar un sentido a tu vida………………….

……………  En especial, Dios ayuda a nuestra autoestima cuando nos damos cuenta,
de verdad, del valor que da a nuestra vida, y lo vemos de forma impactante en el precio que
Jesús pagó por ella. Pone la piel de gallina leer lo que Jesús hizo por nosotros, lo mucho que sufrió
sin necesidad. El podía haber vivido una vida tranquila, podía haber bajado de la cruz,
haberse defendido infinidad de veces y, con un gesto en su mano o un movimiento de su cabeza,
cargarse a todos los que le molestaban…. pero aguantó hasta el final…. ¡Por ti!. 
Bastante tienes que valer para que Dios se tomase la molestia de dejar la comodidad donde
estaba, bajar a esta Tierra, asumir las limitaciones humanas y aguantar el rechazo y 
las muchas injusticias hasta la muerte, ¿no crees?.
Si te sientes «burrito» o «patito feo», sólo recordarte que Dios quiere hacer
grandes cosas con tu vida, te tomará así, tal cual eres, si le dejas. Moisés decía que no sabía hablar
y Dios lo usó para liberar a todo un pueblo; Isaías y Jeremías se consideraban torpes, incapaces y Dios
los usó     siendo los más grandes de los profetas bíblicos; Elías, temeroso, afrontó el gran 
desafío de estar solo contro todos, en espera de una demostración milagrosa por parte de Dios,
enviando fuego del cielo; David, jovencito, no muy musculoso pero vence al mayor gigante de su
época; María, sintiéndose la sierva más insignificante de Dios, es usada por El para traer al mismo
Jesús al mundo; Zaqueo, muy bajito, pero Jesús lo supo ver y ni más ni menos que lo tuvo a comer
en su casa; y así podríamos agrandar la lista, de aquellos que tenían defectos, complejos, con una
autoestima baja, pero que Dios actuó de forma espectacular en sus vidas.



En la 3ª Parte de «El Joven y Su Potencial» veremos:
                                          
                                     –  Dios nos enseña a tener un concepto equilibrado de nosotros mismos
–  Dios nos da una nueva identidad.







Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.